Último barómetro del CIS

Tezanos calienta el duelo del Senado: catapulta a Sánchez y siembra dudas en torno a Feijóo

El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorga al PSOE el mejor resultado en estimación de voto de lo que va de legislatura, un 32,7%

tezanos bolanos

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La publicación de los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no se hace un día fijo del mes, por ejemplo, cada día 20. El de octubre se dio a conocer el 17, el de septiembre el día 15, el de julio el 19, el de junio el 13, el de mayo el 19. Al no estar tasada, la elección de la fecha se puede prestar fácilmente a sospechas, y la entidad pública dedicada a la sociología no está últimamente para que la zarandeen las sospechas. Hay expertos, como Narciso Michavila, jefe de GAD3, que cuestionan la metodología y los resultados del organismo que preside José Félix Tezanos, excargo de la dirección del PSOE.

El barómetro de octubre se ha publicado la víspera del cara a cara que, por segundo mes consecutivo, van a celebrar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Senado. El primero ocurrió un 6 de septiembre, y la razón que esgrimió la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes, dirigida por otro cargo socialista de amplia trayectoria, Rafael Simancas, fue la perspectiva "territorial" de las medidas anticrisis del Gobierno. Durante aquel debate, la perspectiva territorial se manifestó con cuentagotas, por no decir que no hubo ninguna gota, pero como el Senado es Cámara territorial, había que casar con cierta armonía la petición de comparecencia y el interés del presidente por confrontar con su máximo rival. A Sánchez no le gusta perder. Esto Feijóo deberá saberlo ya.

Al cara a cara va a llegar el presidente del Gobierno con la moral por las nubes. Si no lo ha hecho al cierre de este texto, estudiará el último barómetro del CIS a conciencia durante las horas previas al duelo. La mayoría de datos que recabe le van a proporcionar una satisfacción inmensa. El primero, el más importante, es el porcentaje de estimación de voto, que ha subido al 32,7%, cifra récord esta legislatura.

Para calibrar la relevancia del resultado, basta compararlo con el que logró Sánchez en las elecciones del 10 de noviembre de 2019, que fue el 28'3, o con los que tuvo en su mejor año demoscópico hasta la fecha, 2020. Sólo en diciembre se quedó por debajo del 30% de estimación de voto, según el CIS.

2021 le produjo algún que otro disgusto. La culpa la tuvo Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Convocó elecciones para el 4 de mayo de aquel año y le salió la jugada a pedir de boca, pues no sólo alcanzó la victoria dos años después de quedar segunda, tras Ángel Gabilondo, sino que además rozó la mayoría absoluta. El PSOE fue superado hasta por Más Madrid. El varapalo se tradujo en unos barómetros malos. En el de mayo descendió a un 27,9% de los votos y en junio, a un 27,4%. A Sánchez le costó 10 meses volver a la senda del 30%.

Julio de 2020 fue su récord (32,4% en estimación del CIS) hasta el lunes. Se ha colocado en el 32,7, lo que incluso si se compara con el mes anterior es muy alentador, ya que ha mejorado en tres puntos y medio. Coincide la tendencia con las intensas gestión y labor comunicadora que han emprendido el Gobierno y el Partido Socialista. Sánchez se ha propuesto desmontar la imagen de un Feijóo solvente a costa de insistencia, en lo que le han ayudado un decreto y un proyecto de ley.

El decreto es el que aprobó el Consejo de Ministros el 1 de agosto y avaló con apuros el Congreso 25 días después. Contenía medidas contra la crisis derivada de la guerra de Ucrania. El proyecto son los presupuestos generales de 2023, que en el Congreso acaba de iniciar la tramitación. Las prioridades se encaminan hacia el refuerzo de la protección social, incluso mediante propuestas fiscales impensables hace sólo unos meses (el de las grandes rentas, sin ir más lejos). Todo ello, así como el cara a cara del Senado del 6 de septiembre y el debate del jueves pasado en el Congreso, más el duelo que viene, estarían demostrando que la estrategia de Sánchez es acertada.

La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha atribuido el resultado del barómetro del CIS a la divulgación, precisamente. La gente, según su versión, conoce las medidas y las respalda, y en consecuencia, premia a quién las promueve. Al presidente, de hecho, le va bien en casi todos los parámetros del CIS: baja en desconfianza (del 68,5% que así se expresó en septiembre al 67 en octubre), mejora en la categoría sobre quién es el preferido en la Moncloa (del 21,3 que lo dijo hace un mes al 22,9 que lo afirma ahora) y sube una décima la valoración que la ciudadanía da a su gestión (4,3 a 4,4).

El efecto Feijóo se deshace

El sondeo se efectuó entre los días 1 y 10 de octubre tras manejar los datos aportados por más de 3.700 entrevistados. Los barómetros del CIS de Tezanos siguen siendo los que usan la muestra más amplia. El problema es que las diferencias entre lo que arrojan y lo que arrojan los de las empresas privadas llevan tiempo siendo considerables. Tampoco han mitigado las críticas los últimos resultados electorales (Madrid, Castilla y León y Andalucía).

Las encuestas de las que se hacen eco algunos medios sitúan al líder del PP en cabeza. Favorito, por tanto, para ganar las elecciones. Por eso, en el Partido Popular desconfían de los barómetros de Tezanos, como señaló este lunes su coordinador nacional, Elías Bendodo. Los ven sesgados.

En ellos no ganan. Lo consiguieron en el de julio, sí, cuando los de Feijóo se fueron al 30,1% en estimación de voto y aventajaron al PSOE en casi dos puntos, pero duró un mes la alegría. Bueno, en realidad dos meses, porque en agosto no se hicieron preguntas a los ciudadanos. Septiembre demostró, según la lectura de la entidad que preside Tezanos, que el verano se le hizo largo al expresidente de la Xunta.

Octubre no empeora aquel resultado. Lo supera, aunque por muy poco, apenas dos décimas. Los populares estarían entre el 28 y el 29% de los votos, lo que con "mirada histórica" no invita al pesimismo. Desde abril, primer barómetro con Feijóo como líder del PP, doblega con holgura el 27% de estimación. Cabe recordar que en las elecciones de noviembre de 2019 la formación de Pablo Casado por aquel entonces se quedó en el 21%.

Sin embargo, Sánchez, en el CIS, va como un tiro, y eso deja pequeña la mejora experimentada por la formación de la sede de la calle Génova. Mejora que desde que terminó el verano avanza mucho más despacio, hay que puntualizar. Hasta el parámetro "voto+simpatía" lo han perdido. El PP ganó aquí en julio y en septiembre (26,4 frente al 24,3 del PSOE y 24,3 frente a 23,8, respectivamente), pero en octubre no. Feijóo, además, recibió mejor nota, un 4'48, hace un mes (Sánchez, un 4,37). En el barómetro de octubre ya está por debajo del presidente del Gobierno.

A reflexión por qué el Partido Popular no se aprovecha del desplome de Vox. El partido de Santiago Abascal está atravesando una zona de penurias. En julio cayó del 16,5% en estimación al 12; en septiembre cayó aún más, al 10,3; en octubre ronda el 8%. El CIS le está hundiendo en sus encuestas.

No obstante, ese supuesto caudal no está engordando las opciones del líder del PP, atascado desde finales del verano. Lleva tiempo el PSOE pregonando que el famoso "efecto Feijóo" se ha desmoronado. El último barómetro del CIS les estaría dando la razón. Sánchez se lo volverá a recordar este martes en el Senado. Habrá más veces. La prueba de resistencia que le espera al expresidente de la Xunta es de envergadura.