Cita hispano-francesa

Pere Aragonès: "Si Junts tuviera la Generalitat acudiría también a la cumbre"

El 'president' persiste en desmarcar los grandes proyectos del acuerdo presupuestario

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aragonès / Laura Busquets (Acn)

Xabi Barrena

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El ‘president’ Pere Aragonès ha afirmado este jueves que la contradicción sobre el papel de los republicanos en la cumbre del 19 de enero, en la que participarán y, a la vez protestará, es puramente aparente. Para el republicano,  según ha detallado en una entrevista a Catalunya Ràdio, por un lado está el papel institucional que debe guardar cualquier ‘president’ y otra que ERC conciba una manifestación como una  “autoafirmación”, por que “Esquerra no se manifiesta contra la cumbre”

“Ya que el Gobierno dice que se celebra en Barcelona porque el independentismo está acabado, es normal que el independentismo salga a la calle para demostrar que seguimos de pie”, sentenció. Para el líder del Executiu, el ‘procés' sólo se acabará cuando el independentismo así lo decida”. 

Defendió con ahínco la presencia institucional de la Generalitat en la cumbre. Y frente a las aceradas críticas que recibe de la posconvergencia, Aragonès aseveró que “Si Junts tuviera la presidencia de la Generalitat iría a la cumbre. Y bien hecho que haría. Como hizo Quim Torra en el Mobile. Porque, ¿quién es la máxima autoridad de Catalunya?", se preguntó.

Buenas relaciones vecinales

El ‘president afirmó que las relaciones con el entramado institucional francés (estado, regiones, consulado) es excelente. “Tenemos muchos intereses en la relación con Francia. El Executiu trasladará una lista de sugerencias de temas a la Moncloa, que incluyen el corredor mediterráneo, la situación del catalán en Francia y los pasos fronterizos cerrados, entre otros asuntos. Que venga Emmanuel Macron, el presidente de un Estado en el que Catalunya tiene intereses, es un acontecimiento importante y lo queremos aprovechar para nuestros intereses. Si queremos ser estado debemos pensar y actuar como un estado”, sentenció.

En lo que respecta a la negociación de los presupuestos, el ‘president’ aseguró que la parte “de lo números está muy avanzada” y que se hallaba en disposición de convocar, cuando sea `preciso, un Consell Executiu extraordinario en pocas horas para aprobarlos. Pero aceptó que la parte política del acuerdo estaba aún abierta, tras más de 20 reuniones solo con el PSC, es decir, sin contar las que también se han llevado a cabo con Junts.

Vetos cruzados

Se mostró convencido de que no habría vetos cruzados entre socialistas y convergentes y, a modo de maldad, señaló que si él, es decir, ERC, no tuviera la presidencia de la Generalitat “Junts y el PSC ya se habrían puesto de acuerdo en los presupuestos”. Es decir, una manera de simbolizar la proximidad ideológica entre ambas fuerzas en varios campos. 

Por ejemplo, en materia de grandes proyectos, que es lo que aún distancia al Govern del PSC. Es decir, el proyecto del Hard Rock, la B-40 y la ampliación del aeropuerto. “La posición distinta en estos temas no debe impedir que el acuerdo en lo que sí estamos de acuerdo se pare. Estos proyectos no tienen una vinculación con las cuentas, entre otras razones porque ni la eventual ampliación del aeropuerto y la realización de la B-40 nos corresponde a nosotros. Son proyectos del Gobierno del Estado que ha planificado el Estado. No hay partidas para ellas”.

Gestión del aeropuerto

Sobre el aeropuerto, en concreto, Aragonès apuntó “que la infraestructura debe mejorar sus conexiones intercontinentales. Para conseguir esto no depende tanto de la infraestructura sino de la gestión del aeropuerto”, sancionó.

En el día en que el principal logro de ERC en la mesa de diálogo entraba en vigor, la modificación del Código Penal que incluye la derogación del delito de sedición y la reforma del de malversación, Aragonès no se recató en sacar pecho. Sobre todo cuando, a media entrevista, saltó la noticia de que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, hacía decaer el delito de sedición de sus euroórdenes. “Antes había tres delitos, ahora dos”, señaló, recordando que el de sedición es el que mayores penas acarreaba.