Robles niega que enviar tanques a Ucrania sea una escalada y anuncia más entregas de blindados

Cuatro carros de combate más del tipo Leopard 2 A4 han llegado la pasada noche a la factoría de Santa Bárbara Sistemas en Sevilla para ser reparados, puestos en funcionamiento y cedidos al ejército ucraniano. Son los cuatro tanques que sumó el presidente Pedro Sánchez, durante su visita a Ucrania, a una primera entrega de seis por parte de España.

En la pasada tarde, mientras la ministra de Defensa, Margarita Robles, preparaba su comparecencia de este miércoles en el Congreso sobre la donación de Leopard, los cuatro carros extra viajaban en camiones góndola por la A2 y la A4 con una fuerte escolta de la Guardia Civil, el dispositivo de seguridad reforzada montado en torno a esta entrega de armamento. Como los otros seis ya reparados en Sevilla, estos cuatro habían salido de los almacenes logísticos del Ejército de Tierra en Casetas (Zaragoza).

Cuatro carros más ya en el taller protagonizan la última hora del plan español de ayuda militar a Ucrania. Les han dejado hueco los primeros seis, que ya están en pruebas en el campo de maniobras de Cerro Muriano (Córdoba) y que saldrán para Ucrania "pasada la Semana Santa". La confirmación de que ya están preparados seis y la previsión de su envío integran uno de los dos anuncios que ha hecho la ministra en el Congreso.

El otro anuncio de Robles es un nuevo incremento de la entrega de material. España ya envió en febrero, desde Bilbao, 20 transportes oruga acorazados (TOA). "En las próximas semanas", ha dicho Robles, saldrán para Ucrania otros 20 blindados TOAs, para su uso en el campo de batalla llevando tropas, apoyando despliegues rápidos o evacuando heridos.

Hay además de esos dos anuncios una negativa: España no va a enviar cazas a Ucrania, ha asegurado Robles. Entre otras razones, porque no cuenta con aviones F16, que son los que pide Ucrania. Y además, por el tiempo que habría que emplear en formar a los pilotos.

"No es una escalada"

La titular de Defensa ha explicado al pleno del Congreso una decisión del Gobierno muy trascendente por el incremento de ayuda militar que supone, pero negando de partida, nada más comenzar, que la entrega de Leopards suponga elevar la tensión bélica. "Cuesta concebir que hablemos hoy de que el envío vaya a suponer una escalada", ha dicho la ministra.

Robles lo ha argumentado tras reiterar que es Vladimir Putin "el único responsable de esta guerra, y de que la vía diplomática fracasara", y tras recordar que "estamos siendo testigos de una guerra terrible y un sufrimiento inhumano, que incluye matanzas a civiles, violencia sexual, maltrato de prisioneros de guerra y ataques indiscriminados a infraestructuras civiles". En este marco, la entrega de los Leopard es "seguir ayudando a un pueblo vilmente masacrado", ha dicho.

La ministra ha comparecido a petición de EH Bildu, ERC, BNG y la CUP, que exigían más información a la cámara y reprochan al Ejecutivo que el envío de los 'Leopard' no ha sido votado en las Cortes. Aunque de los Leopard ya se habló y votó en el Congreso -como ha recordado Aitor Esteban, del PNV- a raíz de una moción del Partido Popular.

Margarita Robles ha explicado que los Leopard españoles "se van a integrar con los carros de otros países y tienen un solo objetivo: la defensa". En torno al "derecho a la legítima defensa del heroico pueblo ucraniano" ha montado buena parte de su argumentación. Con este envío -ha dicho- "no solo no estamos creando una escalada bélica del conflicto, sino que estamos facilitando medios a Ucrania para continuar defendiéndose".

La ministra ha aprovechado su intervención en la Cámara Baja para volver a asegurar que "ningún miembro de las Fuerzas Armadas españolas va a combatir nunca en suelo ucraniano".

Una "sección reforzada"

Los diez carros de combate 'Leopard' 2A4 de la ayuda militar que se ha debatido este miércoles en el Congreso forman parte de los 50 tanques que se encuentran en mejor estado del centenar que el Ejército almacenó, tras extraerles todos los líquidos y desmontar partes más valiosas, en su complejo logístico zaragozano.

Para reparar los carros e incrementar sus prestaciones, el Ministerio de Defensa anunció la disposición de 4,1 millones de euros que han sido ya licitados en un contrato declarado secreto. Los trabajos de puesta a punto de los viejos tanques de Casetas incluyen la instalación de sistemas de dirección de tiro y de comunicación homologables con los otros carros Leopard que donan otros países, para su completa integración en el campo de batalla.

Poner en estado operativo algunos de los carros, ha contado Robles, ha supuesto entre 2.500 y 3.000 horas de trabajos de reparación.

El programa incluye la formación de tripulaciones para esos carros. España dona con este número de tanques prácticamente una compañía (diez) y ha formado a 55 soldados ucranianos (la dotación mínima de esa cuasi-compañía) para conducir y reparar los 'Leopard', que precisan una revisión muy a fondo cada 200 horas de uso.

En total, los diez carros que aporta España integran lo que la ministra Robles considera -y lo ha dicho tres veces- "una sección reforzada".

Robles ha vuelto a desgranar en el Congreso, sin entrar en demasiado detalle, el material militar -armas contracarro, ametralladoras, munición, obuses, misiles de defensa antiaérea Hawk y Aspide, TOAs, 2.000 toneladas de combustible diesel...- que ha entregado España. Y el general de división Alberto Asarta, diputado de Vox, le ha restado importancia: según los datos de una fundación ucraniana que maneja, el montante de la ayuda militar española es de 380 millones de euros, 8 euros por cada español frente a los 44 que se ha gastado cada portugués o los 17 pagados por cada italiano.

En qué punto del frente y para qué operaciones serán usados los tranques españoles cuya potencia se ha incrementado en Sevilla es, por ahora, un secreto militar ucraniano.

Cuánto de decisivo será su renovado poder de fuego dependerá ce su combinación con otros sistemas de armas. La previsión que tiene más certeza es la de que, cuando se desplieguen en Ucrania, Rusia habrá comenzado otro capítulo de la "nueva fase de operaciones militares" que, Robles lo ha recordado, Moscú tiene ya en marcha.