Rechazo de la Cámara catalana

El Govern de Pere Aragonès suma la segunda reprobación de un 'conseller' en seis meses

El PSC reclama al Govern que incorpore en los presupuestos del 2023 la residencia de Santa Coloma

El Parlament reprueba la gestión de Joan Ignasi Elena en Interior

ERC se queda sola defendiendo a Carles Campuzano por la polémica de la residencia en Santa Coloma

El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, en el Parlament

El 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, en el Parlament / ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS

Sara González

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Dos 'consellers' reprobados en seis meses. Es el balance de un Govern, el de Pere Aragonès, que paga en el Parlament su minoría, una debilidad que se suma a una campaña electoral que convierte en materia incendiable cualquier traspié. Es lo que ha pasado con el 'conseller' de Drets Socials, Carles Campuzano, que ha topado este jueves con el rechazo de la mayoría del Parlament, que le afea haber vinculado la construcción de una residencia en Santa Coloma de Gramenet con la victoria de ERC en un vídeo junto al candidato Gabriel Rufián.

La reprobación, promovida tanto por el PSC como por Junts, ha recabado el apoyo de todas las fuerzas de la oposición, con lo que los republicanos se han quedado solos defendiendo que el dirigente no supeditó el proyecto a una alcaldía de ERC. Los impulsores de las dos mociones han reprochado a Campuzano que vinculara la "creación de una segunda residencia pública en el municipio a los resultados electorales", hecho que entienden como un uso inapropiado de su cargo.

Además, los grupos han recriminado al 'conseller' que no se haya apresurado en comparecer para dar explicaciones. De hecho, tiene previsto que sea el próximo lunes, 24 de abril, más de un mes después de que saltara la polémica, cuando se exponga en comisión para dar sus argumentos.

Modificación del presupuesto

Más allá de la censura a este episodio, el Parlament también ha exigido al Govern que en un plazo de dos meses haga las modificaciones de crédito necesarias en los presupuestos de este mismo año -pactados por ERC, PSC y Comuns- para que dicha residencia se pueda construir. Así reclamó que se hiciera la propia alcaldesa del municipio, la socialista Núria Parlon, que tachó de "promesa electoralista" el vídeo de los republicanos y que este jueves ha recriminado a Rufián sus "mentiras" y su "mala fe" con este asunto.

Además, la oposición ha instado al ejecutivo de Pere Aragonès a presentar en un plazo de tres meses una planificación territorial de la construcción de nuevas residencias y centros de día públicos para personas mayores y personas con discapacidad en terrenos municipales cedidos a la Generalitat. Justo la semana que viene Campuzano tiene previsto explicar las previsiones de plazas concertadas con los ayuntamientos.

Los republicanos han criticado que la reprobación esté motivada por la proximidad de las elecciones municipales, mientras que desde el PSC han definido como "impropia y grave" la actuación del 'conseller' por "repartir residencias según el color político del municipio". Desde Junts también han cargado contra la actitud "inaceptable" que supone "hipotecar equipamientos básicos a resultados electorales". Tanto socialistas como convergentes han lamentado que el Govern no teja complicidades con la oposición pese a su minoría.

Más allá de Campuzano

Más allá del caso de Campuzano, el Parlament ya reprobó el pasado mes de noviembre al 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, por la criticada reestructuración de la cúpula de los Mossos. Destituyó entonces al comisario jefe Josep Maria Estela y lo sustituyó por Eduard Sallent. Los socialistas fueron los más beligerantes contra lo que denunciaron que era una "ingerencia política" en la policía catalana para situar un afín al Govern, mientras que Elena argumentó resistencias del comisario a la feminización del cuerpo. Y Junts, que apenas hacía unas semanas que había roto la coalición con ERC, votó también en contra del dirigente.

Antes, fue el 'conseller' de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, el que estuvo en la cuerda floja. Hasta en dos ocasiones se llevó al Parlament su reprobación por la decisión de avanzar el inicio del curso escolar y las sucesivas huelgas convocadas por el sector. Finalmente, en su caso, pudo esquivar la censura de la institución porque en aquel momento Junts aún estaban dentro del Govern y tanto el PSC como los Comuns lo acabaron salvando.