¿Qué es la 'maldición del empleado 50' para las pymes que denuncia Tamames?

Ramón Tamames ha sido el candidato que ha representado a Vox en la moción de censuraque ha tenido lugar este martes en el Congreso de los Diputados. Durante su discurso, el político y economista ha hecho un diagnóstico del momento económico que atraviesa España.

Entre otros muchos temas tratados, Tamames ha destacado el "frágil tejido empresarial" del país y, sobre todo, la delicada situación de las pymes.

Salto de 49 a 50 empleados

El término pyme se refiere a las pequeñas y medianas empresas que tienen un número reducido de empleados y un volumen de facturación moderado. Las pymes se clasifican en tres tipos (empresas medianas, pequeñas y microempresas) y tienen características específicas que las hacen fácilmente identificables.

Tamames ha hecho especial énfasis en este término durante su discurso sobre "las cien barreras regulatorias" que, según su criterio, frenan el crecimiento de las empresas españolas. También ha aprovechado para hacer hincapié en la denominada "maldición del empleado número 50", ya denunciada por la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme).

Tal y como ha resumido el representante de Vox durante su conferencia, el salto de 49 a 50 empleados marca la diferencia en España entre una burocracia asumible y una serie de trabas regulatorias, cosa que estaría disuadiendo a las empresas de aumentar su plantilla. "Al llegar a esa cifra de trabajadores, la compañía tiene la obligación de auditar sus cuentas y asumir nuevas y complejas exigencias administrativas", ha argumentado el economista.

Cotizaciones y coste

 La organización empresarial Cepyme recalcó que, entre los obstáculos que impiden el crecimiento de la empresa española, la más evidente es la suma de cotizaciones sociales y otros costes laborales, lo cual hace que el coste mínimo de contratar a un empleado sea equivalente al 136 % del salario mínimo base para las empresas medianas o pequeñas con entre 10 y 49 empleados.

Así pues, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es uno de los impedimentos que Cepyme definió como 'un lastre' para el crecimiento de la empresa española.

Según Cepyme y Tamames, el sistema tributario también bloquea el crecimiento de las pymes, con las "terceras cotizaciones sociales más altas de Europa e impuestos de Sociedades e IRPF de los más altos del continente".