Andalucía

Cambios, maquillaje e improvisación en el nuevo Gobierno de Juanma Moreno

El despegue del gabinete monocolor del PP no ha estado exento de algunas turbulencias y polémicas que han obligado, por ejemplo, a matizar la desactivación de la Consejería de Igualdad

Juanma Moreno, de espaldas, ayer ante los 13 consejeros del Gobierno andaluz.

Juanma Moreno, de espaldas, ayer ante los 13 consejeros del Gobierno andaluz. / EFE

Cristóbal G. Montilla

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El despegue del nuevo Gobierno andaluz de Juanma Moreno no ha estado exento de algunas turbulencias. De algún que otro tropiezo sonado al que se le encuentra, enseguida, una justificación que lo atribuye al "tiempo récord" en el que, según las proclamas del propio presidente, ha sido confeccionado el Ejecutivo monocolor del PP. Lo cierto es que solo han transcurrido 37 días desde las elecciones andaluzas del 19J hasta la primera reunión del Consejo de Gobierno de la Junta con los nuevos consejeros. Todo sea -así lo reitera por activa y por pasiva Moreno para tapar otras prisas de índole estival- por el presupuesto de 2023. En la anterior legislatura, pasaron 55 días entre el 2D en el que cayó Susana Díazy la puesta de largo del Gobierno del cambio en Antequera, que para más inri tuvo que ser retrasada por la visita del Rey a Sevilla. Eso sí, hubo por medio un pacto a tres bandas que precisó la fontanería exigida por la aritmética electoral del PP, Ciudadanos y Vox. Ahora, la mayoría absoluta de 58 escaños le ha ahorrado a Moreno unos trámites y les ha generado muchos más. De momento, los cambios respecto a la anterior legislatura -varios de ellos con efecto lampedusiano-, el maquillaje habitual y cierta improvisación fortuita saltan a la vista. De hecho, se han generado polémicas instantáneas que han obligado, por ejemplo, a matizar la desactivación inicial de la Consejería de Igualdad.      

El doble de consejeros del PP

La "mayoría suficiente" de la que goza en su oratoria Juanma Moreno ha ofrecido la posibilidad al PP de elegir a siete consejeros más que en 2019, una vez que Cs tenía cinco sillas en un Consejo de Gobierno que ha sido ampliado desde los 11 a los 13 miembros que acompañan al presidente. Si se tiene en cuenta la anterior media docena de consejeros ‘populares’, la formación de centro-derecha ha elegido ahora al doble más uno. A 13, que serían 12+1 si se emula al inmortal Ángel Nieto. Precisamente, el argot deportivo se apoderó de Moreno en el acto de toma de posesión de los consejeros cuando se refirió a "un equipo de primera" y prometió delante de ellos un "Gobierno 4x4 de camisas arremangadas" que "trabajará duro".

Pulir las competencias

La apuesta por agilizar los plazos, para que el nuevo Gobierno empezara a trabajar "cuanto antes", también explica algunas de las modificaciones o cambios sobre la marcha que está ocasionando la premura. Los nombres de las consejerías -que en ningún caso son iguales a los de algunos de los 11 departamentos anteriores- han fluctuado en cuestión de horas. A Antonio Sanz se le ha sumado de un día para otro Simplificación Administrativa; a Loles López, Familias e Igualdad ‘sin apellido’; y a José Carlos Gómez Villamandos, Investigación. Eso sí, Moreno advirtió que habría que ir "puliendo las competencias" durante la comparecencia en la que anunció, con una hora y cuarto de retraso sobre la hora fijada, los nombres de los 13 consejeros. Tampoco ha dado tiempo a nombrar a un portavoz, que se sabrá en las próximas fechas y tendrá más relevancia si cabe ante la ausencia de un vicepresidente. A su vez, las prisas se habrían mezclado con la dificultad de convencer a los ‘fichajes’ en pleno verano. Algunos de los consejeros no eran la primera opción, según reconoció Moreno. Dar el sí ha conllevado rectificaciones vitales como la de José Carlos Gómez, quien el pasado día 15 celebraba en Twitter su regreso a la Facultad de Veterinaria tras haber sido el rector de la Universidad de Córdoba. "Nos vamos para volver", decía al referirse a "la ilusión" que tenía depositada en el próximo curso académico. Y a Jorge Paradela le ha afectado en su descanso estival, según desveló con complicidad su apreciado Juanma Moreno: "Le hemos cortado las vacaciones en seco".

El remiendo de Igualdad

La desactivación de la Consejería de Igualdad quedó patente con un apartado de políticas sociales denominado Integración Social, Juventud e Igualdad de Oportunidades. Horas después, ante las críticas recibidas, se pasó a incluir en la cartera Familias e Igualdad a secas, sin la coletilla de las oportunidades. O sea, un remiendo. La polémica fue doble porque Moreno justificó la existencia de una mayoría de consejeras asegurando que "por fin hay mujeres capacitadas, a diferencia de años anteriores".

Mayoría femenina

El discurso de Juanma Moreno le está poniendo el altavoz al mensaje de que en su equipo de 13 consejeros hay una mayoría femenina. En concreto, de siete mujeres frente a seis hombres. Se invierte, de este modo, la combinación de seis consejeros y cinco consejeras de la anterior legislatura. Eso sí, si ahora mismo se le suma al presidente a este equipo se aprecia un ‘empate de género’ a siete en las reuniones del Consejo de Gobierno, frente al siete hombres -Antonio Sanz sumaba con su presencia el octavo- y cinco mujeres del otro mandato. Puestos a imaginar equilibrios hacia la paridad en otros movimientos, también se aprecia que el Parlamento de Andalucía ha dejado de tener una presidenta, dado que Marta Bosquet ha sido relevada por Jesús Aguirre. Este detalle también hace de contrapeso y matiza la mayoría de consejeras de la que presume Moreno, con argumentos que no tardaron en sembrar la polémica.

Un ‘marrón’ en Cultura

El hecho de que no exista una consejería propia para las políticas culturales de la Junta de Andalucía es otro de los frentes abiertos por la estructura diseñada para esta legislatura. Además, la integración de Cultura en Turismo -y en una convivencia triple que contempla también Deporte- llega con un ‘marrón’ añadido. Las reacciones a la elección del malagueño Arturo Bernal para esta cartera triple han contrastado desde el aplauso de representantes del sector turístico hasta el clamor de la oposición y de integrantes del sector cultural, que han rescatado las afirmaciones poco ‘moderadas’ en Facebook que le dedicó Bernal a los profesionales del cine español. Aquello sucedió en febrero de 2018, coincidiendo con la celebración de una gala como la de los Goya, que vuelve a celebrarse dentro de unos meses en Sevilla y él estaría invitado como consejero del ramo. Por lo pronto, Moreno se apoya en la pujanza del turismo cultural y en «la estrecha vinculación» de ambas disciplinas para sustentar la fusión y el nombramiento de Arturo Bernal para el cargo.  

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