Carles Campuzano: "Cuestionar la legitimidad del Govern es estar al límite del trumpismo"

Un exconvergente se estrena como 'conseller' en un Govern monocolor de ERC. Carles Campuzano (Barcelona, 1964) encara esta nueva etapa política con prisas por imprimir sello propio en la Conselleria de Drets Socials, consciente de que la minoría parlamentaria del Executiu, tras la ruptura con Junts, no le confiere aquellos 100 días de tregua. Confía en que Catalunya tenga presupuestos para 2023 y apela a la responsabilidad de la posconvergencia, aunque no se cierra a buscar el apoyo del PSC.

En una entrevista en EL PERIÓDICO en 2015 aseguraba que "en CDC lo viejo no acaba de morir y lo nuevo está naciendo". ¿Qué le diría al Carles Campuzano de hace siete años?

Carles Campuzano, un veterano convergente con alma social

Le diría que el país es sustancialmente distinto. El espacio que representó CDC, en buena parte, ha desparecido. Tenemos una nueva realidad política que explica los cambios que se han vivido: el ‘procés’ y las consecuencias sociales, económicas y políticas de la crisis de 2008 que, como en otras partes de Europa, ha dinamitado los espacios políticos más convencionales. El país ha cambiado.

¿ERC es la nueva Convergència?

Las decisiones que ha tomado ERC en los últimos meses, incluida la de la incorporación de 'consellers' independientes en el Govern, van en la dirección de construir un proyecto político lo más amplio posible. Un país con la complejidad identitaria de Catalunya es bueno que tenga proyectos políticos que aspiran a superar las fronteras ideológicas del mundo del que uno es propio. Es bueno que el papel que jugó la Lliga, ERC, Convergència o el PSC, Esquerra lo aspire a jugar ahora. Al país le conviene partidos que articulen amplias mayorías, al país le conviene 'pals de paller'. Y ERC aspira a ser 'pal de paller'.

¿Se afiliará a Esquerra?

No, no lo tengo previsto.

¿Qué queda de Convergència en Junts? 

De CDC queda toda una tradición política que se reivindica desde varios lados. Queda una forma de hacer política de la mejor CDC que hoy se reivindica también desde este Govern. Entiendo que hay gente en Junts que lo reivindica, en algunos momentos parece que también dentro del PSC. En Junts debe quedar una parte de los votantes de CDC, aunque hoy muchos votan a ERC.

La salida del Govern, el 'caso Dalmases'... ¿Jordi Turull se ha puesto de perfil y se han impuesto las tesis de Laura Borràs?

No puedo juzgar la dinámica interna de otro partido. Necesitamos un Junts ordenado, que recupere el sentido de la responsabilidad y que ponga en valor valores que históricamente CDC había defendido: la estabilidad. Ya tendremos tiempo de ir a las elecciones, ya llegará ese momento.

"Queda una forma de hacer política de la mejor CDC que hoy se reivindica también desde este Govern"

Junts ha planteado que el Govern del cual forma parte no tiene legitimidad democrática. ¿Este discurso fomenta la antipolítica?  

Cuestionar la legitimidad de este Govern es estar al límite del trumpismo. Este es un Govern legítimo porque fue investido por el Parlament como tocaba. El Estatut y las leyes internas de Catalunya regulan que si a este Govern se le quiere hacer caer hay un mecanismo que es la moción de censura. Es evidente que hoy no hay una mayoría alternativa para echar a ERC, que yo sepa. A no ser que Junts pretenda pactar con el PSC, los 'comuns' y la CUP para hacer caer al 'president' Pere Aragonès. Algún diputado de Junts defendía que se tenía que investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat para que convocara elecciones. Me parece estrambótico que alguien de Junts tenga este tipo de ideas.

Tras la ruptura, ¿ve posible la reedición de un Govern entre ERC y Junts tras unas elecciones?

ERC y Junts están condenados a seguir hablando. Parte del votante independentista continua entendiendo que se deben poder entender. La reflexión que debe hacer Junts es cómo quiere recuperar su capacidad de diálogo con ERC después de haber provocado una consulta que les ha abocado a salir del Govern y que les ha hecho profundizar en su crisis interna.

¿El Govern ha aparcado definitivamente la unilateralidad?

El Govern está comprometido con el diálogo y la búsqueda del acuerdo, y es consciente de que se necesita tiempo porque lo que sucedió en octubre de 2017, el choque de trenes, fue muy contundente. Recoser mayorías y confianzas para construir las salidas políticas requerirá tiempo, pero no hay alternativa a que la solución no esté vinculada a que los catalanes puedan decidir su futuro político. La opción es el diálogo, no hay otra. 

¿Votaría 'sí' en otro referéndum sobre la independencia de Catalunya?

Voté 'sí' el 9-N, el 1-O y, cuando me afilié a las JNC, en el 1982, era independentista. 23 años de diputado en Madrid no me han dado ningún motivo para dejar de serlo. Otra cosa es que esté muy convencido de que necesitamos mayorías amplias y reforzadas, y que la vía para acceder a ello sea dialogada y acordada. 

¿Se sentará en la mesa de diálogo?

Estoy para lo que Aragonès disponga.

El Gobierno impulsa la derogación del delito de sedición que facilita el retorno de Marta Rovira y que Oriol Junqueras pueda volver a ser candidato acortando su inhabilitación. ¿Se está ‘neutralizando’ el conflicto como decía Pedro Sánchez sobre la mesa de diálogo?

Nego la previa. Esto no se hace por unos nombres en concreto, sino para restar fuerza penalizadora al Estado contra el independentismo. Y el conflicto político sigue plenamente vigente. Ahora se da un paso en el camino hacia el fin de la judicialización, pero falta todavía mucho trabajo.

"Tengo la convicción de que el Govern trabajará para que tengamos las mayorías que sean para que haya presupuestos"

¿El delito de malversación también se debería retocar?

Hemos construido en general un Código Penal para luchar contra la corrupción que quizá deberemos revisar. Utilizar la malversación para afrontar hechos que sucedieron en el 'procés' siempre me pareció un disparate. No puedes comparar la gente que tomó decisiones para facilitar que los ciudadanos pudieran votar el 1-O con quien ha puesto la mano en la caja para enriquecerse. Moralmente es indiscutible que estamos ante realidades muy diferentes.

¿ERC debería haber votado a favor de la reforma laboral?

No me puedo pronunciar sobre lo que hicieron en el pasado, pero siempre que digo que los acuerdos entre los interlocutores sociales, entre sindicatos y representantes de los trabajadores, vale la pena que los parlamentos los respeten. En mi anterior vida voté siempre a favor de las reformas laborales pactadas entre los interlocutores, eso sí, procurando, en el trámite parlamentario, mejorarlas. 

El trabajo de su Conselleria depende de unos presupuestos para 2023. Entre una prórroga o pactarlos con el PSC, ¿qué elige?

Hay que ser serio. Cuando uno elabora un presupuesto y este mismo se pone, 'grosso modo', sobre la mesa, aquellos que lo construyeron, y que fue su mejor legado en la etapa de Govern, deben ejercer su responsabilidad. Se me escapa qué motivos tienes para no apoyarlo. Y si esto no puede ser, no se descarta ninguna opción. Los 'consellers' siempre queremos tener presupuestos aprobados. Si no, vamos a una prórroga que nos garantizará los recursos, pero que nos dificultará la gestión.

¿Por qué no se normaliza un pacto de presupuestos con el PSC igual que en Madrid se pacta con el PSOE?

Todo tiene su momento. Estamos en el momento de continuar exigiendo a Junts responsabilidad y seriedad y, a la vez, tenemos abiertas conversaciones con todos los grupos. Veremos en las próximas semanas qué evolución tiene todo esto, pero tengo la convicción de que el Govern trabajará para que tengamos las mayorías que sean para que se aprueben a principios del próximo año.

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