Las cuentas catalanas

Los 'comuns' denuncian que la crisis en el Govern ralentiza los presupuestos

El partido de Jéssica Albiach detecta cierta "parálisis" en la negociación con Economía, que "no entra en concreciones"

El PSC insiste en ofrecer su apoyo sin condiciones previas y da por hecho que continuará reuniéndose con Giró

El 'president' Pere Aragonès saluda a Jéssica Albiach en el Parlament

El 'president' Pere Aragonès saluda a Jéssica Albiach en el Parlament / EUROPA PRESS

Sara González

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Cuanto más honda es la crisis entre ERC y Junts, más en peligro está la aprobación de los presupuestos. Así lo perciben los 'comuns', los negociadores prioritarios del Govern, que han arrancado la semana advirtiendo de que la disputa abierta entre los independentistas es la tormenta perfecta para que las cuentas acaben embarrancando.

De hecho, desde el partido de Jéssica Albiach explican que, a pesar de la interlocución fluida que mantienen con la Conselleria d'Economia, detectan una ralentización, una "especie de parálisis" en las conversaciones que impide que hayan entrado en el terreno de la concreción a pesar de que Jaume Giró ha fijado la fecha del 20 de octubre para presentarlos. "Estamos en 'stand by'", resumen los 'comuns', que continúan mirando de reojo cómo el PSC insiste en poner a disposición su apoyo sin prácticamente condiciones previas.

"Si no salimos del bloqueo es muy difícil que la negociación avance", ha advertido el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena. En la sede de la calle Marina saben que sus ocho votos en el Parlament cotizan al alza y están dispuestos a exprimir toda la fuerza negociadora posible. A pesar de los ofrecimientos reiterados que hace Salvador Illa al Govern, dan por hecho que el 'president' Pere Aragonès no se moverá del rechazo a aprobar las cuentas con los socialistas. Las reuniones de Giró con el PSC, que por ahora tendrán continuidad, las atribuyen a una estrategia del 'conseller' para "abaratar el coste" de las reclamaciones que pondrán ellos sobre la mesa y que han resumido en cuatro puntos: cuentas expansivas sin concesiones a las rentas altas y planes para afrontar la crisis energética y la inflación.

Las disputas abiertas

En todo caso, los 'comuns' no esconden la preocupación por un Govern que consideran que "pende de un hilo" por culpa de la pelea sin cuartel entre socios y que alertan que va en contra de la gobernabilidad en un contexto económico especialmente adverso. "No es aceptable que utilicen a los ciudadanos como rehenes por sus batallas, en estos momentos es importante tener un Govern estable con políticas ambiciosas", ha insistido Mena. Bajo su punto de vista, es Aragonès el principal responsable de reconducir la situación para deshacer el embrollo tanto en el Executiu como en la presidencia del Parlament, donde el desacuerdo independentista mantiene a Laura Borràs como presidenta sin funciones.

También el PSC urge a ERC y a Junts a zanjar una disputa abierta desde la Diada que temen que acabe monopolizando el debate de política general. Pero los socialistas acompañan esa demanda con una mano tendida que no decae y que incluso se hace más firme a medida que se disparan los decibelios en la bronca independentista. "No seremos un impedimento", ha subrayado la portavoz del PSC, Elia Tortolero. El rumbo socialista, derive como derive la crisis en el Govern, seguirá siendo la de "colaborar para ser útiles" en la negociación de los presupuestos, en los pactos en el debate que arrancará el 27 de septiembre y en el intento de relevar a Borràs en el Parlament. Los socialistas no han recibido por ahora ninguna respuesta a la carta que enviaron la semana pasada a ERC, Junts y a la CUP ofreciendo sus votos para sustituir a la presidenta.

Las carpetas se acumulan ante una profunda crisis en el Govern de final incierto. En la cúpula del PSC ven cerca la ruptura de la coalición. En la de los 'comuns', en cambio, creen que la salvarán en tiempo de descuento. "Ni ellos mismos saben cómo acabarán", lamentan.

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