Los presupuestos de la Generalitat

El PSC critica la falta de avances en la negociación de las cuentas catalanas

La alianza entre el Govern y los 'comuns' prospera con acercamientos en materia de renovables, sanidad y políticas de vivienda

El 'president' Pere Aragonès y el jefe de la oposición, Salvador Illa, en el Parlament

El 'president' Pere Aragonès y el jefe de la oposición, Salvador Illa, en el Parlament / FERRAN NADEU

Sara González

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Ni las conversaciones avanzan a buen ritmo ni hay intención por ninguna de las partes, al menos hasta ahora, de que la interlocución salte por los aires, aunque el tiempo corre y la entente no fructifica. Esta es la radiografía de la negociación que el Govern y el PSC intentan encauzar para aprobar los presupuestos de la Generalitat. El equipo de Pere Aragonès lamenta que los socialistas no le hayan hecho llegar sus propuestas, mientras que el partido de Salvador Illa critica, día sí y otro también, que no disponen de todos los números solicitados para exponer sus prioridades. Si el objetivo era cerrar las alianzas en dos semanas, antes de que las cuentas sean aprobadas por el Consell Executiu, la primera ya se ha consumido y por ahora solo prosperan los contactos con los 'comuns'.

Tanto desde el Govern como desde el PSC hay reproches cruzados. Parecía que, tras el acuerdo para derogar la sedición y ahora la aprobación de los presupuestos de Pedro Sánchez, todo debía fluir más rápidamente. Pero los unos y los otros necesitan un gesto para desencallar la situación y poder escenificar un acercamiento. La iniciativa del Executiu de poner encima de la mesa de los socialistas una docena de propuestas para desencallar la situación ha sido tachada de "ridícula" por parte de la portavoz parlamentaria, Alícia Romero, que ha insistido este viernes que sin conocer el detalle de la previsión de ingresos y de gasto por departamentos con la que trabaja el ejecutivo no hará ningún paso. A este ritmo, ha advertido, el calendario del Govern para que el debate a la totalidad en el Parlament sea antes de finales de año será "imposible".

Desconfianzas

La dirigente admite "cierto malestar" entre las filas socialistas por no haber recibido la documentación requerida. Sin embargo, fuentes del Govern aseguran que continúan las "aproximaciones" con el partido de Illa para encarrilar la negociación. "Es evidente que hay alguien que no dice toda la verdad", ha señalado Romero. La falta de avances en el marco presupuestario ha provocado que el PSC escale en decibelios su discurso contra Aragonès. Se hizo patente en la sesión de control el miércoles en el Parlament, continuó el jueves con la reprobación del 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, promovida por los socialistas y que prosperó gracias a la abstención de Junts, y ha proseguido el día siguiente con la advertencia de que, si lo consideran necesario, impulsaran la desaprobación de más miembros del Govern.

"Una cosa es ofrecerse para los presupuestos y la otra es falcar un gobierno", ha advertido Romero dando a entender que su mano tendida para una cosa no impide que no den tregua en otros ámbitos. Si una cosa molesta también a los socialistas, admiten en la dirección, es que Aragonès olvide a la hora de tratar con ellos que son el primer partido en el Parlament porque, a pesar de tener los mismos escaños que ERC (33), tuvieron más votos. La etiqueta de preferentes la siguen teniendo los 'comuns', que se han reunido de nuevo con la 'conselleria' de Economia.

Si en los anteriores encuentros abordaron con el departamento las carpetas de sanidad y de energías renovables, esta vez ha sido el turno de las políticas de vivienda, materia en la que reclaman que se suba el impuesto a los pisos vacíos, que el presupuesto llegue a los 1.500 millones de inversión y que el parque de alquiler asequible se amplíe a 5.000 viviendas. Según los 'comuns', hay "falta de ambición" y se está aún lejos de sus peticiones, pero destacan el carácter "constructivo" de la interlocución. En todo caso, la asignatura más sensible de abordar es la de la fiscalidad, en la que el Govern es poco propicio a introducir cambios ni al alza, como reclaman los 'comuns', ni a la baja, como querría Junts.

Con el PSC todo va al ralentí, pero tampoco se acelera con los posconvergentes, a quien Aragonès aún busca atar en corto a pesar de su actitud de firme oposición y que tampoco ha hecho públicas sus propuestas presupuestarias. A partir del lunes, el calendario previsto en Palau empezará a verse comprometido si no se produce ningún cambio de marchas en la negociación.