Comicios en mayo

ERC elige 70 políticas comunes sobre su gestión municipal para consolidar su marca electoral

Los republicanos llevan al ámbito local los cuatro ejes que impregnan la doctrina del partido

Oriol Junqueras

Oriol Junqueras / David Castro

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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La marca y su valor. Ese es el gran objeto de estudio de la publicidad y el marketing. Más que publicitar las novedades técnicas de un nuevo producto, las empresas venden su marca tratando de que la simple mención de su nombre genere en el consumidor una serie de sensaciones y certezas de cómo se va a sentir a bordo de un determinado vehículo o invadido en una fragancia. Salvando todas las distancias, que a veces son muchas y otras no tanto, en política cada vez se tiende a lo mismo. En ERC el objetivo que señalan no es tanto crear esas sensaciones si no dar seguridad a su votante. Es decir, y por bajar el asunto al terreno de lo real e inmediato, lograr que, sea un municipio pequeño, mediano o grande y el candidato a alcalde hombre, mujer, joven o menos joven, siempre que se vote el ciudadano sepa lo que vota y qué le aportará ese partido.

En esto está Esquerra cara, precisamente, a las elecciones municipales del 28 de mayo. El partido ha analizado las medidas llevadas a cabo en aquellos municipios donde tienen responsabilidades de gobierno y ha extraído un mínimo común denominador. Con independencia de que, obviamente, un municipio metropolitano no es lo mismo que uno de las comarcas de Lleida.

'Junquerismo' cartesiano

Si una cosa define a ERC en esta década de ‘junquerismo’ es su cartesianismo. Con mayor o menor acierto, el partido trata de que los postulados que se definen en cada administración en concurso sean los mismos, aunque debidamente adaptados al entorno. La construcción de la marca empezó, pues, en las últimas elecciones catalanas, de las que ahora se cumplen dos años, y ante la perspectiva de alcanzar, como fue, la presidencia de la Generalitat.

Así, en la Conferència Nacional última, en marzo de 2022, se puso de largo el catecismo de los cuatro ejes, que bien podrían definirse como el esquema de las líneas de metro. Son las cuatro vertientes que definen a ERC. Las cuatro juntas, en pack, no por separado. Así se desarrollaron los ejes rojo (luchas sociales, que comparten con otros partidos de izquierda), el verde (el del ecologismo, participado también, por ejemplo por los Comuns), el lila (el feminismo, tres cuartos de lo mismo con el partido que lidera en el Parlament Jéssica Albiach) y el amarillo de las "luchas democráticas", es decir, la amnistía y la autodeterminación. Todo ello se empaqueta bajo el concepto más ortodoxo, es decir, francés, de republicanismo.

70 acciones

En total se han identificado 70 acciones políticas a nivel local, clasificadas en cada una de las cuatro transformaciones (verde, feminista, social y democrática) que impulsan a los republicanos, y también según el ámbito de aplicación. “Son políticas con identidad 100% republicana. Algunas las valoramos porque son muy innovadoras, otras por el impacto positivo que generan en la ciudadanía, por ejemplo la recogida de residuos puerta a puerta de Esponellà (Pla de l'Estany), que no es nueva pero es muy efectiva y es necesario que todos los municipios republicanos la asuman”, señalan los republicanos.

Entre las "políticas marca" de transformación social figura el convenio para vivienda asequible de La Seu d'Urgell, la instalación de contadores sociales en Manresa o el proyecto Arrela't por la integración de jóvenes en riesgo de exclusión a través del deporte en Amposta. Y en las de transformación democrática hay encontramos la figura del síndico municipal de Arenys de Mar, la aplicación para móviles de Els Hostalets de Pierola y los presupuestos participativos de Palamós (Baix Empordà).