Año electoral

El aborto y la sanidad enturbian la precampaña electoral de Feijóo

La estrategia del PP pasaba por tratar de cercar a Sánchez por la ley del 'solo sí es sí' y la inhabilitación de Junqueras

Feijóo preside el comité de dirección en Génova.

Feijóo preside el comité de dirección en Génova. / David Mudarra

Pilar Santos

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"Los estatutos dicen que el PP defiende el derecho a la vida y el humanismo cristiano. Está por escrito. ¡Qué necesidad tenía Feijóo de decir que es "correcto" que el Constitucional avale la ley de Zapatero! ¿Por qué se mete en ese jardín?". Quien habla así es un exalto cargo de los populares, participante en la redacción de los estatutos del partido, revisados en 2017, todavía con Mariano Rajoy de líder de los conservadores. En una parte del PP no se ha entendido que el actual presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, haya asumido la ley de plazos que ha bendecido ahora el Tribunal Constitucional y no haya mantenido la posición en contra que su partido defendió, en 2010, cuando recurrió contra la norma.

Génova pide a los altos cargos que muestren respeto por "todas las manifestaciones pacíficas", lo contrario que Ayuso

Este asunto y las manifestaciones en Madrid contra el deterioro de la sanidad pública han enturbiado los planes que tenía Feijóo para el inicio de este año electoral, en el que pretendía poner de relieve los problemas que está teniendo el Gobierno con la ley del 'solo sí es sí' y, desde este lunes, también con ERC. La decisión del Tribunal Supremo de mantener la inhabilitación total a Oriol Junqueras y no aplicarle ninguna rebaja después de la reforma del delito de malversación, ha provocado que Sánchez, según Feijóo, haga "el ridículo jurídico". "Rebajó las penas de malversación y no consiguió su objetivo. Repongamos las garantías jurídicas del Estado de derecho y la democracia española. [Sánchez] tiene nuestros votos para reponer el delito de sedición", declaró ante los micrófonos tras decir lo que quería y no dar opciones a preguntas sobre el aborto. "Entiendo que, si no hacemos una declaración en este sentido [sobre el Supremo], hoy estaría incumpliendo mi deber. Mañana tengo otra rueda de prensa y le responderé todas las preguntas que usted quiera", continuó.

Esquivando preguntas

Feijóo había acudido como público a una conferencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y, tanto a la entrada como a la salida, se negó a responder a la cuestión que le lanzaron los periodistas: "¿Considera que el aborto es un derecho?". La pregunta viene después de que, el lunes, Borja Sémper, portavoz del PP, asegurara que su jefe de filas jamás ha dicho que "el aborto es un derecho". Algo que no es verdad. Lo afirmó el pasado mes de junio en un acto del diario 'La Razón'.

Sémper intentaba no echar más leña al fuego después de un fin de semana en el que algunas voces del sector duro del PP (como los exministros Jorge Fernández Díaz y Jaime Mayor Oreja) hicieran público su malestar por la actitud contemporizadora de Feijóo al conocer el aval del Constitucional a la ley de plazos del aborto. El político gallego sostuvo la semana pasada que "una ley de plazos bien construida es una ley correcta en términos generales" y merece sus "respetos".

El voto del centro

La dirección del PP mantiene en público un discurso con el que intenta no soliviantar más a los que están en contra del derecho al aborto en sus filas y recuerda que la mayoría de los países europeos permiten interrumpir el embarazo libremente hasta una determinada semana (en España hasta la 14). Fuentes de la dirección apuntaron a este diario que "es la primera vez en años" que la posición de Feijóo puede "atraer votantes de izquierda moderada en lugar de suponer un problema". Quieren alejarse de Vox, aunque la formación de Santiago Abascal no se lo pondrá fácil. Los ultras han registrado una iniciativa en el Congreso que pide derogar la ley de plazos avalada por el Constitucional y pide incluir las medidas para embarazadas que propusieron en Castilla y León, donde gobiernan con el PP (escuchar el latido fetal y ver al bebé en ecografía 4D antes de abortar).

El argumentario: respeto a las manifestaciones

Esta polémica interna se ha sumado al otro quebradero que preocupa en la sede conservadora: las protestas contra Ayuso por el deterioro de la sanidad pública madrileña. En el argumentario que envió la dirección a sus altos cargos para este martes, Feijóo les pidió subrayar que el PP respeta "todas las manifestaciones pacíficas", justo lo contrario que hizo la presidenta la víspera, cuando intentó desacreditar el seguimiento de la protesta del domingo diciendo que la izquierda moviliza a su electorado. La huelga de médicos de atención primaria empezó en noviembre y Ayuso no ha querido que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se siente en la mesa de negociación para encontrar una solución.

En el argumentario de Génova, tal como hizo el líder del PP el domingo, se señala al Ejecutivo central para difuminar las responsabilidades pese a que la competencia es de las autonomías: "Estamos completamente a favor de pedir una sanidad pública de calidad para todos. [El Gobierno] Mantiene bloqueado incrementar las plazas del MIR, lo cual sí es de su competencia y permitiría incorporar más médicos a los sistemas de salud", añade la nota.

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