División en el independentismo

Pere Aragonès rechaza una DUI en 2023 y mantiene las distancias con la ANC

La Assemblea propone llevar a cabo la ruptura unilateral en el momento en que España obtenga la presidencia de la UE para "evitar la represión"

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, con los líderes de Òmnium, ANC y AMI.

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, con los líderes de Òmnium, ANC y AMI. / Ricard Cugat

Xabi Barrena

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La progresiva pérdida de peso específico de la ANC, y el desplazamiento del centro de gravedad del 'procés' hacia el Palau de la Generalitat, parece haber culminado. De ser el motor inicial del proceso independentista -justo hace 10 años-, de hacer temblar a Artur Mas con el "president, posi les urnes" de la época de Carme Forcadell, y de decantar la balanza y forzar, con el apoyo de Jordi Sànchez, la lista única de Junts pel Sí, en el 2015, se ha pasado a que el jefe del Govern se sacuda con un ademán de la mano el último 'plan' de la Assemblea. Nada menos que declarar la independencia dentro de un año.

El plan, hecho público por la entidad a las puertas del Palau de la Generalitat, media hora antes de reunirse con Pere Aragonès y al lado de Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI) parte de la base de que, en plena presidencia rotatoria de la UE en manos de España, y con los ojos sobre el Gobierno de Pedro Sánchez, no habría lugar para la "represión" policial, como hace cinco años.

Además, añadió Dolors Feliu, con respecto al 2017, "el independentismo cuenta con una serie de fallos judiciales y dictámenes políticos", el último, el de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que dota de más "fuerza" sus postulados.

Y este es el plan que la presidenta de la Assemblea trasladó a Aragonès y a la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, en el encuentro que Govern y entidades mantuvieron por espacio de casi dos horas. A la salida, buenas formas y mejores deseos del Executiu de tener una buena conllevancia y, al tiempo, tremendos mandobles sobre el fondo de la cuestión, la declaración unilateral de independencia (DUI). Así, según Vilagrà, el plan de la ANC "son proclamas y deseos que podemos compartir pero que en nada acercan Catalunya a la independencia". Y que el Govern "tiene la obligación de escuchar a todo el mundo", pero que plan, definido y "ganador", según la 'consellera' solo hay uno, el referéndum pactado. Unas palabras que enervaron al 'vicepresident' Jordi Puigneró, de Junts, que se descolgó de esta posición asegurando que no responde al sentir de todo el Consell Executiu.

Puigneró dice que el rechazo del jefe del Executiu al plan de la entidad no responde a todo el Govern

¿Un nuevo 'estado mayor'? "No estamos en esa fase (con la ANC), sino en la construir confianzas", sentenció la número tres del Govern. Es decir, buenas palabras, pero manteniendo las distancias. Y es que, si la estrategia pasa por pactar con el Estado un referéndum, ya no se precisa una coordinación con la sociedad civil organizada. No hay urnas que esconder. 

Además, la Diada todavía colea. Y las consecuencias de la división en el seno del independentismo son difíciles de cauterizar y encapsularlas al Onze de Setembre. Las rencillas y críticas son una mala base desde donde forjar ese nuevo 'estado mayor' independentista, tal y como están tratando de sacar adelante los dos partidos mayoritarios (ERC y JxCat). "Hace 48 horas nos estaban llamando 'botiflers'" recordaba un republicano para ilustrar la dificultad de una aproximación con la ANC.

Dolors Feliu, presidenta de la ANC, tras la reunión con el president Aragonès

Reafirmación del ultimátum

A la salida de la reunión, la presidenta de la ANC se dolió del inmovilismo del 'president' y visto que la primera parte de su lema disyuntivo de la Diada ("independencia o elecciones") no tiene ninguna opción de prosperar en forma de DUI el 2023, pidió ya la celebración anticipada de los comicios al Parlament. Donde podrían presentarse al amparo de una lista cívica.

Como es norma, no hay asunto alguno que ataña al Govern en que no asome la otra gran división existente, entre ERC y Junts. Feliu se vio por separado por un lado, con la parte republicana del Executiu (Aragonès y Vilagrà) y, por el otro, con la posconvergente (el vicepresidente, Puigneró). La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, señaló que el encuentro entre Puigneró y Feliu fue de carácter privado.

Porque la falla que separa a ERC de Junts puede acabar convergiendo con la que divide a los republicanos de la ANC. Si la entidad pide elecciones anticipadas, ¿podrían llegar estas tras una eventual salida de Junts del Govern? Precisamente Jaume Giró, titular de Economía, reclamó, en la rueda de prensa tras el Consell Executiu, esperar a los acontecimientos, a la negociación entre ambos partidos, tras el ultimátum lanzado hace 15 días, pero no escondió que él desearía que surgiera un acuerdo de estas conversaciones y no tener que abandonar el Govern.

"No hay una única forma de ser independentista", señaló el propio Giró, echándole un capote a la parte republicana del Executiu frente a las críticas, increpaciones e insultos recibidos por los republicanos el pasado domingo. Giró, sibilino, dejó claro que la voluntad de salir del Govern no es, ni mucho menos, unánime en el partido. "Si se plantea una consulta es que hay gente que piensa una cosa y gente que piensa otra", dijo.

Y a todo esto, el quinto aniversario del 1-O empieza a calentar motores. Convocado ya un acto por parte del Consell per la República (entidad creada por Carles Puigdemont y que no ha sido convocada por Aragonès a la reunión), el Govern anunció este martes que también organizará un evento sobre el referéndum de 2017.

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