Partido Popular

Feijóo evita el choque con la crisis sanitaria de Ayuso y pide unidad pensando en las elecciones

El líder conservador no hizo referencias en su discurso y Ayuso advirtió en Génova del efecto contagio tras la manifestación en Madrid: "Nos atacan a nosotros pero luego irán a por el resto"

Feijóo y sus barones tras el comité ejecutivo de Génova.

Feijóo y sus barones tras el comité ejecutivo de Génova. / Alberto Ortega

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La crisis de la sanidad pública, cuya máxima expresión se produjo este domingo con una manifestación en Madrid contra la gestión de Isabel Díaz Ayusoinquieta en las filas populares por varios frentes. El primero, que se produzca un efecto contagio a otros territorios. La presidenta de la Comunidad aprovechó la reunión del comité ejecutivo el lunes en Génova para advertir a sus colegas de filas: “Han atacado a Madrid, pero vuestras comunidades serán las siguientes”. En público, todos los dirigentes cierran filas con la líder madrileña, asumiendo el relato de que la izquierda hace un “uso político y partidista” de un problema que en realidad afecta a toda España.

En privado, hay dirigentes que dudan de que la mejor manera para aportar soluciones sea elevar el tono como hizo Ayuso 24 horas después de la manifestación, desatendiendo las demandas laborales de los sanitarios y reduciéndolo todo a una campaña contra ella, e incluso comparando la protesta con movilizaciones independentistas en Catalunya. “No es el estilo de otros dirigentes del PP”, reconocen algunos de ellos, a pesar de que públicamente la directriz es estar “todos a una”.

Como publicó este diario, la dirección nacional del PP ha sido partidaria de “nacionalizar el asunto sanitario” desde el primer momento, dejando claro que se trata de un problema que afecta a la atención primaria (medicina de familia y pediatría) en todas las comunidades autónomas y que sería un “error” focalizarlo en Madrid porque los perjudicados, a la postre, “puede ser todo el PP”. En la cúpula nacional no son ajenos a que lo que ocurra el próximo mayo, especialmente en esa comunidad, será decisivo para el destino de Alberto Núñez Feijóo.

Y si algo tienen claro en la dirección es que para Madrid no hay mejor candidata que Ayuso. Eso implica dejar a un lado los matices y evitar críticas públicas que hagan fuerte a la oposición, según reflexionan distintos cargos. La realidad es que el líder conservador no hizo una sola mención a la manifestación del día anterior en la capital ni tampoco se dirigió expresamente a la presidenta. Se ciñó a defender la labor de oposición de su partido, distinguiéndose del histrionismo y la radicalidad de otros rivales (algunos lo entendieron también como un mensaje a la interna) y centró sus palabras en la reforma del Código Penal y la tragedia en la valla de Melilla.

En el entorno del presidente reconocen que decidió no abordar ese asunto porque quería dar toda la entidad a los asuntos nacionales que acorralan al Gobierno y porque tampoco tiene un interés especial en entrar en cada polémica que afecte a los dirigentes territoriales como Ayuso. Feijóo trata de elevar los debates y deja en manos de sus barones el asunto, que además tienen las competencias transferidas.

Lo que sí hizo, y no es un detalle menor, fue publicar una imagen con los presidentes autonómicos presentes (la madrileña, Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco y Alfonso Rueda) exhibiendo esa unidad: “Estaremos a la altura de un gran país”, escribió en su perfil de Twitter.

El PP exige una Interterritorial

Más allá del riesgo que los dirigentes nacionales ven que la cosa “se vaya de las manos”, como algunos temen si la negociación con los sindicatos en Madrid no llega a buen término, hay dos ideas principales en el argumentario del PP que comparten en las CCAA: que el Gobierno central tiene en su mano posibilitar que haya más médicos y la necesidad de que se convoquen más plazas MIR. 

Y ese es el mantra por el que seguirán apostando. El mismo lunes, la vicesecretaria de Política Social, Carmen Navarro, se reunió por la tarde con todos los consejeros del ramo en los territorios donde gobiernan, para cerrar una estrategia conjunta. La decisión fue exigir al Ejecutivo la convocatoria de un Consejo Interterritorial para que se incorporen más médicos de familia en la próxima convocatoria de médicos residentes. Además, todos coincidieron en la preocupación de que la carencia se agravará por las jubilaciones en los próximos años.