El voto 'trial' de Barcelona: así votarían los barceloneses en las próximas citas electorales

En el último ciclo electoral, el millón largo de barceloneses que tienen derecho a voto demostraron en las urnas la existencia de un voto dual o, incluso, 'trial'. En las elecciones municipales de 2019, la fuerza más votada en Barcelona fue ERC. Aquel mismo día, en las europeas, Junts ganó en la capital catalana. Seis meses después, en las generales, volvió a vencer Esquerra. Ya en 2021, en las autonómicas, el triunfo se lo adjudicó el PSC. El próximo mayo arrancará un nuevo ciclo electoral que podría reproducir esta disparidad de voto en función de los comicios, tal como reflejaba la reciente encuesta preelectoral del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO.

El sondeo, efectuado a partir de 801 entrevistas del 23 al 25 de enero, situaba a los cuatro primeros partidos en un pañuelo, con apenas tres concejales de diferencia entre ellos. En voto estimado, Junts ganaría las elecciones por un estrecho margen sobre el PSC, y ambos superarían a Barcelona en Comú y a ERC. Pero si se tomaba la intención directa de voto, que es la respuesta espontánea de los entrevistados sin ningún tipo de ponderación, el orden de los factores era otro: Ada Colau se imponía por un punto a Xavier Trias y dejaba más descolgados a Jaume Collboni y a Ernest Maragall.

Pero el GESOP también preguntaba a los barceloneses por su comportamiento ante unas elecciones catalanas y unas generales. En ambos casos, las cuatro formaciones quedarían ordenadas de maneras muy diferentes, siempre tomando como referencia el voto sin 'cocina'. Así, por ejemplo, ERC, que sería cuarta fuerza en las municipales, ganaría unas autonómicas y quedaría segunda en unas generales. El PSC, que sería tercero en las municipales, pasaría al segundo puesto en unas catalanas y vencería en unas generales. Los Comuns, primeros en las municipales, caerían a la cuarta plaza en unas autonómicas y subirían a la tercera en unas generales. Junts sería el único partido que no se impondría en ninguna de las contiendas electorales.

Por ejemplo, la intención de voto al PSC en Barcelona difiere hasta en 10 puntos entre unas elecciones municipales y unas generales. En estas últimas, las que mejor se le han dado históricamente al socialismo, alcanzaría el 22%. Una diferencia similar se da en Junts, aunque en este caso con mejores expectativas en las municipales (15%) y un porcentaje que no llega al 6% en las generales. ERC, en cambio, tiene más músculo en las autonómicas (17,2%) y su hueso duro ahora mismo serían las municipales (10,4%), que son, por el contrario, el principal fortín de los Comuns (16,1%).









En cuanto al resto de partidos, pocas sorpresas. El PP tiene mejores expectativas en las generales (7%), con un porcentaje que duplica su intención de voto en las municipales y en las catalanas. A la CUP le pasa todo lo contrario: en las autonómicas consigna el doble de fuerza en Barcelona que en los otros dos comicios. Y por lo que respecta a Vox y Ciutadans, las diferencias entre unas elecciones y otras son mucho más estrecha, aunque ligeramente mejores en las generales.




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