Los 'consellers' de ERC completan el plante republicano a la ANC y tampoco acudirán a la manifestación de la Diada

Quizá para evitar el choque aún más frontal, ERC ha diseñado una estrategia de desenganche público (el privado hace tiempo que opera) de la ANC en forma de mancha de aceite. Primero fue el 'president' Pere Aragonès el que anunció que no acudiría a la ya tradicional manifestación que formalmente convocan las entidades soberanistas, y en la práctica organiza la ANC, por la Diada. Pero faltaba ver que haría el partido. El partido, días después se alineó con Aragonès. Pero faltaba por ver que harían los 'consellers' a título personal. Y estos, tal y como adelantó el martes este diario, han mantenido la coherencia de discurso de su líder en el Govern y, también, de su líder en el partido, Oriol Junqueras. Ninguno de los siete 'consellers' irá al acto.

Junqueras, en una entrevista a la Cadena SER, hizo suyos los argumentos de Aragonès e, incluso, le dio un plus de contundencia. Se mostró convencido de que la Assemblea "ha optado por una manifestación que está dirigida sobre todo contra independentistas, o contra muchos independentistas, o contra una mayoría de independentistas, o contra el partido mayoritario del independentismo". Es decir, contra ERC.

En las filas republicanas, el texto de la convocatoria, en el que se anima a "dejar atrás a los partidos", puesto que "no cabe esperar nada de ellos" y, sobre todo, arremete contra la Mesa de diálogo y negociación con el Estado ("la victoria del 1-O no se puede malgastar en mesas de diálogo inútiles") se ha interpretado como que la Assemblea ha cruzado toda línea roja si, lo que pretende, es ser una entidad transversal.

El desgaste de las relaciones entre partido y entidad es palpable desde hace años. En concreto, desde julio del 2015 cuando el entonces líder de la ANC, Jordi Sánchez y Artur Mas, hizo la pinza, en la interpretación de ERC, a Junqueras para forzarle a aceptar una lista única con CiU y ERC. Tras el 1-O y la adopción de ERC del principio de realidad, la separación con la ANC, ya presidida por Elisenda Paluzié, llegó a un punto de no retorno.

Y es ahora, cuando a algunos republicanos entienden que la ANC no solo da cobertura a Junts, sino que ataca elementales principios democráticos cuando han visto la oportunidad de exponer la realidad a la luz. "Las actitudes populistas llaman a populismos aún peores", dijo Marta Vilalta el lunes, en una reflexión de carácter general, sin cita alguna a la Assemblea, pero que obviamente describe el pensamiento republicano.

Pero no solo es estratégica la grieta que les separa. Incluso táctica. Y es que la exigencia, durante varios años, de la ANC de "cumplir con el mandato del 1-O", una petición que era análoga a la que reclamaban algunos sectores de Junts, chocaba con la rápida adhesión de ERC a buscar un nuevo referéndum. Esta vez pactado, porque, decían Junqueras y Marta Rovira en su libro 'Tornarem a véncer', que la realidad señala que el 1-O, fuera democráticamente aceptable o no, no ganó una sola adhesión internacional para la secesión catalana. 

Y casi en paralelo al choque ERC-ANC está saliendo a la luz, con toda su virulencia, otro enfrentamiento, el de los republicanos con Junts. Casi en paralelo porque, ambas líneas de batalla se entrecruzan en algún punto. Los posconvergentes rebañan el plato de la inocuidad, hasta el momento, de la mesa de diálogo. E intentan que Aragonès se comprometa a un cambio de estrategia.

El lunes hubo una reunión entre Junts y ERC, a cuenta del semi-ultimátum lanzado por Junts, la semana pasada. Fuentes republicanas señalaron que el cónclave no dio ningún fruto. Y que, para empezar, ERC no compartía "en absoluto" el análisis de Junts. "Y que era muy difícil construir con 'este' Junts". "Haremos lo que consideremos que se tenga que hacer, no lo que quieran ellos para resolver sus líos internos", sentencia esta voz que tampoco muestra gran pavor a una eventual salida posconvergente del Govern. Algo que "nunca harán" vaticinan los republicanos "antes de la municipales".

Junqueras fue más mordaz al respecto: "La experiencia nos dice que hasta ahora no lo han hecho y lo que nos dice la mayoría de sus dirigentes es que no lo harán". 

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