Vista en el TSJC

Las contradicciones entre la declaración de Laura Borràs y la de Isaías Herrero en el juicio

La versión ofrecida por la líder de Junts no coincide con la del informático, pero tampoco con la de la que fuera administradora de la Institució de les Lletres Catalanes

Laura Borràs, a su llegada a la Audiencia de Barcelona

Laura Borràs, a su llegada a la Audiencia de Barcelona / ELISENDA PONS

J. G. Albalat

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Choque a tres bandas. La presidenta de Junts, Laura Borràs, mantuvo este lunes en su declaración en el juicio que se celebra contra ella una versión totalmente opuesta no solo a la explicada por Isaías Herrero, el informático beneficiario de los contratos bajo sospecha de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entidad que dirigió la política catalana entre 2013 y 2018, sino también con una testigo clave de este proceso judicial: la que fuera administradora de este organismo, Assumpta Pagespetit. La dirigente independentista negó haber cometido delito alguno y rechazó que se hubiera puesto de acuerdo con Herrero para fraccionar los contratos. El informático, que ha pactado con la fiscalía su confesión para rebajar la pena, explicó, en cambio, que recibió instrucciones de Borràs sobre cómo proceder para trocear los servicios.

La vulneración de la legalidad

Borras aseguró ante el tribunal: "En ningún momento se ha vulnerado la ley de contratos. Había trabajos y encargos que no superaban el límite de la ley para objetos diferentes y años diferentes". Es decir, según su parecer, estas adjudicaciones a través de contratos menores de hasta 18.000 euros (más iva) fueron correctas, pues se trataba de servicios independientes. Una cosa, recalcó, fue crear el nuevo portal de internet de la ILC y otro los complementos que se iban añadiendo. "Necesitábamos la experiencia de Herrero", al que calificó de "artista digital".

La administradora de la entidad, sin embargo, sostuvo en su interrogatorio que esta labor debería haberse tramitado con otro sistema (contratos negociados) y que tanto ella misma como la Interventora General de la Generalitat advirtieron a Borràs de que se podría estar “infringiendo el marco legal”.

Herrero, por su parte, admitió que él y la dirigente soberanista se ponían de acuerdo para fraccionar los contratos por los servicios del informático, no entrando en si era o no legal. El tercer acusado, el empresario Andreu Pujol, subrayó: “Seguí las instrucciones de Isaías”.

Los contratos bajo sospecha

Durante su interrogatorio, Borràs se desmarcó de la tramitación de los 18 expedientes de contratación investigados 336.000 euros o 324.000+ iva, entre 2013 y 2017) y apuntó que esa labor la realizaba directamente la administradora de la entidad. “Yo no tengo ninguna experiencia en administración pública cuando entro en la institución, así que me apoyo en sus trabajadores, entre ellos, en Assumpta Pagespetit. Es una persona rigurosa, exigente e inflexible”, relató.

El informático, en cambio, recalcó en su declaración que era la dirigente de Junts la que le daba las instrucciones de lo que debía hacer. Los correos cruzados son una prueba de ello. Entre los emails confiscados hay uno de Herrero a Borràs de febrero de 2013: "La verdad es que se me hace extraño y complicado tener que hacer este 'trapi'… ya se que es lo que hay, pero ponte en mi lugar, tener que implicar a varias personas para que me hagan facturas de 3 kilos. Tengo que hacer facturas por todos los lados para cubrir todos los proyectos”. La líder de JxCat responde: "El presupuesto tiene que quedar como si fuerais profesionales independientes por los totales, que no pueden superar, como ya sabes, los 18.000+IVA”.

Pagespetit explicó que Borràs le presentó a Herrero como la persona que iba a hacer todos los trabajos. "Acordamos [con Borràs] dividir el trabajo en varios contratos", confesó Herrero en la vista.

Los presupestos "comparsa"

Herrero aseguró que Borrás le había dado instrucciones para que presentara tres presupuestos, dos de ellos comparsas y ficticios, y uno tercera real, que sería el que se tendría en cuenta. Los responsables de algunas de las empresas que fueron usadas por el informático confirmaron que no habían hecho los presupuestos que figuran el expediente administrativo y, por lo tanto, que son falsos.

En este sentido, la fiscalía preguntó al informático quién le había dado las instrucciones. La respuesta fue rápida: "La señora Borràs". "Trapis y marrones, es lo que en lenguaje coloquial es la manera en que se presupuestaba y facturaba", concretó en relación a algunos corros electrónicos en los que figuraban esas palabras. Este acusado llegó a reconocer que la dirigente independentista se le ofreció para ayudarle con las facturas, pero contestaba que no hacía falta, que él se encargaría de hacerlo. Según su versión, ambos se intercambiaban datos y se ponían de acuerdo en cómo realizar los presupuestos y las empresas que debían incluirse como "comparsas".

La política catalana, por su parte, señaló: “Nunca elaboré presupuestos ni facturas”.

La adjudicación y los beneficiados

Pagespetit afirmó en el juicio que no se podían repetir adjudicatarios "año, tras año, e, incluso, en el mismo ejercicio presupuestario". Borràs no lo cumplió, pues entre en 2013 y 2017 se contrató varias veces a Herrero y a empresas de su entorno, como las cooperativas Xarxa Integral o Freelance. "Todo el personal sabía que estas entidades estaban relacionadas con Herrero", espetó, y después incidió: "Todos los trabajos los hacía Herrero", que era quien le entregaba todos los presupuestos, cuando lo habitual es que cada uno de los licitadores lo entregara de forma individual.

El informático admitió que utilizó esas cooperativas, de las que era socio, para facturar. Los representantes de estas entidades confirmaron esas gestiones, pero algunos precisaron que documentos que aparecen en el expediente de contratación no corresponden con el formato que ellos utilizan y, por lo tanto, que son falsos.

Sobre este aspecto, Borràs indicó que Pagespetit le comentó que este sistema de usar cooperativas para facturar era legal.

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