Crisis en Junts

El declive de Francesc de Dalmases, en cuatro actos

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La dimisión parcial de la mano derecha de Laura Borràs por intimidar a una periodista se entrelaza con la guerra interna del partido

El diputat de Junts Francesc de Dalmases, en un pleno del Parlament

El diputat de Junts Francesc de Dalmases, en un pleno del Parlament / BERNAT VILARÓ / ACN

Sara González

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El estreno de Junts en el rol de oposición tras su salida del Govern ha estado empañado por, al menos, dos episodios: la polémica contratación de Desokupa, finalmente rescindida, por parte del alcalde de Premià de Dalt y la dimisión de Francesc de Dalmases, mano derecha de Laura Borràs, como vicepresidente de Junts, por haber intimidado a una periodista de TV-3. Este último episodio hay que enmarcarlo dentro de la guerra sin cuartel entre los partidarios y los detractores de la presidenta del partido, especialmente recrudecida desde la drástica decisión de salir del Govern.

Y es que el polémico capítulo protagonizado en julio por el principal escudero de Borràs, acreditado por informes internos y externos además de las informaciones periodísticas, no ha hecho más que dar un espaldarazo al sector de Junts que considera que el timón de las siglas no puede estar en manos de dirigentes abonados a la estridencia y a la temeridad política y a los que atribuyen una conducta "insostenible" dentro y fuera de la formación. El secretario general, Jordi Turull, mantiene por ahora un papel discreto a sabiendas que la erosión de Dalmases debilita a Borràs. Un declive del aún diputado en el Parlament que se explica en cuatro actos que entrelazan una actitud individual con una crisis global en Junts.

El detonante: la intimidación a una periodista

Más allá de aparecer siempre públicamente al lado de Borràs, la figura de Dalmases pasa a ser polémica desde el momento en que el 18 de julio dos medios de comunicación, 'Nació Digital' y 'El Diario', revelan que el vicepresidente de Junts y diputado en el Parlament <strong>intimidó a una periodista </strong>del extinto 'Faqs' de TV-3. Sucedió tras la entrevista que hizo el programa el 9 de julio a Borràs en una semana en la que estaba a las puertas de la apertura del juicio oral por el presunto amaño de contratos durante su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes que le acabó costando la <strong>suspensión como presidenta</strong> de la Cámara catalana.

Descontento con la entrevista, Dalmases agarró del brazo a la subdirectora del programa y la abroncó en un camerino con insultos y golpes en el mobiliario y las paredes. Todo en presencia de la misma Borràs y de sus dos principales asesores. En un inicio, el diputado intentó negar los hechos. Después, buscó rebajarlos a una "discusión encendida" e incluso hubo presiones para que la afectada diera por cerrado el asunto. Fue censurado por la CCMA y por las principales asociaciones de periodistas y prácticamente nadie en Junts, a excepción de Borràs y dirigentes de su órbita como Aurora Madaula o Jaume Alonso-Cuevillas, le dieron apoyo. El partido abrió una investigación interna y, en el Parlament, ERC, PSC, CUP y 'comuns' pidieron que se estudiara una sanción por incumplimiento del código de conducta que deben cumplir los parlamentarios.

La rehabilitación: a partir de la salida del Govern

El episodio forzó a Dalmases a apartarse de la primera línea del foco mediático y se redujeron drásticamente las imágenes junto a Borràs, además de dejar de acompañarla a otras entrevistas. La suspensión de la presidenta del Parlament acabó eclipsando la polémica de su mano derecha. Ya entonces hubo quien dentro de Junts pidió que Borràs diera <strong>un paso al lado</strong>, un malestar que creció ante el tono que tomó la manifestación de 200 personas afines a las puertas de la Cámara catalana y su flirteo con el grupo de personas que rompieron el minuto de silencio en la conmemoración de los atentados del 17-A.

Fue tras el parón estival y el pulso por decidir en una consulta si se rompía o no con ERC cuando Dalmases recuperó terreno. Borràs y toda su órbita venían de ver cómo los afines de Turull ganaban las elecciones internas territoriales e hicieron campaña activa para salir del Govern, opción contraria a la que defendían los 'consellers' del partido. Su apuesta prosperó, a la interna se giraron las tornas y Dalmases pareció verse rehabilitado tras comparecer en el Parlament para explicar su versión del incidente con la periodista.

El informe: la dimisión forzada

Pero lejos de dar el polémico episodio por zanjado, Junts prosiguió con el expediente interno abierto. El pasado fin de semana el Consell Nacional se reunió por primera vez para hacer catarsis y <strong>conjurarse para cerrar filas</strong> con el nuevo rol en la oposición. Pero la herida por la salida del Govern continuaba abierta en el partido y así se hizo evidente en la intervención de algunos alcaldes. Al día siguiente, 'Nació Digital' publica el resultado de la investigación sobre Dalmases capitaneada por la abogada Magda Oranich, que preside el comité de garantías de Junts, y que concluye que la periodista del 'Faqs' se sintió intimidada.

Pero más allá del documento, Oranich revela que <strong>Borràs intentó presionarla</strong> para cambiar el sentido del informe y que también otras dirigentes del partido le habían confesado que habían sufrido presiones e increpaciones de Dalmases. Además, éste responde con una carta tachando de "tendencioso" el expediente liderado por Oranich. Su respuesta acaba siendo la gota que colma el vaso y la ejecutiva fuerza<strong> su dimisión como vicepresidente</strong> en una tensa reunión de la cúpula en la que fuentes presentes relatan que se le "cantó las cuarenta" a Borràs, que intentó por todos los medios salvar a su mano derecha.

El futuro: su condición de diputado

Dalmases ha salido de la dirección de Junts, pero sigue siendo diputado. En el Parlament ya no será miembro de la comisión de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, pero sí continua presidiendo la de Exteriors. Es por eso que tanto desde el partido como desde la institución se ha redoblado la presión sobre él. En la ejecutiva en la que acabó dimitiendo, dos diputadas manifestaron por primera vez en un espacio formal que habían sufrido situaciones similares a la que padeció la periodista intimidada. Tras la reunión, un sector del partido se ha activado para recabar el 20% de firmas del Consell Nacional para que se valore si debe ser expulsado del grupo parlamentario -el escaño es personal e intransferible- y sostiene que la<strong> comisión de garantías</strong> puede actuar de oficio tras el informe de Oranich.

Por otro lado, el informe interno y la presión de grupos como ERC, la CUP y los 'comuns' han forzado a <strong>Jaume Alonso-Cuevillas</strong> -próximo a Borràs- a convocar finalmente la comisión del estatuto del diputado, la que debe estudiar una posible sanción a Dalmases. Tras tres meses bloqueado, el órgano se reunirá este jueves.

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