Caso Mediador

La trama del 'caso Mediador' engañó a uno de los mayores morosos de España para instalarse en Canarias

Maximiliano Poveda, que debe 23,5 millones de euros, pretendía que Fuentes Curbelo le allanara el camino para instalar tanques de petróleo en Canarias

Noches de fiesta y desenfreno en el 'caso Mediador'.

Noches de fiesta y desenfreno en el 'caso Mediador'. / C. A. C.

Christian Afonso

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Uno de los mayores morosos de España también se vio seducido, y engañado, por la trama que orquestaron los cabecillas del caso Mediador. El inversor Maximiliano Poveda aparece en varias conversaciones de Marco Antonio Navarro Tacoronte, el intermediario de la causa que investiga una jueza de Tenerife, con otro de los imputados, el empresario Raúl Gómez Rojo. Poveda buscaba el favor del entonces diputado socialista Juan Bernardo Fuentes para allanarle el camino en la instalación de tanques de combustible en Canarias. La red le pasó una factura de 11.000 euros por una fiesta con prostitutas en un hotel de Madrid, gasto que abonó pero que enfadó a Poveda al sentirse engañado. Ahí se echó por tierra la relación.

Maximiliano Poveda aparece en varias conversaciones de Marco Antonio Navarro Tacoronte, interlocutor entre los empresarios y los cabecillas de la organización que investiga la justicia, y otro de los investigados, Raúl Gómez Rojo. Este nuevo actor buscaba el favor de Juan Bernardo Fuentes para allanarle el camino en la instalación de tanques de combustible en Canarias. Sin embargo, el enfado que despertó en Poveda que tuviera que pagar 11.000 euros por una fiesta en un hotel de Madrid, en la que había prostitutas, echó por tierra la relación.

Maximiliano Miguel Poveda Sierra es un empresario madrileño que aparece, por primera vez en la trama, de la mano de Gómez Rojo. Una de las empresas de este, Civil Twin Consulting, tenía como cliente importante a la compañía Novum Oil and Minerals Trading, propiedad de Poveda Sierra, quien quería entablar contacto con considerado como cabecilla de la trama, Fuentes Curbelo, para que le facilitara negocios en Canarias. Su intención era instalar en el Archipiélago tanques, presumiblemente de petróleo o algún derivado, si bien la Guardia Civil todavía no ha podido esclarecer este punto.

Maximiliano Poveda Sierra, en el centro, posa con Juan Bernardo Fuentes, el cabecilla de la trama (izqda.) en el Congres.

Maximiliano Poveda Sierra, en el centro, posa con Juan Bernardo Fuentes, el cabecilla de la trama (izqda.) en el Congres. / LP/DLP

La jueza investiga por delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, falsificación y pertenencia a organización criminal a esta red que cobraba favores por reducir sanciones y captar subvenciones públicas. 

Maximiliano Poveda es un habitual en las listas de morosos que publica cada seis meses la Agencia Tributaria. Según los datos de Hacienda a fecha 31 de diciembre de 2021, que se dieron a conocer a mediados del pasado año, el empresario madrileño es el segundo mayor moroso de España. Debe 23,5 millones de euros. Solo los hermanos Ramón y Agustín Olivares le superan con 36,8 millones de euros. 

Primera reunión, el 25 de marzo de 2021

La primera reunión con el mediador que da nombre al caso, Navarro Tacoronte, se produce el 25 de marzo de 2021 en la oficina de Poveda Sierra en Madrid, tal y como reflejan varias instantáneas tomadas ese día y que forman parte del sumario. Un encuentro que no sería el único que mantuviera con miembros de la organización. De hecho, y aunque los investigadores no han encontrado evidencias todavía en las cuentas bancarias de los cabecillas, sospechan que Poveda pagó a la red, según se desprende de los testimonios que se recabaron durante la instrucción. Pero la falta de pruebas hace que, por el momento, no sea considerado como investigado dentro de la trama presuntamente corrupta. Sus empresas tienen domicilio social en el extranjero, lo que dificulta conocer qué movimientos se pudieron llevar a efecto esas semanas.

Como era habitual en el modus operandi de la organización, Poveda se reunió con Fuentes Curbelo en el Congreso de los Diputados, como testiguan las fotografías tomadas por Navarro Tacoronte. Los investigadores sitúan este encuentro el 14 de abril de 2021. Ese mismo día, aparecen varias imágenes del diputado socialista en una habitación del Hotel Victoria de Madrid acompañado de una prostituta y junto a Navarro Tacoronte. No era la primera vez y se volverían a repetir las citas en clubes de alterne. 

Poveda Sierra no paga prostitutas porque odia la prostitución. Eso le comentó a Gómez Rojo días después de la fiesta en la que desembolsó 11.000 euros. En una conversación entre los investigados Navarro Tacoronte y Raúl Gómez Rojo, hablan precisamente sobre el enfado que le ocasionó este hecho al empresario madrileño. Una inquietud que ya había mostrado el mismo día de la juerga, en otro diálogo con el mediador, Jesús María Pérez Spínola, el hombre que iba a convertirse en el administrador de la compañía de Gómez Rojo en la Zona Especial Canaria (ZEC). 

"A Maxi no le gustan las putas, joder"

Pérez Spínola envió una serie de mensajes a Navarro Tacoronte ese mismo día. «A Maxi [diminutivo que en muchas ocasiones utilizan los investigados para referirse al empresario madrileño, Maximiliano Poveda] no le gustan las putas, joder», le recriminó Spínola a Navarro Tacoronte. La cita con la prostituta no le había agradado «nada» y la relación que se había iniciado para hacer negocios en Canarias podía verse deteriorada, hasta el punto de que podía romperse. Spínola se inquieta por las consecuencias que la fiesta puede tener en su relación con el propietario de Novum Oil and Minerals Trading.

El empresario Raúl Gómez y el diputado socialista Juan Bernardo Fuentes en una visita al Congreso.

El empresario Raúl Gómez y el diputado socialista Juan Bernardo Fuentes en una visita al Congreso. / LP / DLP

Esto fue uno de los detonantes que desembocó en lo que los agentes de la Guardia Civil consideran «el ocaso» de la trama. En una de las últimas conversaciones que mantuvieron Gómez Rojo y Navarro Tacoronte un mes después, se menciona el problema con Maximiliano Poveda.

"No se le cae un dedo en cortar la cabeza"

Navarro Tacoronte amenazó a Gómez Rojo con hacer públicas las conversaciones que tenía grabadas sobre todo lo que ambos estaban maquinando desde hacía semanas, y pasárselas al empresario madrileño. 

«Cuando Maximiliano se entere y escuche que la versión de los drones y las antenas... se viene al suelo por la conversación que va a escuchar», le advirtió. De enterarse, según Navarro Tacoronte, Gómez Rojo podría meterse en problemas puesto que el que era su cliente «tiene nacionalidad de Malta». «Que no se le cae un dedo en cortarle la cabeza a quien sea».

Una amenaza en «el ocaso» de la trama

Marco Antonio Navarro Tacoronte tiene una conversación telefónica con el empresario Raúl Gómez Rojo en la que le amenaza con enseñar grabaciones incriminatorias a Poveda, tras su enfado por pagar la fiesta.

«- NT: Te vuelvo a repetir, te vuelvo a re... que no, escúchame... yo no te estoy hablando del General. Te vuelvo a repetir que... mira, Raúl, todas las conversaciones que ustedes hayan tenido, tanto usted como Jesús, con personas de Canarias, tanto con personas de Valencia, yo tengo todas las grabaciones, ¿vale?

- GR: Que sí, que sí... 

- NT: Y cuando Maximiliano se entere y escuche de la versión de los drones y las antenas, se viene al suelo por la conversación que va a escuchar...

- GR: Pues mira chico, a mí me gustaría oír esas conversaciones con Canarias y tal.

- NT: ¿Sí? Así que... porque...

- GR: Me gustaría oírlas, me gustaría oírlas.

- NT: Buh, pues cuando el señor Maximiliano escuche, que tiene nacionalidad de Malta, que no se le cae un dedo en cortarle la cabeza a quien sea, bueno...

- GR: Sí, sí.»

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