Primarias en el partido

Anna Grau, la candidata mediática de Cs en Barcelona a la que le salió un competidor

La ya alcaldable naranja, que tenía el apoyo de la dirección y de Carlos Carrizosa, recibe el aval de un 71,68% de la militancia

anna grau

anna grau / Quique Garcia (Efe)

Carlota Camps

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Anna Grau (Girona, 1967) fue el gran fichaje de Carlos Carrizosa para las últimas elecciones en el Parlament. Ahora, después de dos años picando piedra e intentado hacer ruido desde la Cámara catalana con un partido debilitado –tras pasar de 36 a 6 escaños–, y será la alcaldable de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona. Antes, si embargo, ha tenido que medirse con el sector crítico en unas primarias, en las que se ha impuesto con un 71,68% de los votos. Las elecciones internas –que solo se han celebrado en Barcelona porque en el resto de España los críticos no han llegado al mínimo de avales– han evidenciado la ruptura dentro del partido.

Después de décadas dedicándose a la información y a la opinión política, Grau decidió pasar al otro lado. Ya estaba vinculada al partido, pero no fue hasta 2019 cuando oficializó su afiliación. Lo hizo en el peor momento, la mañana siguiente de la gran debacle en el Congreso de los Diputados, cuando los naranjas pasaron de 57 a 10 diputados.

Sin embargo, en 2013 ya participó en el acto de presentación en Barcelona de Movimiento Ciudadano, la plataforma impulsada por Albert Rivera para la expansión nacional de las siglas y, con posterioridad, también se dejó ver en otros actos de la formación naranja. El bilingüismo ha sido siempre uno de los puntales de su discurso como tertuliana, por ello en 2020 fue escogida presidenta de Societat Civil Catalana en Madrid, donde entonces residía.

Licenciada en periodismo por la Universitat Autónoma de Barcelona, ha sido corresponsal del 'Avui' en Madrid y del 'Abc' en Nueva York. Ahora espera que su perfil mediático y 'guerrero' le permita, ya no ser candidata del partido a las elecciones, sino contradecir las encuestas y que el partido pueda seguir teniendo voz en el consistorio de la capital catalana. 

Grau cree que la clave está en pescar votos en las zonas trabajadoras de la ciudad, y no tanto en la zona alta, y explotar más el discurso de "centroizquierda" que el de "centroderecha", para alejarse de Xavier Trias (Junts) y de Daniel Sirera (PP) e intentar recoger el voto de socialistas descontentos. Su objetivo, si logra representación en el consistorio barcelonés, es desmarcarse tanto como pueda del experimento de 2019 con Manuel Valls y evitar ser la muleta de algún partido. Pero esto no quiere decir no pactar. Al contrario, solo pone una línea roja: Ada Colau.

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