El apoyo de ERC y Junts al Gobierno de Pedro Sánchez: 72% a 56%

De las tres demandas incluidas en la propuesta-ultimátum de Junts para no salirse del Govern, la que más estupefacción, por no decir medias sonrisas, levantó en ERC es la exigencia de "coordinación" entre los grupos parlamentarios de ambas fuerzas en el Congreso de los Diputados. Si hay que atenerse a la reiteración en la demanda, esta es, sin duda, la que más preocupa a los posconvergentes. Solo hay que recopilar sesiones de control al 'president' Pere Aragonès para darse cuenta de ello.

Lo cierto es que JxCat parte de la premisa de que la acción coordinada de los 23 diputados independentistas en la Cámara Baja (13 de ERC, 4 de Junts, 4 del PDECat y 2 de la CUP) supondría todo un elemento de presión para un Gobierno en minoría como el bipartito de PSOE y Unidas Podemos.

En la propuesta del pasado viernes, el domingo por la noche matizada en el 'whatsapp' del secretario general de Junts, Jordi Turull, a Aragonès, los posconvergentes querían decidir junto con ERC un sentido del voto único para ambos partidos en cuestiones como los Presupuestos Generales del Estado y, más globalmente, la estabilidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Léase, la capacidad para apretarle las tuercas al presidente. 

En una entrevista con este diario, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, aseveró que la coordinación entre otros grupos ya existía. “Otra cosa”, añadió, “es que algunos pretendan no hacer caso al dictado de las urnas y quieran tomar las decisiones al 50%”, cuando uno triplica al otro en escaños, apuntó.

Coordinación no pactada

Para sustentar esta tesis, la de que hay una coordinación no pactada entre los dos principales grupos del independentismo, ERC presenta sus cifras. Solicitadas también por este diario las de Junts, en el mismo periodo de tiempo, los posconvergentes han mostrado su imposibilidad por llegar a tiempo.

Así, según el recuento de ERC, ahora mismo, el socio preferente del Gobierno de Sánchez, con el que ha aprobado dos Presupuestos Generales del Estado y se prepara para negociar los de 2023, ha votado en favor del Ejecutivo en el 71,74% de las ocasiones, sumando toda índole de votaciones. Y Junts, el 55,98%. En cuanto al número de abstenciones, Esquerra alcanza el 16,85% y, Junts, el 28,80%. La oposición frontal, medido en porcentaje de ‘noes’ registra un 11,33% para ERC y un 15,33% para sus todavía socios de Govern.

Los republicanos, con todo, creen haber detectado un fenómeno curioso. A la publicación de un tuit por parte de Marta Rovira en la que facilitaba los datos hasta finales de mayo, y donde la diferencia en los ‘sí’ entre ERC y Junts era inferior a la actual (70,67% a 61,33%) siguió un “curioso apego de los posconvergentes a abstenerse en las votaciones que han seguido desde entonces”, acaso, “para maquillar las cuentas”.

Y es que el 23,33% de abstenciones registradas hasta mayo se han transformado en el antes citado 28,80%. Y los 'sí', en cambio, han caído esos cinco puntos, del 61% al 56%. Curiosamente, las cifras de ERC se mantienen más o menos estables. También los ‘no’ de Junts que en estos meses en que la abstención ha subido cinco puntos, apenas ha sufrido variación: del 15,22% al 15,33%. 11 centésimas.

Fuentes republicanas señalan como abstenciones “notorias” de Junts las producidas en las votaciones de la proposición de ley de los impuestos a la banca y a las energéticas, la del dictamen del juego, la ley de la ciencia y la ley de los precursores de explosivos que da funciones de inspección al Cos de Mossos d’Esquadra.

“Nosotros hemos negociado cada votación, con mayor o menor acierto”, apunta una fuente de ERC, "y hemos votado a favor un 72%". "Ellos, entre el 55% y el 61%, pero a cambio de nada porque sus cuatro diputados son irrelevantes para el PSOE", remacha.

Huelga decir que la coordenada cuantitativa es un vector ilustrativo, pero no el único. Cabría añadir la parte cualitativa. Es decir, que un ‘no’ a los Presupuestos toma más importancia que decenas de mociones.

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