Terrorismo

La hermana de Miguel Ángel Blanco quiere personarse en la investigación del crimen

La diputada del PP en la Asamblea de Madrid solicita comparecer en calidad de perjudicada

La hermana de Miguel Ángel Blanco (asesinado por ETA), Marimar Blanco.

La hermana de Miguel Ángel Blanco (asesinado por ETA), Marimar Blanco. / Iñaki Berasaluce / EP

Juan José Fernández

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Sus padres murieron sin poder recuperarse de la pena, él y ella con apenas 20 días de diferencia en marzo de 2020, por causas naturales Miguel y afectada de covid Consuelo. Su hija Marimar es la última familiar directa viva de Miguel Ángel Blanco, y ha decidido adoptar un papel activo en la causa judicial que amplía la investigación del histórico asesinato del concejal del PP.

Marimar Blanco, hermana del joven edil de Ermua asesinado el 12 de julio de 1997, ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que le conceda el derecho de personarse en la causa que ese magistrado ha reabierto para esclarecer el grado de implicación de la cúpula de ETA en la decisión de matar a Blanco, según adelantó Europa Press.

Los tres dirigentes de ETA encausados son José Javier Arizcuren Ruiz, “Kantauri”; Miguel Albisu Iriarte, “Mikel Antza”, y María Soledad Iparraguire, “Anboto”. Los tres mandaban en la banda en diversos niveles en aquel verano, como miembros del Zuba, o Comité Ejecutivo.

La reapertura de la causa se basa en la sospecha de que Xabier García Gaztelu, Txapote, apretó el gatillo por orden de la dirección de ETA. Mar Blanco, actualmente diputada del PP en la Asamblea de Madrid, ha cursado su solicitud al Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional en calidad de perjudicada. En la nueva pesquisa judicial están de momento la Fiscalía y la asociación de víctimas Dignidad y Justicia como acusación popular.

García Castellón llamó a declarar este jueves a 'Mikel Antza', y 'Anboto'. Los dos se se acogieron al derecho de no declarar. El magistrado instruyó el asesinato de Blanco hace 25 años. Hoy considera que los miembros del Comité ejecutivo de ETA tenían "suficiente capacidad de mando" como para "evitar el desenlace último del secuestro".