Las cuentas catalanas

La última oferta de ERC para la B-40 tampoco convence al PSC para los presupuestos

Los socialistas advierten de que, aunque se desencallara este proyecto, hay otras discrepancias que impiden el acuerdo

Salvador Illa con Alícia Romero, observando al 'president' Pere Aragonès durante un pleno en el Parlament

Salvador Illa con Alícia Romero, observando al 'president' Pere Aragonès durante un pleno en el Parlament / FERRAN NADEU

Sara González
Fidel Masreal
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El serial de los presupuestos, continúa. La última oferta que ERC ha puesto encima de la mesa del PSC para intentar desbloquear la discrepancia sobre el tramo de la B-40 entre Sabadell y Terrassa, el principal nudo gordiano que dificulta el acuerdo, no convence a los socialistas. Un breve encuentro de entre 20 y 30 minutos entre la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, y la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, ha servido para constatar que la negociación no está ni mucho menos zanjada y que el escollo permanece en el cuarto cinturón. Las máximas negociadoras se han emplazado a continuar las conversaciones este miércoles, durante la celebración del pleno del Parlament, en el que se debatirá, precisamente, la moción del partido de Salvador Illa, y la inclusión, o no, de la iniciativa republicana, abierta a estudiar, sin concreciones, la Ronda del Vallès.

Los socialistas "estudiarán" si hay o no "encaje" pero, a simple vista, han constatado que el planteamiento de ERC "no refleja" su exigencia y que no se puede dar por cerrado ningún pacto. Y es que, mientras el redactado del texto de ERC propone acordar dentro del primer semestre de 2023 con el Ministerio de Transportes un convenio de financiación que garantice la "redacción del proyecto de mejora de la movilidad" en el Vallès Occidental y que se estudien todas las propuestas de mejora vial posibles, incluyendo la Ronda Nord de la B-40 pero también la mejora de la conexión ferroviaria que defienden los republicanos, lo que reclama el PSC es que ese tramo de carretera entre Sabadell y Terrassa se construya sí o sí.

"Nuestra posición es la de siempre y es clara. Estudiaremos las enmiendas tanto de ERC como de Junts para ver si hay encaje", ha asegurado Romero, que ha añadido que, en todo caso, la mayoría del Parlament se pronunciará el jueves y que la minoría deberá asumir el resultado. El PSC hace semanas que insiste en que la mayoría de la Cámara catalana ha votado y apoyado ese tramo del cuarto cinturón. Según Illa, es el 'president' Pere Aragonès quien está bloqueando el acuerdo no cediendo ante los grandes proyectos.

Pero la afirmación que denota hasta qué punto está fría la posibilidad de cerrar un acuerdo es que Romero ha apuntado que ni en el hipotético caso de llegar a encontrar un encaje a la enmienda de ERC a su moción eso supondría dar por hecho que el PSC apoyará las cuentas. Y eso que fuentes de la negociación aseguran que en el caso del aeropuerto del Prat y del Hard Rock sí que han encontrado un punto medio. "No es cierto que haya un solo punto de discrepancia, no hay acuerdo de presupuestos", ha espetado de nuevo.

Como ejemplo de carpetas que dice que no están aún cerradas ha puesto el despliegue de la ley de ciencia o el aumento en un 7% de las tarifas en el ámbito de los servicios sociales. "Cada vez salen con una nueva carpeta", se quejan en las filas republicanas, que ponen en duda si Illa quiere aprobar las cuentas o bien ensañarse al máximo con el Govern justo en la semana de la triple huelga -sanitaria, educativa y del sector del taxi-. Por contra, los socialistas consideran que Aragonès no acaba de ser consciente de lo que implica su minoría.

La presión del Govern

La presión del Ejecutivo monocolor de ERC consiste en afirmar que ya han cedido bastante a las exigencias del partido de Illa y que, si no hay acuerdo, es que "el tacticismo vence a la responsabilidad". La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha evitado poner nueva fecha límite a la consecución de un acuerdo, más allá de insistir en la necesidad de decir que "esta semana ha de ser determinante". Así, ha trasladado toda la presión al interlocutor socialista, alegando que el Govern no ve en el cuarto cinturón su modelo, pero "se ha abierto a estudiarlo para desencallar el acuerdo, que hace muchas semanas que llega tarde".

ERC continúa pidiendo al PSC que abandone "el enroque y los maximalismos" con los grandes proyectos. La portavoz republicana, Marta Vilalta, ha apuntado que su enmienda sobre la B-40 puede ser una "oportunidad" para que la votación del jueves sea la "antesala" del pacto de presupuestos. Pero esa no es la interpretación que hacen los socialistas. Aún más síntomas de la distancia: el PSC asegura que no tiene decidido si apoyará o no el decreto ley de prórroga presupuestaria que este miércoles lleva el Govern al pleno del Parlament. Romero ha dejado caer que su grupo podría abstenerse ante la falta de negociación que atribuye al Executiu mientras que los republicanos replican que se habló ya de este decreto con los portavoces económicos de todos los grupos.

A pesar de todos los inconvenientes que el principal partido de la oposición desgrana para justificar por qué no hay pacto con el Govern, los socialistas reiteran que su "voluntad" es llegar a alcanzar una entente, pero que para que llegue es necesario un "baño de realidad" de ERC.

Junts ve "cada vez más lejos" el acuerdo

Más allá de la breve reunión con los socialistas, el Govern también ha retomado los encuentros con Junts, con quien tampoco se desbroza el camino del acuerdo. Según los posconvergentes, todo está igual. Tanto, que empiezan a apuntar un escenario en que no haya nuevos presupuestos. La portavoz, Mònica Sales, ha precisado que, al margen de qué pase finalmente con las cuentas, su grupo apoyará la actualización del IRSC para que aumenten un 8% los subsidios si el Govern lo impulsa vía decreto ley y ha advertido de que entre sus exigencias sigue estando la reducción de la fiscalidad o ayudar a las empresas a pagar las facturas de electricidad.

Para los 'comuns', en cambio, son los socialistas los responsables de que no se desencalle la situación. "Illa está alargando artificialmente la negociación de presupuestos", ha señalado el portavoz de En Comú Podem en el Parlament, David Cid, que ha criticado que el PSC priorice "el casino más grande de Europa o la ejecución de una autopista" a más de mil millones en sanidad. Además, ha señalado que la B-40 no se ha construido en 60 años y que es una infraestructura "del pasado" que va en contra de las medidas para combatir el cambio climático. La CUP, por su parte, ha cargado contra "el vestido a medida" que considera que está haciendo ERC al PSC porque entiende que su enmienda supone "abrir la puerta" a construir el cuarto cinturón justo en una semana de protestas que ponen en evidencia la soledad de Aragonès.