OFENSIVA FISCAL

Moreno retoma su sede en Catalunya dos años después de anunciarla y en plena ofensiva fiscal

Su objetivo es atraer empresas y captar inversiones

El presidente andaluz, Juanma Moreno, durante una entrevista con la Agencia Efe.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, durante una entrevista con la Agencia Efe.

Isabel Morillo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno andaluz asegura que “esta vez sí” impulsará la apertura de una sede de la Junta de Andalucía en Catalunya. Fue Juan Manuel Moreno quien anunció años atrás la apertura de una delegación, como la que existe en Madrid, en Barcelona. El presidente informó en enero de 2020, hace casi tres años, en la sede del Parlamento andaluz, de que procedería a abrir esa delegación para "combatir el separatismo", el seísmo político del ‘procés’ era entonces muy más fuerte, y para atraer empresas y captar inversiones, explicó en sede parlamentaria.

El decreto de estructura de la Junta de Andalucía que se aprobó en septiembre de 2020, meses después del anuncio, ya incluía esa nueva delegación en el organigrama. La Oficina de la Junta de Andalucía en Barcelona, adscrita, como la de Madrid o Bruselas a la consejería de Presidencia, que entonces ocupaba el hoy número tres del PP, Elías Bendodo. Se creo y se definió pero nunca se dotó de personal ni de contenido. Ahora el Gobierno andaluz, en plena pugna fiscal, asegura, como adelantó ‘El Español’, que sí impulsará esa Delegación catalana y saca del cajón ese anuncio que habían olvidado.

Entonces, ya el discurso del presidente andaluz era claro, explicó que con esa oficina trataba de captar inversiones y abrir a los empresarios catalanes "afectados por la crisis creada por el independentismo" de par en par las puertas de Andalucía. Es lo mismo que repite Moreno estos días tras aprobar su Gobierno una nueva bajada de impuestos que supone rebajas en los tres primeros tramos del IRPF, la supresión del Impuesto de Patrimonio con el objetivo de que grandes fortunas se afinquen en Andalucía y la eliminación del canon del agua. Un paquete que detraerá a las arcas públicas más de 360 millones de euros, lo que se suma a bajadas anteriores que restan 900 millones de euros de recaudación.

Moreno ha aprovechado estas rebajas fiscales, que anunció el lunes en un desayuno informativo en Madrid, para lanzar guiños a los empresarios del país, pidiéndoles que se censen en Andalucía, especialmente a los de la capital y a los catalanes. A ellos se dirigió expresamente este martes: “Le digo a los empresarios catalanes: aquí está su tierra. En Catalunya hay impuesto de Sucesiones y Donaciones, aquí no. Allí hay Impuesto de Patrimonio. Aquí no. Y aquí no nos vamos a independizar nunca, somos orgullosa parte de España”. Unas palabras que recibió el reproche de la Generalitat, que le pidió que deje a los catalanes “en paz” y denunció su “subasta populista” de impuestos.

Que la Junta de Andalucía tenga sede en Catalunya no es nuevo. El Gobierno socialista de Manuel Chaves ya abrió una oficina en Barcelona como delegación de la Junta para Catalunya, Baleares y Valencia. Un convenio firmado con la Diputación de Barcelona cedía un piso en la capital catalana y la Junta pagaba el personal. Cerró definitivamente en 2015. Entonces el PP criticaba el "despilfarro" en "embajadas" de la Junta. Nunca han sido embajadas sino sedes del Gobierno, como tiene puntos de la Agencia Extenda, oficinas que ayudan a los empresarios andaluces a internacionalizar su negocio, en decenas de rincones del mundo. El PP en la oposición criticaba un despliegue que la patronal andaluz siempre ha aplaudido y que ahora el Gobierno de Moreno asume.

Cuando Moreno anunció, hace dos años, esa sede de la Junta en Catalunya ya había lanzado otras medidas no exentas de polémica. La Junta aprobó una línea de ayudas para la inmersión lingüística, dentro de las subvenciones aprobadas por la Junta para las casas de Andalucía en Catalunya, de 100.000 euros. Una partida simbólica, pactada con Vox, entonces socios del PP, que, explicaron, iba encaminado a dar clases de castellano a los andaluces obligados al catalán es las escuelas. Finalmente quedaron en simples subvenciones a estas casas de Andalucía.