Propuesta polémica

El club de golf de Caldes pide construir otro campo y 185 viviendas de lujo para albergar la Ryder Cup en 2031

El proyecto prevé chalets de 254 metros cuadrados ideales para la compra destinada a alquiler turístico entre visitantes de alto nivel adquisitivo

Campo de golf PGA de Caldes de Malavella, en Girona

Campo de golf PGA de Caldes de Malavella, en Girona / Patronat de Turisme Costa Brava

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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El club de golf de Caldes de Malavella, centro de la candidatura catalana Barcelona-Costa Brava para organizar la Ryder Cup de 2031 ha presentado a la Generalitat un plan director urbanístico de iniciativa privada de modificación del ámbito que le permita ampliar sus 200 hectáreas de dominio hasta las 380. En estas 180 hectáreas de extensión, la entidad, PGA Catalunya Resort, propone construir un nuevo campo de golf, el tercero, por cuanto en el recinto existente ya hay dos (el Stadium Course y el Tour Course, ambos de 18 hoyos) y, además, una urbanización de 185 casas individuales, o chalés, de lujo. Según han alegado los promotores en distintas reuniones con el Govern, sin esta ampliación no se puede acoger la Ryder Cup. El Govern aun no ha dado respuesta al plan.

En la actualidad, el PGA Catalunya, además de los dos campos de golf (inaugurados en 1999 y 2005), cuenta con 200 viviendas, una casa-club, una academia de golf y dos hoteles de 145 y 50 habitaciones, respectivamente. El campo Stadium Course, el primero en abrirse, se diseñó especialmente para acoger grandes eventos internacionales, como, entre otros, el Spanish Open y el Sarazen World Open.

Golf inmobiliario

El modelo de negocio, según conocedores del proyecto, se basa en la compra-venta de esos chalés proyectados y la posterior gestión de sus alquileres turísticos, por parte de PGA Catalunya. Cabe destacar que la celebración de la Ryder Cup otorga al campo que lo acoge una áurea especial entre los fanáticos de este deporte, deseoso de probar sus capacidades en el mismo verde que sus ídolos intercontinentales. Ello genera, entre aquellos de mayor capacidad adquisitiva, un trasiego turístico e inmobiliario siempre goloso.

Las cifras de la propuesta de PGA Catalunya dan idea del salto de escala que ahora pretende el club. Además de las 72 hectáreas dedicadas al tercer campo de golf, el plan propone destinar casi 30 hectáreas a suelo residencial, con 47.000 metros cuadrados de techo construido, lo que, entre 185 viviendas unifamiliares, dibuja unas casas de 254 metros cuadrados cada una y un generoso jardín. La media de suelo residencial de las 185 parcelas arroja un saldo de 1.600 metros cuadrados cada una, aunque al final, la distribución entre extensión de jardín privado de cada chalé y espacios verdes comunitarios a varias agrupaciones de viviendas dependerá, obviamente, del proyecto arquitectónico.

La Ryder Cup es una competición que se celebra bianualmente nacida en 1928 como un duelo entre los mejores golfistas de Estados Unidos y los de la Gran Bretaña. A partir de 1973, los jugadores irlandeses se unieron al equipo británico y, en 1979 y tras arduas tareas de persuasión de Severiano Ballesteros, esta escuadra incluyó a golfistas de toda Europa, modelando el formato actual de EEUU-Europa.

Derrota en 2015

La primera vez que la Ryder Cup no se celebró en tierras anglosajonas, de cualquier orilla del Atlántico, fue en 1997 cuando tuvo lugar en el Club de Golf Valderrama, en la provincia de Cádiz. Desde entonces solo se ha disputado en la Europa continental otra vez, cerca de París, en el 2018, en Versalles. Para este 2023 se prevé su celebración en el Marco Simone Golf club de Guido Montecelio, población aledaña a Roma y con un hoyo 18 a 17 kilómetros de la Fontana di Trevi.

Curiosamente el PGA Catalunya disputó con las instalaciones romanas, en 2015, la carrera para la organizar esta edición, perdiendo el esprint frente a los italianos. Huelga decir que PGA Catalunya participó entonces, y parecía dispuesta a organizar la Ryder Cup, con el recinto actual de 201 hectáreas. Sin mayor aderezo o ampliación.

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