Emergencia hídrica

El Govern alerta de que si no llueve antes de marzo habrá que imponer restricciones más severas por la sequía

L'Executiu reclama más ahorro doméstico de agua ante la "preocupante" situación hídrica

Vista general del pantano de Sau (Vilanova de Sau, Girona), el 23 de agosto del 2022, con las ruinas de la iglesia de Sant Romà de Sau al descubierto, debido al bajo nivel del agua.

Vista general del pantano de Sau (Vilanova de Sau, Girona), el 23 de agosto del 2022, con las ruinas de la iglesia de Sant Romà de Sau al descubierto, debido al bajo nivel del agua. / JOSEP LAGO / AFP

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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La sombra de la pertinaz sequía y de las restricciones de agua de boca se ciernen lentamente sobre Catalunya, como hace ahora 15 años. El Govern ha analizado este martes "la preocupante situación" que vive el país y ha aprovechado para hacer un nuevo llamamiento al ahorro y consumo responsable de agua, ante la falta de precipitaciones de los últimos meses. Los embalses de las cuencas internas están al 30% de su capacidad (la mitad que hace un año) y desde el mes de octubre de 2021 está activado el Pla de Sequera, una herramienta que permite gestionar la escasez de agua de forma anticipada y que se revisa mensualmente. Actualmente, son 515 los municipios que están en situación de alerta, pertenecientes a 27 comarcas, lo que representa una población de 6,7 millones de habitantes.

La situación actual es preocupante y, en caso de que no se produzcan precipitaciones en las próximas semanas, podría entrarse en el escenario de excepcionalidad entre finales de marzo y principios de abril, puntualizó la portavoz Patrícia Plaja. Ello implicaría aplicar medidas mucho más restrictivas que las actuales y ajustar la oferta de agua a la disponibilidad limitada de las reservas.

Trabajo previo

Sin embargo, las reservas estarían mucho más bajas si no se hubieran desplegado medidas a lo largo del 2022. El Executiu ha activado en este periodo todas las medidas disponibles para garantizar el agua y, de hecho, se ha alcanzado una cifra récord nunca vista en la producción y aportación de recursos de agua no convencionales a las principales redes de abastecimiento. En este sentido, se han aportado al sistema Ter-Llobregat, que concentra el grosor de la población de Cataluña, más de 160 hectómeros cúbicos de agua nueva durante el 2022 (63 de la desalinización, 43,2 de la regeneración de agua y 54 de acuíferos y pozos de sequía recuperados), cantidad que equivale aproximadamente al embalse de Sau lleno. Sin estas aportaciones estaríamos ya en situación de emergencia y con medidas serveras de restricción para el consumo.

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