Apuntes políticos

Junqueras, Borràs, Sirera y sus artilugios para sobrevivir en política

El Supremo noquea la 'restitución' del líder de ERC y la presidenta de Junts se agarra a la desconexión digital para asegurarse su futuro institucional

apuntes politicos: Junqueras Borras Sirera

apuntes politicos: Junqueras Borras Sirera

Júlia Regué

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Semana marcada por el enésimo marcaje de los tribunales a la alineación política. El Tribunal Supremo ha levantado el veto institucional a cinco dirigentes del referéndum, pero lo ha mantenido para las dos primeras espadas ya juzgadas por el referéndum, Oriol Junqueras y Jordi Turull. El futuro del 'expresident' Carles Puigdemont se juega todavía en la justicia europea, mientras que su sucesora en Junts, Laura Borràs, aguarda desde el banquillo de los acusados que su juicio no termine con el fin de su carrera política.

La calculadora de Junqueras

El presidente de ERC seguirá apartado de la línea política institucional hasta el 17 de julio de 2031. Su calculadora no ha restado años a su regreso en una papeleta electoral, pese a la reforma del Código Penal pactada entre el PSOE y ERC para rebajar las condenas (habidas y por haber) a cuenta del 1-O. Otra maniobra del legislativo -la segunda, tras los indultos- para "desinflamar" la tensión en Catalunya que el Supremo recibió como una enmienda a la sentencia de 2019.

La resolución del tribunal ha ahondado en los recelos. ¿Se hicieron mal los cálculos o ERC pecó de ingenuidad? Al PSOE le cogió con el pie cambiado y se centró en rebatir al PP, pero el varapalo de los jueces refuerza la exhibición de un pulso incesante entre el poder legislativo y el judicial, dificulta el apoyo republicano en Madrid y quita dosis de anestesia al conflicto. Y es que la inhabilitación de los líderes del 1-O no fue indultada, así que a menos que Pedro Sánchez vuelva a optar por otra medida de gracia, Junqueras queda fuera de las elecciones durante ocho años, aunque su supervivencia política no está en riesgo por ello.

Quienes sí pueden volver al ruedo institucional son Carme Forcadell, Jordi Sànchez, Josep Rull y Joaquim Forn, (también Jordi Cuixart, aunque siempre lo ha rechazado), ya que ha quedado extinguida su inhabilitación. No hay obstáculos para figurar en las listas de mayo más que su propia voluntad y los cálculos políticos de sus respectivos partidos, inmersos en una lucha fratricida. El sabor es amargo por el impacto desigual de la reforma y se enfrentan a la compleja disyuntiva de decidir si se ofrecen para las papeletas, aunque sea en los últimos puestos, o si se quedan en un segundo plano para no hacer sombra a Junqueras y Turull.

El móvil de Borràs

La presidenta de Junts lleva poco más de una semana de desconexión digital, con alguna recaída bajo la etiqueta 'Lawfare'. El recado de los abogados fue claro: tenía que minimizar su exposición pública ante un juicio que pone en juego su supervivencia política. Los letrados consideran que su imputación por delitos vinculados a la corrupción está edulcorada por la agitación política que personaliza su liderazgo. La insistencia de Gonzalo Boye e Isabel Elbal venía de lejos, ya durante la instrucción del caso, y tuvo poca repercusión hasta que a mediados de enero Borràs se lo repensó, teniendo en cuenta que se enfrenta a seis años de prisión y 21 de inhabilitación. Acotaron el apagón del móvil y la suspensión de la vida pública, y los colaboradores despejaron la agenda con un mes de previsión.

Turull se encargó de la parte interna, del cierre de filas, pero no evitó el plante de Xavier Trias. El secretario general redactó la carta a la militancia pidiendo unidad y Borràs no retocó ni una coma. "Trias es Trias", pero a nadie se le escapa que las agendas no son inamovibles, y mucho menos si lo que se quiere es dar un espaldarazo a una compañera de filas. El discurso 'borrasista' le penaliza en el votante moderado de Barcelona, pero también necesita a los seguidores de Borràs para alcanzar el primer puesto. Los equilibrios siempre son complejos y ahora mantienen un pulso por los puestos en la lista.

La fotocopiadora de Sirera

Daniel Sirera está de vuelta a la ciudad de la que asegura que nunca se fue. La dirección del PP catalán está digiriendo el regreso del que fuera su líder durante un año (2007-2008) pero, al menos de momento, no está en sus planes repetir en el cargo. Lleva días de mudanza y prevé quedarse durante años. La demoscopia le acompaña en su empeño y sus opciones están dentro del consistorio de Barcelona. Su ambición es ser decisivo, que la partida deje de jugarse a cuatro, y para ello tira de mucha calle. Por eso busca una número dos que dedique todos sus esfuerzos en convencer a los vecinos. Escuchándoles, no desde los atriles de los mítines. Y que sea fiel al proyecto y tenga mirada larga, que no abandone la carrera antes de tiempo, eso es, como mínimo dos legislaturas. El encargo de Feijóo es que haga sobrevivir al partido en Catalunya. La fotocopiadora de Sirera echa humo, los dípticos van a su cargo.

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