Conducta polémica

Caso Francesc de Dalmases, hablan otras cinco afectadas: "Sufrí humillaciones e intimidación"

Escucha los audios de las cinco mujeres que denuncian "abuso de poder" de Dalmases

Caso Dalmases: la invisible gota malaya que topa con un muro social y judicial

Nuevos testimonios aseguran haber sufrido "mobbing", "abuso de poder" o insistencia indeseada por parte del diputado de Junts

El diputado de Junts, Francesc de Dalmases, en una comparecencia en el Parlament

El diputado de Junts, Francesc de Dalmases, en una comparecencia en el Parlament / QUIQUE GARCÍA / EFE

Sara González

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Hay quien dentro de Junts considera que la figura de Francesc de Dalmases es "insostenible dentro y fuera del partido". Fue obligado a dimitir como vicepresidente de la formación, pero todavía conserva su escaño en el Parlament y, este jueves, la comisión del estatuto del diputado evaluará si debe ser sancionado por incumplir el código de conducta de la Cámara. Y es que después de que se conociera (y se acreditara por varios informes) que el principal escudero de Laura Borràs intimidó a una periodista del ‘Faqs’ de TV-3, otras personas han alzado la voz asegurando haber sido también damnificadas por su conducta. El episodio en la televisión pública catalana fue el detonante para que otros tres periodistas denunciaran en julio su forma de proceder, pero también para que dos diputadas de su propio partido, JxCat, revelaran en la reunión de la ejecutiva de la semana pasada que habían sufrido presiones y vejaciones por parte de Dalmases.

EL PERIÓDICO DE CATALUNYA ha podido hablar con otras cinco personas -algunas de ellas han mantenido con el político posconvergente una relación de tipo profesional y personal, pero otras no- que aseguran haber sufrido "acoso laboral", "abuso de poder", "maltrato psicológico" o una insistencia indeseada de Dalmases por citarse con ellas. Todas ellas piden anonimizar su identidad, pero algunas hablan en primera persona para explicar lo vivido con la voz distorsionada.  

La "connivencia" de Borràs

"Es arrogante y prepotente. Intenta primero alabarte y, si no piensas como él o actúas a su manera, empieza a desprestigiarte en público y en privado. Me trató vejatoriamente. Sufrí 'mobbing', humillaciones e intimidación". Así define una extrabajadora cómo la trató Dalmases durante la etapa en que Borràs era 'consellera' de Cultura, función que ostentó entre junio de 2018 y marzo de 2019. A pesar de que el diputado de Junts no tuvo nunca ningún cargo en el Departament, la afectada relata que "interfería en el día a día" por su "afán de poder", cosa que provocaba quebraderos de cabeza respecto al protocolo cuando acudía a actos o viajes oficiales acompañando a la 'consellera'. Para todo ello contó con la "connivencia" de Borràs. "Me ridiculizaba. Refiriéndose a mí, le decía a la titular de Cultura: "¿Esta subordinada tuya qué me está diciendo?", explica.

"Si no piensas como él o actúas a su manera, empieza a desprestigiarte en público y en privado"

Al final, acabaron echando a la trabajadora. Pero, antes, intentaron que fuera ella la que se marchara. "Me ofrecieron que cogiera una baja larga, que volviera y dijera que no podía continuar. Me negué", sostiene. Necesitó terapia psicológica para gestionar la situación y, a pesar de que en estos casi cuatro años apostó por el silencio, que saliera a la luz el incidente de Dalmases con la periodista del 'Faqs' le "despertó todo lo vivido". Si habla ahora, asegura, es porque no quiere que nadie más sufra una situación similar. "Es igual de grave que él actúe así como que tenga quien se lo consienta", concluye.

Un "patrón" de comportamiento

Otro testimonio asegura que tuvo una relación sentimental con Dalmases y que la trató como "un trapo sucio". Contactó con ella a través de las redes sociales y que después ejerció "abuso de poder y maltrato psicológico", como explica en el audio publicado por este diario. En su caso, el primer contacto se produjo en pleno auge del 'procés', cuando él todavía no era diputado y ella pasaba una mala época personal, y se alargó durante meses. Todo empezó con el ofrecimiento de escribir artículos en la revista que dirigía y la petición de citarse. La relación se fue estrechando a golpe de intercambio de información de tipo profesional.

"Me trató como un trapo sucio. Todo era estar a su merced"

"Pero un día, de repente, me dijo que estaba enamorado de mí. En aquel momento yo atravesaba un mal momento personal y laboral y decidí valorar la posibilidad de conocerlo. Más tarde nos enrollamos y empezó lo que parecía una relación estable, con intercambio de mensajes románticos diarios y confidencias personales sobre sus hijos y su vida. A partir de entonces, yo aún no lo sabía, todo sería estar a su merced", sostiene.

Quedaban cuando él quería y, de repente, "empezaban las evasivas" y el discurso de que él tiene una familia o que "podría ser su padre" -se llevaban casi 20 años-, como acreditan los mensajes privados que recibía. Cuando ella intentaba hacerse a la idea de que era tema cerrado, él reaparecía. "Me elogiaba por algún artículo o reflexión, me volvía a atrapar, pero solo quedábamos cuando él quería. Daba por acabada la historia, pero luego volvía a aprovechar cualquier contexto para escribirme", relata.

"Me elogiaba por algún artículo o reflexión, me volvía a atrapar, pero solo quedábamos cuando él quería"

La relación se interrumpió y se reprendió una segunda vez, cuando él era ya diputado del Parlament, aprovechando que ella había hecho una crítica pública a Junts por Twitter. Al final, asegura, acabó descubriendo que tenía un "patrón" de comportamiento porque conoció a otras dos mujeres a las que "les había hecho lo mismo" y otras dos con las que lo intentó "aprovechando su estatus de diputado". "Tú sabes lo que les haces a las mujeres, no quiero saber nada más de ti. Necesito respirar de una vez", le acabó diciendo una de las últimas veces en que él la volvió a contactar para consultarle su opinión.

La influencia del cargo

Ese "patrón" es también el que señala un tercer testimonio que explica cómo vivió una situación similar. "No nos conocíamos personalmente, pero me contactó por las redes sociales. Quedamos, hubo un componente sentimental y, después, se interrumpió la relación", sostiene. Reapareció al cabo de meses, cuando ya era parlamentario, y compartía con ella informaciones de tipo político en señal de confianza y le pedía que se vieran. "Insistía en quedar, pero después no se presentaba o tardaba meses en poner una fecha mientras seguía insistiendo. Un día vino a mi casa, se insinuó y luego se fue", afirma. Define el comportamiento de Dalmases como un "abuso de poder" en el que utiliza su cargo para tener ascendencia e influencia sobre las mujeres en las que está interesado.

Otras dos afectadas describen cómo el dirigente las contactaba con frecuencia por las redes sociales para intentar quedar con ellas, a lo que no accedieron. "Empezó hablándome de mi trabajo, intentó invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo monólogos, porque cuando me hacía propuestas yo no respondía. Solo contestaba cuando eran comentarios del ámbito profesional", explica una de ellas. Aún así, durante dos años, y de forma recurrente, él le enviaba fotos de su vida privada o le explicaba asuntos personales. "No me ignores", le enviaba él ante la falta de 'feedback'.

"Intentó invitarme a un café, a cenar, al teatro... Iba haciendo monólogos, yo no le respondía"

Una víctima como "excusa"

La otra afectada recibió también múltiples mensajes privados por Twitter primero y, después, por Signal e Instagram. De hecho, Dalmases acabó consiguiendo su teléfono supuestamente por una consulta de tipo profesional. Ella es abogada y él le pedía asesoramiento "utilizando a una víctima de violencia de género como excusa". Pero Dalmases aprovechó la ocasión para insistir "por tierra, mar y aire" que quedaran. Nunca pasó. Ella le pedía "silencio", le explicitó en varias ocasiones que prefería que no siguieran hablando ni que le enviara mensajes de ningún tipo. Pero él encontraba siempre una excusa para volverle a escribirle e ignorar la petición de la afectada.

"Le volví a decir que no y acabó persiguiéndome por todo el plató"

Más allá de estos cinco testimonios, otro episodio, en este caso puntual, de insistencia indeseada explica que vivió una exdiputada que coincidió con él en el Parlament en la pasada legislatura. Estaban en un plató de televisión tras un debate electoral y él se acercó para proponerle quedar para tomar un café. "No lo conocía de nada, le dije que no. Pero insistió. Le volví a decir que no y acabó persiguiéndome por todo el plató. Fue una situación muy desagradable", concluye. Contactado por este diario, Dalmases ha respondido que en estos momentos está de baja por motivos de salud pero que estará a disposición para responder cuando tenga la autorización médica para ello.