Las claves de la B-40: qué ha aprobado el Parlament y en qué punto está el proyecto

¿Qué ha aprobado el Parlament?

Las discrepancias sobre los proyectos de grandes infraestructuras son tan abismales que este jueves la validación de la controvertida moción del PSC se ha tenido que dividir en ocho votaciones distintas. No obstante, el primer punto era la clave y es el que ha acabado votando sí ERC. En él, se insta al Govern a "hacer efectivo, dentro del primer trimestre de 2023, con el <strong>Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana </strong>el convenio de acuerdo y financiación que garantice la redacción del proyecto de la Ronda Nord de los sistemas urbanos de Terrassa, Sabadell y Castellar del Vallès, propuesta en el ‘Plan Específico de Movilidad del Vallès’ y avalada por los plenos de estos ayuntamientos y entidades sociales y económicas de la comarca del Vallès Occidental, y la ejecución de las obras por parte del <strong>Govern </strong>de la Generalitat de Catalunya". O sea, que tiren adelante un convenio que el anterior gobierno en el que el vicepresidente Jordi Puigneró dirigía la Conselleria de Territori ya tenía listo. Su sucesor,<strong> Juli Fernàndez</strong>, insiste en que ha buscado la documentación que acreditara ese acuerdo con el ministerio, pero que nadie sabe decirle "en qué cajón está". Un total de 114 diputados (PSC-Units, ERC, Junts, Vox, Ciutadans, PPC y un diputado no adscrito) han avalado la propuesta, frente a los 15 de En Comú Podem y la CUP.

¿Qué quería ERC y el ‘conseller’ de Territori?

Desde las filas republicanas, a quien le ha tocado soltar que <strong>se plegarían a los deseos del PSC</strong> sobre la Ronda Vallès ha sido al alcalde de Solsona y diputado Ferran Estruch que, no sin ciertos titubeos, ha adelantado lo que poco después ha defendido el <strong>'president' Pere Aragonès</strong>: que los presupuestos bien valen una carretera, aunque sea un proyecto que ERC detesta. Desde el Govern defienden que se trata de un proyecto anticuado, poco acorde con las urgencias de la crisis climática y que debería ser la movilidad sostenible, y más concretamente el transporte ferroviario, quien solventara los problemas de conexión entre las ciudades del Vallès. "El Estado podría haberlo hecho ya desde hace tiempo y ahora pretende que lo ejecute la Generalitat", se ha quejado el ‘president’ Aragonès. Unas horas antes de la votación de la moción, el 'conseller' de Territori, Juli Fernàndez, había tenido que escuchar nuevamente las reclamaciones de un grupo parlamentario, en este caso favorable porque era Ciutadans, para que aceptara tirar adelante la B-40. No obstante, sabedor que el proyecto ya no está en sus manos, ha optado por esquivarlo y ni tan solo mencionar el nombre de la autovía. Exalcalde de Sabadell, Fernàndez ha defendido desde que llegó a la 'conselleria' que la prolongación de la infraestructura no genera el consenso necesario en las comarcas por donde pasa y que otras medidas "quirúrgicas" en las carreteras ya existentes serían suficientes.

¿En qué punto está el proyecto?

Ahora mismo, según el <strong>Ministerio de Transportes</strong>, no hay novedad en las conversaciones con la Generalitat, más allá de la insistencia de firmar el convenio que debería facilitar la ejecución del nuevo trazado. El cuarto cinturón empezó a diseñarse en los 60 con el objetivo de conectar Vilafranca del Penedès y Mataró a través de la segunda corona metropolitana, con Abrera, Terrassa, Sabadell, Granollers... En todo este tiempo solo se han completado pequeños tramos, y recorridos como la C-60. Se logró consensuar, no sin penas y trabajos, el Abrera-Terrassa pero, una vez allí alcanzar Sabadell ha sido imposible. Por no hablar del resto, hasta Granollers. El movimiento ciudadano, encabezado desde hace lustros por la <strong>Campanya contra el Quart Cinturó</strong>, han capitaneado la oposición y han perseguido la caducidad de los plazos incumplidos por los ministerios competentes. Este jueves se ha aprobado una moción en el Parlament que supuestamente desencalla la negociación, pero el calendario se prevé largo.