Universitat Catalana d'Estiu

Alex Salmond, al independentismo catalán: "Un líder no puede dejar a medias su plan"

El exprimer ministro escocés afirma que lo que importa es que un referéndum "sea pactado"

Carles Puigdemont y Alex Salmond

Carles Puigdemont y Alex Salmond / periodico

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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A lo largo del lustro que va del nacimiento del 'procés', en el 2012, al 1-O, fueron muchas las voces soberanistas que trataron de buscar el hermanamiento entre el independentismo catalán y el escocés, tanto antes del referéndum de autodeterminación en el territorio británico de septiembre del 2014 como después. La corriente de simpatía entre las bases fue obvia, y también entre algunas élites políticas, pero algo no acababa de cuadrar. Y ese algo lo sintetizó este sábado, en la Universitat Catalana d'Estiu, en Prada de Conflent (Francia), el que fuera primer ministro de Escocia, y artífice de la consulta del 2014, Alex Salmond. "Amparado por la ley o no, lo importante es que un referéndum sea pactado".

La frase servía para explicar que en la Gran Bretaña este tipo de consultas no son vinculantes, no lo fue el del Brexit, pero que, evidentemente, se cumplen. Una forma, la de recordar que la vía es el pacto, que enmienda en parte la labor de su sucesora, y actual primera ministra, Nicola Sturgeon, quien ha convocado ya un referéndum para octubre del 2023. "Ojalá se celebre", dijo escéptico Salmond, quien se mostró disconforme con el plan de la actual líder escocesa de recurrir al Tribunal Supremo del Reino Unido si el Gobierno británico no se aviene a que se consulte a los escoceses. "La sede del Supremo está a pocos pasos del Parlamento de Westminster", dijo poniendo en duda la imparcialidad judicial.

Rehuyendo siempre de dar "fórmulas mágicas" para llegar a la independencia, Salmond si hizo gala de una sutilidad muy británica, con perdón, al pronunciarse sobre lo que un líder político debe o no debe hacer. Así, por tres veces, subrayó que hay que elegir una estrategia y trabajar por ella "hasta el final". "Lo realmente importante es tener planeado qué hacer el día después", apuntó y ya, en su última intervención, remachó: "No puedes llevar a la gente a la cima de la montaña y después hacerlos retroceder". A buen seguro que a la mayoría de mentes mal pensantes que le escucharon se les vino el nombre de Carles Puigdemont a la mente, pero el escocés ni se aproximó a citarlo.

En otro momento de su intervención, el hoy diputado en la Cámara de los Comunes por su partido, el SNP, contextualizó uno de los caballos de batalla recurrentes del independentismo, como es el apoyo internacional. "Los organismos internacionales no te hacen el camino, te reconocen cuando la independencia es efectiva. Se mueven por la más pura 'realpolitik'", dijo. Más poético aseveró "el destino no está en las estrellas, sino en nosotros mismos".

Salmond sí recetó a todos, escoceses, catalanes, que se den tiempo. "Catalunya y Escocia están mejor que hace unas décadas. Si bien es cierto que en Londres pervive cierta mentalidad imperial y en Madrid determinada herencia del fascismo". Y anticipó cuál podría ser un buen escenario para Escocia para lograr doblegar al inquilino del número 10 de Downing Street. El que sea, aunque a Boris Johnson y posibles sucesores les tildó de "idiotas": "Que en las elecciones de 2024 hay paridad entre laboristas y conservadores y los diputados del SNP sean decisivos". Es decir poco más o menos lo que pasa, ahora, con ERC.