Demanda de su examante

El rey emérito justifica su inmunidad ante la justicia británica porque el CNI defendía "actos soberanos"

Su defensa alega que no se pueden separar las funciones públicas de las privadas y que por eso no debería ser procesado

Archivo - El rey emérito Juan Carlos I a su salida de Madrid con dirección Abu Dabi tras su visita a España (Imagen de archivo)

Archivo - El rey emérito Juan Carlos I a su salida de Madrid con dirección Abu Dabi tras su visita a España (Imagen de archivo) / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

A. Niubó

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En la sala 74 del Tribunal de Apelaciones de Inglaterra y Gales, se dirimió este martes una nueva batalla judicial entre Corinna Larsen y Juan Carlos I con la ausencia de los dos protagonistas. Ella lo siguió desde su casa de Londres y él desde su exilio de Abu Dabi. Los tres jueces escucharon el recurso de la defensa del rey emérito para pedir su inmunidad entre 2012 y el 19 de junio de 2014, cuando abdicó. La sesión duró seis horas y en ella las dos partes trataron de convencer a sus señorías de sus argumentos. Básicamente, la defensa de Don Juan Carlos esgrimía que no se puede separar la faceta pública y la privada de un jefe de Estado y que por tanto sus acciones deberían estar cubiertas por la inmunidad, mientras que la acusación sostenía que actuó por un interés personal y que, por tanto, no debería tenerla.  

"Las alegaciones pre-abdicación y la conducta que se le presupone, vistas en contexto y teniendo en cuenta significado y tiempo, solo pueden ser entendidas como una actuación de estado", expuso Timothy Otty, el abogado del rey emérito, del prestigioso gabinete Carter Ruck. "Simplemente los individuos privados no están en una posición para poder influir en los jefes de los servicios de inteligencia -añadió-, no están en posición de organizar, dirigir y desplegar operaciones de inteligencia llevadas a cabo en el extranjero". Por su parte, James Lewis, el abogado de Larsen, citó la frase de Luis XIV, "el Estado soy soy, todo lo que hago si soy un jefe de Estado es un acto de Estado, esto no es correcto. Los únicos poderes que tiene un jefe de Estado son los que le da la constitución". 

Compensación sin especificar

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 58 años, presentó en diciembre de 2020 en el Tribunal Superior de Londres una demanda contra Juan Carlos I, de 84 años, por acoso, intimidación y difamación en sus domicilios y oficinas de Londres, Suiza y Mónaco. Pide una compensación económica sin especificar por los daños psicológicos, familiares y empresariales, por la pérdida de clientes de su empresa de relaciones públicas de lujo, Apollonia Associates. Corinna y Juan Carlos tuvieron una relación amorosa entre 2004 y 2009. Ella lo definió como “su marido de corazón” en el podcast publicado el día antes de la vista y rechazó varias veces sus propuestas de matrimonio.  

En 2012, Juan Carlos le entregó 100 millones de dólares, según ella para que actuara como testaferro y no tenerlos que declarar en España. Cuando ella no quiso devolverle el dinero, empezó el supuesto acoso que se extendió entre 2012 y 2020. En marzo de 2021, el juez Matthew Nicklin, que lleva el caso en el Superior, aceptó la causa y denegó la inmunidad al emérito. Su defensa apeló. El 27 de julio, la apelación negó su inmunidad post-abdicación. Este martes se abordó su inviolabilidad antes de la abdicación. La resolución, se espera para dentro de un par de meses. El juicio al rey emérito podría empezar en 2024 por el periodo de 2014 a 2020 y queda pendiente saber si también por el plazo de 2012 a 2014, a no ser que las dos partes lleguen a un acuerdo extrajudicial antes.