El debate sobre la tragedia

Tres puntos oscuros en la masacre de Melilla

Multimedia | Masacre en Melilla: 10 errores para una investigación

La territorialidad del escenario de los hechos, la actuación policial y la suficiencia o carencia de ayuda médica, tres incógnitas clave

24/06/2022 Subsaharianos tendidos en el suelo, varios de ellos moviéndose, en un video de la AMDH de Nador. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) de Nador, la ciudad de Marruecos más cercana a Melilla, ha informado de la muerte de al menos dos gendarmes de la Policía de su país y seis migrantes de origen subsahariano TRAS UN SALTO DE LA VALLA. SOCIEDAD AMDH-NADOR

24/06/2022 Subsaharianos tendidos en el suelo, varios de ellos moviéndose, en un video de la AMDH de Nador. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) de Nador, la ciudad de Marruecos más cercana a Melilla, ha informado de la muerte de al menos dos gendarmes de la Policía de su país y seis migrantes de origen subsahariano TRAS UN SALTO DE LA VALLA. SOCIEDAD AMDH-NADOR

Juan José Fernández

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Cuatro meses permaneció la queja por la masacre de la valla entre Melilla y Nador embalsada en el ámbito de las oenegés de la inmigración, sin atronar políticamente hasta que la pasada semana la BBC anunció un reportaje que examina uno de los extremos más controvertidos del caso: si la avalancha de migrantes en la que fallecieron al menos 23 subsaharianos ocurrió en territorio español.

Ese es hoy el vértice en torno al cual gira el huracán político desencadenado sobre la figura del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y también la incógnita de mayor peso de tres principales en las que no cuadran las versiones del Gobierno y las de las oenegés y diversos partidos.

1.- De quién es el lugar donde murieron los migrantes

Una línea azul en el mapa del Catastro demarca lo que la jerga fiscal llama ‘parcela 122’ en el Barrio Chino de Melilla. Esa línea azul es también la de la última linde del territorio español.

El Catastro de Melilla se atiene a las fronteras marcadas por acuerdos de España con el sultán de Marruecos entre 1862 y 1869. Los funcionarios metieron en ese mapa oficial la parcela en la que hoy está el paso fronterizo. Burocráticamente es un “edificio singular”; técnicamente, un porche; y para la historia, el punto que en la madrugada del 24 de junio de 2022 asaltaron 2.000 migrantes subsaharianos tratando de cruzar a Europa.

La parcela 122 incluye el puesto fronterizo, su marquesina, sus corredores de seis metros entre alambradas y también el patio que lo antecede desde Nador, donde Marruecos tiene un puesto de control coronado con una gran bandera roja estrellada.

Fiscalmente, pues, son España las dos puertas en las que, cuando fueron forzadas, se atascó la multitud de migrantes, y el patio en el que los gendarmes amontonaron los cuerpos. Pero policialmente esa parcela 122 es “zona de nadie”, “zona operacional conjunta” -dependiendo de a qué fuente se consulte- o, en cualquier caso, una zona de tránsito de un país a otro. "Ninguna tragedia ocurrió en territorio español", ha reiterado el ministro Marlaska a preguntas de EL PERIÓDICO.

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Tres detalles del mapa catastral de Melilla, con la parcela 122, donde está el puesto fronterizo español, y el patio y el otro puesto que gestiona Marruecos. La línea quebrada azul es la de la linde... catastral. / El Periódico

En 1998, el Gobierno de José María Aznar cedió parte de la parcela a Marruecos. Lo hizo de forma tácita, porque convenía al trazado de la nueva verja fronteriza que estaba construyendo.

Desde entonces, esa es zona de nadie “bajo control policial marroquí”, dicen fuentes policiales, aludiendo a que es la gendarmería la que vigila y actúa en esa franja de terreno. Y discrepa Enrique de Santiago, líder del PCE y diputado de Unidas Podemos, uno de los miembros de la Comisión de Interior del Congreso que ha visitado Melilla: “En Derecho, las zonas de nadie no existen”

En la praxis del derecho internacional, una zona pertenece a quien ejerce sobre ella la soberanía de forma efectiva y sin oposición de otros.

2.- ¿Se pudo hacer más por los hombres aprisionados?

Fuentes cercanas al operativo que intervino aquella mañana -al comienzo compuesto únicamente por diez guardias que se vieron desbordados- sostienen que cuando se produjo la avalancha la unidad policial se había alejado 50 metros del puesto fronterizo. Lo hicieron para retirar a dos agentes heridos y para guarecerse de un intenso apedreo con el que los subsaharianos trataban que no les impidieran el salto a territorio español.

Una ambulancia formó parte del operativo en el lado español el 24 de junio. Evacuó a dos guardias civiles y a once migrantes heridos.

Una ambulancia formó parte del operativo en el lado español el 24 de junio. Evacuó a dos guardias civiles y a once migrantes heridos. / GC

“No nos enteramos de que había muertos hasta dos horas después. Marruecos no informaba”, relatan estas fuentes.

La clave está en si el drama se desarrollaba ante sus ojos o no. Y eso puede quedarse en la oscuridad de la investigación de la Fiscalía: al estar el paso fronterizo clausurado desde hacía más de un año, no estaban encendidas las videocámaras de su interior.

El dispositivo policial marroquí no incluyó sanitarios. En el lado español, una ambulancia evacuó a los guardias heridos... y también a once migrantes de los que consiguieron pasar a Melilla saltando por el tejado. Uno sufría un traumatismo en el ojo, y fue operado en el hospital de Melilla. Otro presentaba fractura maxilofacial inferior y hubo que operarlo en la península. Otro tenía una brecha en la cabeza, y fue atendido también en el hospital. Los otros ocho sufrían heridas en pies, rodillas y muslos. Todos los evacuados recibieron el alta y están cursando peticiones de asilo.

Al ganar territorio español, los once se habían herido de suficiente gravedad como para no poder ser objeto de esa figura legalmente prevista en los asaltos a la valla, el “rechazo en frontera”, que sí se aplicó a heridos más leves que podían caminar. En varios centenares de casos el Defensor del Pueblo considera no suficientemente soportada por la ley la devolución a Marruecos.

El punto de choque en esta cuestión es si ese despliegue sanitario fue suficiente. Y si los agentes podrían haber liberado a los migrantes aplastados entre las puertas y los tornos. “Al estar el puesto cerrado, los tornos están bloqueados: ni abren ni cierran”, explican fuentes policiales en Melilla.

3.- ¿Fue adecuada la actuación policial?

Marlaska reitera a quien le pregunte que aquel día la actuación de la Guardia Civil fue “legal, proporcionada y precisa”.

Los antidisturbios dispararon en el lado español más de 60 pelotas de goma y más de 80 botes de gas, según les detalló a los diputados en su visita a Melilla el teniente coronel jefe accidental de la comandancia de la Guardia Civil.

“Ese material es legal, y los agentes tenían orden de impedir una entrada violenta en el territorio”, recuerdan fuentes de Interior, que no olvidan mencionar un saldo de 55 guardias heridos en aquella jornada.

Pero diversas voces policiales consultadas ya criticaron en junio pasado el uso de gas por los gendarmes considerando que, si bien en terreno abierto puede ser eficaz y no lesivo ante grupos numerosos de personas, no es eficaz ni inofensivo si esas personas están atrapadas: “El gas genera aún más confusión entre una multitud enloquecida o sometida a momentos de pánico”.

Una imagen tomada por dron el 24 de junio. La Guardia Civil, alejada del paso fronterizo del Barrio Chino, controla a los migrantes que van consiguiendo pasar.

Una imagen tomada por un dron el 24 de junio. La Guardia Civil, alejada del paso fronterizo del Barrio Chino, controla a los migrantes que van consiguiendo pasar. / El Periódico

Los botes se dispararon, apuntan las fuentes consultadas, tratando de impedir que los migrantes saltaran por encima del puesto fronterizo tras ganar el tejado -supuestamente pisando en la escalada a los atrapados en las puertas-, y puede que un análisis detenido de los vídeos lleve a esclarecer si el gas se disparó en lado español siendo evidente o siendo invisible la avalancha. El asunto cambia mucho en un caso u otro.

Aunque a este lado la contención policial fue mucho más suave que la marroquí, ni la verja, ni los tornos, ni los corredores de alambre a los que dan acceso impiden el paso del gas, “ni evitan que las personas queden cegadas en ese momento”, argumentan.

En cualquier caso, ningún vídeo muestra “cargas” de la Guardia Civil contra los migrantes, como se ha publicado. Otras acusaciones, sobre supuestos arrastres de cuerpos por gendarmes desde lado español a lado marroquí no han sido acreditadas aún por la Fiscalía.

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