Anuncio de Aragonès

El paquete de medidas anticrisis del Govern alcanzará los 300 millones de euros

El 'president' anunciará en el debate de política general una serie de ayudas, sobre todo directas, que se destinarán a familias, hogares vulnerables, jóvenes y pymes para paliar los efectos de la inflación

El 'conseller' de Economia, Jaume Giró, y el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en el hemiciclo del Parlament.

El 'conseller' de Economia, Jaume Giró, y el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en el hemiciclo del Parlament. / David Zorrakino / Europa Press

Xabi Barrena
Júlia Regué
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Un plan de ayudas para paliar los efectos de la inflación, valorado en unos 300 millones de euros, según adelantó EL PERIÓDICO, y una propuesta para la autodeterminación. Estas son las dos patas del discurso que Pere Aragonès trazará en el debate de política general en el Parlament que empieza este martes y finalizará el viernes, con la pausa de las jornadas del miércoles y el jueves en pausa por la celebración de varios juicios, aun, sobre los hechos del otoño del 2017.

El esqueleto del paquete social se perfiló ya la semana pasada. Es decir, por ejemplo, aquellos colectivos que serían beneficiados: las familias, los hogares vulnerables, los jóvenes y las pymes. También habrá medidas para combatir el encarecimiento de la energía y favorecer la transición ecológica y la lucha contra la emergencia climática.

Los 300 millones suponen un punto de partida porque la propuesta de Aragonès no es un plan cerrado, sino que se quiere moldeable, mejorable y ampliable en función del devenir de los acontecimientos económicos y políticos.

Ese esqueleto ha ido perfilándose durante el fin de semana, mediante reuniones entre la Conselleria d'Economia, a cargo de Jaume Giró, la Conselleria de Presidència, de Laura Vilagrà, y el gabinete del presidente, hasta cerrarse el acuerdo este lunes al mediodía.

En el diseño del plan se ha incluido el reparto de las partidas presupuestarias entre las cuentas de este 2022 y las del 2023, que el Govern porfía por aprobar hasta el punto de señalarlas como el principal objetivo en este último trimestre del año. El plan anticrisis cumple, por tanto, una doble función. La propiamente paliativa, en un contexto de subida de precios, de la cesta de la compra, de carburantes y de créditos hipotecarios, pero también como carta de presentación ante aquellos que el Executiu desea como socios en la elaboración y aprobación de presupuestos: los 'comuns'.

Son estos, de nuevo, el mínimo común divisor entre ERC y Junts, habida cuenta que los republicanos descartan a los socialistas (aunque Giró se reúna con ellos), los posconvergentes a los anticapitalistas y la CUP a todos los antes mencionados.

La pata del 'procés'

En cuanto a la otra 'pata' del discurso, la cuestión territorial, Aragonès llevará a cabo lo que tenía planeado desde hace semanas, eso sí, tras haber dado, ERC y Junts, un rodeo de tres semanas por el ultimátum de los posconvergentes al 'president', el 29 de agosto. Finalmente, Aragonès hará su "propuesta amplia para la autodeterminación", tal y como él mismo la definió hace semanas.

Un plan cuyo fondo no está diseñado para ser la pista de aterrizaje de aquellos sectores de Junts renuentes a dejar el Govern, pero que, en lo formal, puede ser presentado de modo más amigable para sus socios. En cualquier caso, el fondo no es otro que el apuntalamiento de la estrategia republicana que pasa por la negociación y el ensanchamiento de la base favorable a un referéndum de autodeterminación. Es decir, Aragonès desea que la propuesta "inclusiva" sea complementaria con la mesa de negociación, que ha entrado ya en una cuenta atrás que vence el 31 de diciembre, y que sobrepase el ámbito de la movilización ciudadana. Es decir, el plan contiene algún tipo de enlace con aquellos sectores de la sociedad civil no meramente independentistas.

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