Elecciones del 28 de mayo

Pedro Sánchez se reúne con Jaume Collboni antes de la reñida campaña por Barcelona

El presidente del Gobierno sitúa la recuperación de la alcaldía de la capital catalana como uno de los objetivos clave en las municipales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, paseando con el alcaldable Jaume Collboni en Nou Barris

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, paseando con el alcaldable Jaume Collboni en Nou Barris / PSC

Sara González

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su visita a Barcelona para reunirse con el alcaldable del PSC en la capital catalana, Jaume Collboni, a las puertas de la reñida campaña de las elecciones municipales. De hecho, Sánchez tiene señalada en rojo Barcelona como una de las plazas estratégicas en los comicios del 28 de mayo. Ambos dirigentes se han visto en Nou Barris y han paseado y saludado a vecinos del barrio, un encuentro al que no ha podido asistir el líder del PSC, Salvador Illa, porque este viernes tiene que estar en el Parlament, donde se han aprobado de forma definitiva los presupuestos.

Collboni decidió abandonar del gobierno municipal de Ada Colau el pasado 23 de enero para dedicarse íntegramente a la campaña, un gesto que molestó especialmente a los Comuns, que lo acusan de haber cometido una "irresponsabilidad". En las últimas semanas ha anunciado ya algunas de las piezas claves de su candidatura, como la número dos, que será la aún delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugència Gay; la número tres, que esta vez será Laia Bonet o el fichaje del exlíder de Catalunya Sí que es Pot Lluís Rabell.

De hecho, escoger quién sustituirá a la que que fue decana del Colegio de la Abogacía de Barcelona al frente de la delegación es una de las decisiones que el PSC debe acordar con Sánchez antes de principios de abril, cuando se oficializarán las candidaturas y Gay abandonará el cargo.

Para el PSOE, el papel de los socialistas catalanes en Barcelona es de vital importancia, ya que conciben el resultado aquí como la antesala de lo que pueda pasar después en las elecciones catalanas -Illa ya ganó en 2019 aunque no pudo formar mayoría para gobernar- y del apoyo que Sánchez pueda obtener en Catalunya de cara a las generales de final de año. De hecho, la preocupación por el resultado en la capital catalana es tanta, que el nombre de Collboni tardó en consolidarse de nuevo como cabeza de lista por pulsiones, algunas de ellas de la órbita del PSOE, por intentar hallar otro candidato con más opciones.

El periplo para afianzarse no fue precisamente plácido. Incluyó desde sondeos y encuestas -algunas más formales que otras-, a la puesta en órbita de nombres alternativos como el del exalcalde Jordi Hereu, el del ministro de Cultura, Miquel Iceta, o también el de Gay. Finalmente, y con el apoyo incondicional de Salvador Illa, que siempre defendió que sería el candidato, Collboni recibió la bendición de Sánchez para intentar por tercera vez conquistar la alcaldía. No lo tiene fácil, a pesar de que el PSC está convencido de que lo tiene más cerca que nunca porque las encuestan le son más favorables que hace cuatro años, cuando quedó en tercer lugar y obtuvo ocho concejales.

La polarización Trias-Colau

El riesgo que corre Collboni -el mismo que puede afectar a ERC, el más perjudicado en estos momentos en las encuestas-, es que la campaña se acabe concentrando en la polarización entre el candidato de Junts, Xavier Trias, y la alcaldesa Ada Colau. Es ante este escenario que los socialistas han decidido poner toda la carne en el asador en la campaña barcelonesa, además de aferrarse a sus consolidados alcaldes metropolitanos. El objetivo de Collboni es abrir "una nueva etapa" sin Colau en la alcaldía, y para ello no cierra la puerta a pactos ni a derecha ni a izquierda. Aún así, el PSC continúa gobernando con los Comuns en la capital catalana.