Collboni, en disposición de pactar con Comuns o con Junts para gobernar en Barcelona

De los tres candidatos que las encuestas pronostican que tienen opciones de ganar, es el socialista Jaume Collboni quien tiene más vías de pacto abiertas, ya que Ada Colau y Xavier Trias se presentan como dos alcaldables antagónicos y, por lo tanto, con un veto cruzado inquebrantable. Acabe ganando o no, lo que dejan claro los sondeos es que será el PSC quien tenga en su mano decidir qué coalición gobierna en Barcelona. Pero cuando se le pregunta a Collboni si prefiere volver a ir de la mano de los Comuns o bien pactar con Junts, la respuesta es una evasiva.

"Quedaremos primeros y prefiero ganar ampliamente", ha subrayado el cabeza de lista socialista este martes en una entrevista en TV3 que la planteado por enésima vez esta cuestión. No es una respuesta ingenua. Su partido es consciente de que del deseo a la realidad va un buen trecho, pero prefiere no quedar preso de las palabras grandilocuentes que suelen lanzarse en campaña. La consigna es no casarse con nadie, dejar abierta la puerta para pactar a conveniencia, ya sea mirando hacia la izquierda o mirando hacia la derecha.

Collboni no va más allá de repetir las tres condiciones en base a las que está dispuesto a tejer alianzas, aunque estas también dejan algunas pistas sobre por dónde pueden ir los tiros tras el 28-M. Por un lado, asegura, sus socios deberán estar de acuerdo con el crecimiento económico. En sus mítines suele arremeter contra al planteamiento de "decrecimiento" que, a su juicio, hace Colau. Y en esta carpeta incluye también como imprescindible que hay que defender la ampliación del aeropuerto del Prat, una anatema para los Comuns.

La segunda condición que pone es estar en contra de recortes y privatizaciones, consigna que lanza principalmente con un ojo puesto en Trias. Y la tercera es que haya un compromiso de mantener una "relación leal con el Estado español y las instituciones europeas", un mensaje destinado a dejar fuera de la ecuación cualquier formación independentista que abandere que hay volver a intentar un nuevo 1-O en Catalunya.

Con las encuestas en la mano, la radiografía que hace Collboni es que los barceloneses piden un "cambio" al frente de la alcaldía, con lo que los socialistas buscan especialmente que Colau no lleve la vara y que estas elecciones supongan su salida del consistorio. Xavier Trias ya ha dicho que, si no es él alcalde, volverá a jubilarse y no se quedará en el ayuntamiento. Si el PSC queda primero, deberá decidir si pacta con los Comuns o con Junts a sabiendas que sus dos líderes probablemente no continuarán. Si queda segundo, deberá decidir si opta igualmente a la alcaldía pactando con quien quede tercero para intentar desbancar al ganador.

O alcalde o a la oposición

Lo que sí que ha asegurado en esta campaña es que no será socio minoritario de ningún gobierno y que, por tanto, descarta cualquier escenario que no sea el de ser alcalde. O en otras palabras: o es alcalde o su destino será quedarse en la oposición. ERC, que ha quedado descolgada de las opciones de victoria, ha recuperado el veto de 2019 a los socialistas y ha dicho que no pactará con los socialistas.

En los ocho años que lleva encabezando el PSC en la capital, Collboni no había tenido nunca tan cerca la posibilidad de recuperar el mando de la ciudad que su partido perdió en 2011. Su estrategia para desempatar con sus principales contrincantes es, precisamente, interpelar tanto al votante moderado que anhela una ciudad de "orden y seguridad" como al "progresista" que está "decepcionado" con un 'modus operandi' de Colau que tacha de "dogmático" y del que reniega pese a que los socialistas gobiernan en coalición con los Comuns en Barcelona.

Estar en disposición de ganar tanto en Nou Barris como en Sarrià es su filosofía, una pauta que le permita después valorar qué pacto le conviene más, una elección que no estará desvinculada de los intereses electorales que el PSC tiene en Catalunya con Salvador Illa al frente.