Tiranteces en la coalición

La ley de vivienda se interpone en la tregua del Gobierno por la moción de Vox

El PSOE debe llegar a un acuerdo también con ERC y EH Bildu para poder aprobar la norma en el Congreso

pedro sánchez yolanda díaz

pedro sánchez yolanda díaz / JOSE LUIS ROCA

Miguel Ángel Rodríguez

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La dirección de Podemos estaba expectante ante lo que ocurriera esta semana en el Congreso de los Diputados. No por el regreso de Ramón Tamames a la Cámara baja de la mano de Vox, sino por cómo enfrentaba Pedro Sánchez la cita. Los morados llevaban días reclamando que el presidente del Gobierno volviera a "mirar a la izquierda" después de unas semanas de profundos choques. ¿Cómo querían que se materializara este gesto hacia el bloque progresista? Con una anuncio sobre el desbloqueo de la ley de vivienda. No lo hubo. Pese a esto, la moción de censura ha servido para rebajar las tensiones, aunque con el runrún constante entre los dos socios por una norma que no avanza y que amenaza la aparente paz lograda en la coalición.

Desde que el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos tuvo que negociar sus primeros Presupuestos Generales, en octubre de 2020, la ley de vivienda ha estado presente en cada momento cumbre de la legislatura. Y este debate no fue menos. "Es una buena oportunidad para que el PSOE vuelva a mirar a la izquierda, cuide y revalide esa mayoría de la investidura y, por ejemplo, se anuncie un acuerdo en materia vivienda", confió la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la pasada semana.

El jefe del Ejecutivo hizo oído sordos. En su debate con Tamames, Sánchez sacó pecho del bono del alquiler de 250 euros que reciben, según dijo, 70.000 jóvenes al año, pero nada dijo de un pacto con sus socios para desbloquear la negociación de la norma. Es más, mencionó la polémica ley y no aseguró que se fuera a aprobar. "Ojalá en esta legislatura salga adelante", fueron las palabras que uso. Y, por el momento, no hay visos de que la negociación se vaya a reactivar.

Las discrepancias

Tanto fuentes de la dirección de Podemos como de ERC aseguran que no se han producido avances en la negociación en las últimas semanas. Lo que frena el acuerdo es el límite a las subidas de los alquileres en las revisiones anuales. El Gobierno estableció un máximo del 2% durante el pasado año y el actual para que los incrementos no se hicieran respecto al IPC. Ahora, los morados y los socios quieren que esa medida sea estructural y alcanzaron un preacuerdo con el Ministerio de Vivienda en diciembre en este sentido.

Sin embargo, la contrapropuesta socialistas, tras pasar por el Ministerio de Economía, es elevar de un 2% a un 3% ese límite durante 2024 y, después, crear un índice que marque los topes. Fuentes moradas explican que esto significaría perder el control de la medida. El otro punto de conflicto está en cómo limitar el precio de los alquileres que entren por primera vez en el mercado. Las mismas voces subrayan que la norma no sería efectiva si no se establece un tope a estos casos concretos. Sin embargo, los socialistas se resisten a pactar con sus socios, alegando que se debe respetar el texto que salió del Consejo de Ministro, algo que ellos mismos no suelen cumplir.

Reclamaciones y exigencias

A buen seguro, estas diferencias volverán a tensar las costuras de la coalición. La ministra de Igualdad, Irene Montero, aplaudió las intervenciones tanto de Sánchez como de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en la moción de censura "defendieron bien el trabajo del Gobierno de coalición", pero señaló que "ahora lo que toca es demostrarlo con hechos" y mencionó la necesidad de aprobar la ley de vivienda. No es la única apelación que han hecho a sus socios. Durante el debate, la diputada morada Lucía Muñoz se dirigió a la bancada socialista para advertirles de que "lo mejor frente al espectáculo de la ultraderecha es aprobar ya la ley de vivienda para regular los alquileres y que bajen los precios". 

La negociación de la norma resulta compleja ya que son los dirigentes de Podemos y no Díaz quienes están sentados a la mesa con el PSOE. Además, también resulta necesario acordar con ERC y EH Bildu, ya que sus apoyos son imprescindibles. Por el momento, ambas formaciones no se han mostrado satisfechas con las conversaciones que se han ido manteniendo.

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