Felipe VI pide medidas para garantizar la "cohesión social" ante la guerra de Rusia

La guerra lanzada por Rusia en Ucrania centró la primera jornada de la visita de Estado de los Reyes a Alemania. En plena ola de ataques con drones suicidas contra Kiev, Felipe VI apoyó "de forma inquebrantable la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania" y defendió su respuesta ante una "agresión" injustificable. En el discurso que pronunció antes de la cena de honor que organizó el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en el Palacio de Bellevue, el Rey aseguró que los gobernantes no deben "ignorar" la crisis económica y social que está provocando la guerra y deben tomar medidas para garantizar la "cohesión social".

El Ejecutivo alemán anunció a finales de septiembre un macroplan de 200.000 millones de euros en ayudas públicas para ayudar a los ciudadanos y las empresas a mitigar el impacto de la factura energética en sus bolsillos. La inflación escaló en ese país hasta el 10% en septiembre. El Gobierno español ha movilizado por ahora este año 35.000 millones de euros.

Jazzistas catalanes

"[La española y la alemana] Somos sociedades del bienestar en las que la libertad de mercado se complementa con la justicia social. Por ello, no debemos ignorar las inquietudes y preocupaciones que la difícil situación económica está provocando en muchos ciudadanos. En consecuencia, deben adoptarse con decisión las medidas necesarias para responder a esos miedos. Es fundamental mantener la cohesión social, frente a las amenazas a los cimientos de nuestras democracias", declaró al inicio de un ágape en el que participaron 120 personas, entre ellas las principales autoridades de la República Federal de Alemania. Un quinteto interpretó dos piezas musicales antes de la cena y entre los que actuaron se encontraban dos jazzistas de Barcelona: la trompetista y cantante Andrea Motis y el pianista Ignasi Terraza.

En el discurso, Felipe VI denunció, como había hecho por la mañana en su primer encuentro con Steinmeier, la "dramática" situación que vive Ucrania y aseguró que nadie debe subestimar "la fuerza" que tiene la Unión Europea para responder a la "grave amenaza" que supone Vladimir Putin, al que no citó.

El "año de los encuentros"

El Rey subrayó el buen momento de las relaciones bilaterales entre ambos países y bautizó el 2022 como "el año de los encuentros", por la coincidencia de ambos países en la reacción a la crisis derivada por la guerra de Rusia contra Ucrania y la petición de que Francia ceda y construya el gasoducto Midcat, para conectar la Península Ibérica con Alemania y el hidrocarburo pueda fluir. El país germano era un gran dependiente del gas ruso hasta que empezó el conflicto y el Kremlin empezó a cortarle el suministro como medida de chantaje.

"Hacemos un llamamiento para que Europa no permita que nos dividan", reclamó Steinmeier en su breve discurso por la mañana junto al Monarca. "España y Alemania defendemos los mismos valores, juntos defendemos una Europa fuerte y unida", continuó.

El presidente alemán también se refirió a la necesidad de los gobiernos de "apoyar a las empresas y los consumidores en esta grave crisis" y afirmó que "solo, si todos los Estados son fuertes, Europa seguirá siendo fuerte". "España y Alemania pueden contar el uno con el otro, sobre todo en la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, donde hay tanto sufrimiento. Millones de refugiados buscan refugio en otras partes de Europa y lo han encontrado", concluyó.

Protocolo 'informal'

A la llegada a la residencia por la mañana, tras pasar revista los dos jefes de Estado al batallón de honores en los jardines de la residencia oficial del presidente alemán, los dos, con sus respectivas esposas, Letizia y Elke Büdenbender, se acercaron un grupo de niños del colegio bilingüe Joan Miró de la capital que pidieron autógrafos a Felipe y Letizia. Fue la nota de color de una jornada que también llevó a los Reyes a hacer una ofrenda floral ante el Monumento a las Víctimas de la Guerra y la Tiranía.

Al mediodía, Felipe VI visitó el Instituto Fritz Haber, encuadrado en la prestigiosa Sociedad Max Planck, y se reunió con el canciller alemán, Olaf Scholz, en la sede del Gobierno.