El PNV y Bildu aplauden el fin de la dispersión de presos de ETA, mientras el PP la tilda de "inmoral"

Los partidos con representación mayoritaria en el País Vasco han valorado positivamente el fin de la política de dispersión de presos de ETA, a la que el Gobierno le puso punto y final este pasado viernes después de que Instituciones Penitenciarias informara del traslado de los cinco últimos presos a centros de Euskadi. Mientras, el PP ha cargado contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, calificando la medida de "inmoral" y acusándole de mercadear con el fin de la política de dispersión a cambio de los votos de EH Bildu y PNV a su investidura.

El Gobierno inició en 2018 el acercamiento de presos y este marzo, después de 34 años, pone fin a esta política de dispersión. Los partidos nacionalistas vascos han aplaudido este punto final a esta gestión penitenciaria, que obligaba a las familias de los reos a desplazarse lejos de sus residencias para poder verlos. Desde el gobierno vasco han valorado positivamente este punto y final. "El fin de la dispersión de los presos es una consecuencia lógica del final de la violencia por el que el Gobierno Vasco y el lehendakari han trabajado estos años", ha explicado su portavoz, Bingen Zupiria, quien ha recordado que el programa del Ejecutivo de esta legislatura defendía una nueva política penitenciaria que tenga como objetivo la reinserción.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha considerado que es positivo el fin de la dispersión que "ya no tenía ningún sentido" y que por tanto ha considerado un "paso importante más hacia la convivencia en este país". Y ha insistido en que "faltan varios pasos", entre los que ha citado el reconocimiento del "daño injusto causado" por parte de estos presos y de su entorno social y político ante las víctimas y la sociedad.

Por su parte, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha expresado "alegría contenida" ante el último traslado, que considera que fomenta "la convivencia democrática". Según Otegi, el final de la dispersión de los presos de ETA "no tendría que escandalizar nadie, porque obedece al estricto cumplimiento de la legalidad penitenciaria". El líder de *Bildu ha defendido que dispersar los presos era una "decisión política sostenida en el tiempo por todos los gobiernos en plena conciencia que vulneraba gravemente los derechos humanos". "No los importó añadir sufrimiento innecesario a las familias", ha dicho.

Cruce de críticas entre PSOE y PP

La valoración positiva de las fuerzas nacionalistas vascas contrasta con la crítica vertidas por varios dirigentes del PP, un partido que en el parlamento vasco cuenta con 6 de 75 diputados. Desde Madrid, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado que "los favores de Sánchez a ETA son inmorales", en tanto que acaba de "regalarle privilegios a los miembros de una banda terrorista, que aún tienen 300 crímenes por resolver". Y, desde Euskadi, la presidenta del PP de Vizcaya y candidata a diputada general, Raquel González, que ha afirmado que acercar a los presos de ETA a cárceles vascas era "el pago de Sánchez a Otegi" por "hacerle presidente" mientras que "liberarlos es el pago al PNV" a cambio de sus votos.

El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, ha salido al paso de las críticas y ha replicado que los 'populares' "practican el cinismo y hacen una utilización absolutamente inadecuada e indecente de lo que ha sido la lucha antiterrorista de este país durante los últimos cincuenta años". El dirigente socialista ha acusado al principal partido de la oposición de utilizar de manera "indecente" el terrorismo y ha insistido en su hipocresía, ya que "cuando ellos trasladaron a presos de la organización terrorista cuando la organización asesinaba, secuestraba y aún estábamos luchando para derrotar a la sinrazón".