Resolución

El Supremo rechaza anular con urgencia la presidencia de Mozo en el CGPJ

No ve motivo de especial urgencia para resolver sobre el nombramiento del sustituto de Lesmes sin escuchar antes al propio órgano

Rafael Mozo, en un pleno del CGPJ.

Rafael Mozo, en un pleno del CGPJ. / EP

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El Tribunal Supremo ha rechazado dejar en suspenso, sin escuchar antes al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la presidencia de Rafael Mozo como sustituto de Carlos Lesmes, en este órgano, acordada por el pleno del pasado día 13. La decisión supone no aplicar la medida solicitada por el magistrado y vocal del Consejo General del Poder Judicial Wenceslao Olea y por el secretario general del órgano de gobierno de los jueces, José Luis de Benito, al no apreciarse las circunstancias de especial urgencia alegadas por ambos en sus respectivos recursos.

La posible suspensión de Mozo volverá a analizarse como medida cautelar, pero una vez se conozcan las alegaciones que presentará el propio CGPJ a través de la Abogacía del Estado, a la que se ha dado traslado de la decisión adoptada por una Sala compuesta por los magistrados Octavio Herrero, José Antonio Montero, Celsa Pico, José María Bandrés y Eduardo Espín. En cumplimiento del artículo 131 de la ley de la jurisdicción contencioso-administrativa, el plazo para la presentación de estas alegaciones es de diez días.

Riesgo de nulidad

El auto, notificado este miércoles, explica que recurso de Olea fundaba su solicitud en que el ejercicio de sus atribuciones por el designado suplente del presidente del Consejo supondría el funcionamiento y la adopción de acuerdos por parte del CGPJ con una composición contraria a derecho, ocasionándose así, presumiblemente, la nulidad de miles de resoluciones sobre la carrera judicial, así como de otros acuerdos de trascendencia institucional y constitucional.

A todo ello, el Supremo responde que no es posible acceder a lo solicitado al no acreditarse que el acuerdo impugnado ocasione daños irreparables en la esfera jurídica del recurrente que hagan imprescindible adoptar con especial urgencia e inaudita parte la medida cautelar que se pretende.

El recurso de Olea forzaba al alto tribunal a pronunciarse en 48 horas sobre la designación de Rafael Mozo para sustituir al que fuera presidente del órgano de gobierno de los jueces hasta su dimisión la pasada semana, Carlos Lesmes. Se trata de uno de los vocales más leales al expresidente y fue el único que votó en contra de esta designación, frente al apoyo que Mozo tuvo de 16 de sus compañeros.

En su impugnación, Olea pide la anulación del acuerdo por no ser conforme a derecho y también solicita que, mientras se resuelve o no sobre el fondo, la elección de Mozo quede en suspenso como medida cautelarísima. Esta petición es la que forzó a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal, a la que pertenece el propio Olea, a pronunciarse 'inaudita parte' -sin consultar al propio Consejo- y en el plazo de 48 horas.

Ahora podría darse el caso de que el Supremo resolviera las impugnaciones después de que se produjera la renovación del órgano de gobierno de los jueces, si realmente está tan próxima como desde el PP y el PSOE se sostiene.

Bicefalia

La bicefalia que se vive en el Poder Judicial se ha hecho palpable este mismo martes, en la toma de posesión de la exfiscal general Dolores Delgado como fiscal de Sala de lo Militar. El acto ha estado presidido por Francisco Marín Castán, como presidente del alto tribunal, escoltado por los miembros de la Sala de Gobierno del Supremo.

Delante del estrado ocupado por el actual fiscal general, Álvaro García, y otros miembros de la fiscalía, se instaló una silla para el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Rafael Mozo. Fuentes del alto tribunal señalaron que es el lugar que suelen ocupar los expresidentes del Tribunal Constitucional o del Poder Judicial cuando acuden a algún acto. De tal forma que si Lesmes hubiera querido asistir habrían tenido que compartir espacio.