Revolución en la cúspide del partido

María Jesús Montero, nueva número dos del PSOE, y Patxi López y Pilar Alegría, portavoces

La ministra de Hacienda releva a Lastra como vicesecretaria general. La titular de Educación asume la portavocía del PSOE y el exlendakari, la del Congreso

Sánchez mantiene a Santos Cerdán en Organización y monta un grupo de decisión al máximo nivel con cinco ministros, en el que integra a Óscar López

María Jesús Montero, Patxi López, Pilar Alegría y Miquel Iceta

María Jesús Montero, Patxi López, Pilar Alegría y Miquel Iceta / EFE / EUROPA PRESS

Juanma Romero

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Revolución radical en el PSOE. En un movimiento tan profundo como el que el año pasado le llevó a cambiar el chasis de su Gobierno, Pedro Sánchez reforma ahora el corazón del poder en el partido y engrasa las correas de transmisión con el Ejecutivo. Tres nombres marcarán la pauta a partir de ahora: María Jesús Montero, ministra de Hacienda, como nueva vicesecretaria general, en sustitución de Adriana Lastra; el exlendakari Patxi López como nuevo portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, como reemplazo del canario Héctor Gómez, y la titular de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, como nueva portavoz de la dirección, que coge el testigo del andaluz Felipe Sicilia.

Los tres, Montero, López y Alegría, se convertirán desde este sábado, 23 de julio, cuando los ratifique el comité federal del PSOE, en los rostros del nuevo equipo del partido con el que Sánchez afronta el final de la legislatura, las tres personas en las que confía para potenciar el mensaje del Ejecutivo, combatir los ataques del PP y sacar de la depresión a una formación hundida en las elecciones andaluzas del 19-J. El secretario general persigue relanzar al PSOE y conferirle más músculo de clara al decisivo ciclo electoral que empieza a la vuelta de verano, con las autonómicas y municipales de mayo como primera meta volante, previa, teóricamente, a las generales.

El núcleo de confianza de Sánchez, el puente entre partido y Gobierno, lo conforman cinco ministros (Montero, Bolaños, Alegría, Rodríguez e Iceta), más Santos Cerdán, Patxi López, Eva Granados y Óscar López

Pero no será el único cambio relevante. Sánchez monta además un grupo de decisión al máximo nivel, un pequeño núcleo duro con nueve dirigentes, cinco de ellos ministros —Montero y Alegría, más Félix Bolaños, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez, y en el que integra a su director de Gabinete en la Moncloa, Óscar López. Ese 'órgano', fuera de las estructuras del partido, remeda los antiguos 'maitines': el círculo de pretorianos que se reunía los lunes por la mañana en la Moncloa y decidía la estrategia, y en el que también se sentaba López. La diferencia es que gana peso político por el mayor relieve de sus integrantes.

Sánchez no reduce la comisión ejecutiva federal, pero sí transforma el primer escalón. En el fondo, estrena una nueva dirección, con Montero, Alegría y López como puntales. Los tres, técnicamente, serán promocionados en el escalafón, porque ya formaban parte de él. Quien sí entra en la cúpula del PSOE es el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, también presidente del PSC, como secretario de Memoria Democrática y Laicidad, el área que ahora deja vacante López al hacerse cargo del grupo parlamentario en el Congreso. Las dos ministras, Montero y Alegría, no abandonarán sus departamentos: compaginarán su mayor presencia en el partido con su labor en el Gobierno. Tampoco lo hará Iceta, por la misma lógica.

Hay un nombre que no cambia, el de Santos Cerdán. Él seguirá como secretario de Organización del PSOE. El líder lo mantiene en su puesto, pese a que estaba en duda en los últimos días, por el choque con Adriana Lastra, que dimitió como número dos el pasado lunes aduciendo formalmente motivos personales, por su embarazo de alto riesgo. El presidente decide así no desmontar un área clave en la estructura del partido, la cartera responsable de la interlocución con los territorios, a menos de un año de las autonómicas y locales. Cerdán tendrá, no obstante, a un adjunto en Organización, el diputado por Jaén Juanfran Serrano, que ya trabajaba con él, en el aparato, en la quinta planta de Ferraz. Él era el responsable de Pacto de Toledo e Inclusión Social de la cúpula.

Cerdán tendrá a su lado, como adjunto en Organización, al diputado por Jaén Juanfran Serrano, miembro de la actual dirección que ya trabajaba con él en el aparato

Junto a la remodelación de la ejecutiva, se forma el citado grupo de decisión de máximo rango, encargado de llevar la batuta estratégica. Un verdadero núcleo de confianza del líder a caballo entre la Moncloa y Ferraz. En este órgano, que presidirá Sánchez, se sentarán cinco ministros —María Jesús Montero (Hacienda y ahora vicesecretaria general), Félix Bolaños (Presidencia), Isabel Rodríguez (Política Territorial y portavoz del Gobierno), Pilar Alegría (Educación) y Miquel Iceta (Cultura y Deporte)—, más el secretario de Organización del PSOE (Santos Cerdán), los portavoces de Congreso y Senado (Patxi López y la catalana Eva Granados, que continúa en su puesto), y el director de Gabinete del jefe del Ejecutivo, Óscar López. No entra en este reducido círculo Antonio Hernando, que mantendrá su actual cometido: adjunto de Óscar López en la Moncloa.

Evitar la bicefalia

María Jesús Montero (Sevilla, 1966) es una pata negra indiscutible para Sánchez. La fichó en 2018 para su primer Ejecutivo, cuando ella era consejera de la Junta de Andalucía, con Susana Díaz de presidenta. Desde entonces, fue ganándose la confianza del jefe. Por su desenvoltura ante los medios, a los que siempre ha cuidado bien, la nombró portavoz en enero de 2020, al crearse la coalición con Unidas Podemos. En la reestructuración del Gabinete de hace un año, le quitó ese cargo, muy expuesto durante la pandemia, pero le añadió Función Pública a Hacienda. Ella no dejó de estar en el primer anillo de poder.

Montero hará discurso político, mientras Cerdán se dedica a conducir las riendas del partido, desde un papel más discreto y fuera de los focos

Ahora, Sánchez la aúpa a la cúspide, como su mano derecha. Como su escudera. Justo el papel que le hacía falta, y que perdió cuando cesó a Carmen Calvo y José Luis Ábalos. Montero le aporta seguridad y garra, pero también discurso propio, nada enlatado. Al mantenerla en el Gobierno, se evita problemas en las alturas, un nuevo enfrentamiento con el jefe del aparato, Cerdán. No se repite la bicefalia: los papeles están más claros. Montero hará discurso político, mientras Cerdán se dedica a conducir las riendas del partido, desde un papel más discreto y fuera de los focos.

Además, Montero llega a la vicesecretaría general sin apenas trayectoria orgánica. Es más, se afilió al PSOE mucho después de que comenzara a tener cargos de gestión institucional: viceconsejera de Salud (2002-2004), consejera de Salud (2004-2013) y luego de Hacienda (2013-2018) en la Junta de Andalucía, y ministra desde 2018 hasta hoy. Pese a que su nombre sonó como posible candidata al Gobierno andaluz, ella siempre se negó: consideraba que su etapa regional había concluido al partir para Madrid, reclamada por Sánchez. El presidente la sumó a su dirección en 2020, y en el 40º Congreso, la incorporó formalmente como vocal. De ahí asciende directa al segundo peldaño del PSOE, siendo una de las ministras más apreciadas por las bases.

Convicciones y "emociones"

Patxi López (Portugalete, Bizkaia, 1959) y Pilar Alegría (La Zaida, Zaragoza, 1977) ya formaban parte de la ejecutiva del PSOE, elegida por casi el 95% de los delegados en el 40º Congreso Federal del partido, el pasado octubre, hace apenas nueve meses. Él era el secretario de Memoria Democrático y Laicidad, y la ministra entró simplemente como vocal, sin cartera. Lo que hace el líder ahora, como informaba ayer este periódico, es elevarlos de rango, proyectarlos como nuevos rostros en el partido y en la Cámara baja.

El exlendakari, en realidad, se sienta en la dirección de Sánchez desde que él ganó las primarias de 2014 frente a Eduardo Madina, cuando fue aupado por los barones. Entonces le hizo responsable de Acción Política y Ciudadanía y, tras las elecciones de 2015, le postuló como presidente del Congreso, cargo en el que permaneció medio año, hasta la repetición electoral de junio de 2016. Pero aquella primera etapa culminó con la defenestración del líder en el comité federal del 1 de octubre de 2016. Luego, López compitió contra Sánchez y contra Susana Díaz en las primarias de 2017, y quedó tercero, pero él fue la única cuota de integración que admitió el hoy presidente en aquella ejecutiva salida de una contienda interna durísima y dolorosa para el PSOE.

López, primer lendakari socialista de la democracia, forma parte de las ejecutivas de Sánchez desde 2014. En 2017 compitió contra él en primarias. Quedó tercero, pero el líder lo mantuvo en la cúpula

Sánchez le nombró secretario de Política Federal, uno de los puestos de mayor contenido político, pero, en el pasado 40º Congreso, en octubre, le apeó unos peldaños al designarle responsable de Memoria Democrática y Laicidad. López no le incluyó en su primer anillo de poder (tampoco se lo llevó al Gobierno), pese a quienes le advertían de que tenía que sacar más petróleo de él. Ahora da ese paso. El exlendakari es uno de los pocos referentes políticos incuestionables en el PSOE, querido y reconocido por su trayectoria política en el PSE, del que fue secretario general (2002-2014), y como lendakari (2009-2012), el primero socialista de la etapa democrática, durante cuyo mandato, y con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa, ETA llegó a su final.

López es "reconocido y respetado dentro y fuera del PSOE, moderado, sí, pero despierta a la vez emociones", subrayan en el equipo del presidente, en el que recuerdan que la semana pasada "zanjó el debate por la ley de memoria democrática", muy atacada por la derecha por el pacto con Bildu, "en dos golpes", con las declaraciones que hizo a los medios. Él, así, con una autoridad fuera de toda duda, ejercerá como escudo que defienda al partido de los ataques por su alianza con la izquierda abertzale.

Relevo de dos dirigentes de menor perfil

Alegría ya era señalada hace semanas como uno de los mejores valores que tenía Sánchez a su lado tras la remodelación de su Gobierno hace un año. Como la ministra "más política", con más fondo, y con capacidad de ataque al PP, como demostró, indicaban en los últimos días en la Moncloa, cuando criticó a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por sus becas para rentas familiares altas. Alegría, además, conoce bien las tripas del PSOE: estuvo en el equipo de Organización de Leire Pajín primero y Marcelino Iglesias después y fue jefa del aparato del PSOE aragonés entre 2014 y 2017. Fue diputada nacional (2008-2015) y parlamentaria y consejera autonómica (2015-2019), a las órdenes de Javier Lambán. Pero su relación se resquebrajó a raíz de las municipales de 2019, en las que ella fue cabeza de cartel por Zaragoza. Ganó, pero no pudo gobernar la ciudad, y Sánchez la nombró al año siguiente delegada del Gobierno en la comunidad, hasta que la repescó para su Ejecutivo, como ministra de Educación, en 2021. No tuvo en cuenta que ella había sido portavoz de la campaña de Díaz en 2017.

Iceta es repescado para la primera línea política, no solo por su entrada en la dirección, sino sobre todo por su llegada al núcleo duro de decisión

López y Alegría sustituyen a dos dirigentes con menor perfil, ambos muy cuestionados, sobre todo Felipe Sicilia, hombre muy cercano a Lastra. Héctor Gómez fue objeto de críticas por el entorno de la ex vicesecretaria general, quien nunca llegó a digerir bien ser apartada de la portavocía parlamentaria. Sánchez ya apuntó, tras el desastre de las andaluzas, que había fallos en la comunicación, por lo que implícitamente estaba marcándoles con una cruz. Finalmente, así ha sido.

Sánchez también lanza otro mensaje claro en clave interna: confía en Santos Cerdán (Milagro, Navarra, 1969) como secretario de Organización. No lo penaliza por sus choques con Lastra al no sacarlo de la cúpula. Es más, promociona a un miembro de su equipo, Juanfran Serrano (Bedmar, Jaén, 1988), como su adjunto. Pero también es verdad que sus funciones estarán más tasadas, al dedicarse al aparato al cien por cien, sin exposición mediática, peso que recaerá en Montero y Alegría. Y en sus competencias estará auxiliado por el diputado jiennense.

La vacante que deja Serrano en la cartera de Pacto de Toledo e Inclusión Social la ocupará, a partir del sábado, el alcalde de Corvera (Asturias), Iván Fernández, el nombre que el presidente pactó con el jefe del Principado, Adrián Barbón, a raíz de la marcha de la vicesecretaria general. Cerdán es el único dirigente que se mantiene en primera línea de aquel círculo que le animó a seguir y pelear por la reconquista de Ferraz tras el traumático comité federal del 1 de octubre.

Cerdán es el único que permanece del círculo original de Sánchez que le animó a seguir la pelea para reconquistar Ferraz

Antes que él cayeron Ábalos y Calvo, y ahora, Lastra. Sánchez lo nombró adjunto de Ábalos en la ejecutiva salida del 39º Congreso, en 2017. Cuando ganó la moción de censura, le pidió que llevara las riendas del partido y descargara de trabajo a Ábalos. Al ser cesado como titular de Transportes el año pasado y dejar la poderosa Secretaría de Organización, Cerdán asumió el puesto que ahora tampoco deja. Él fue el muñidor del pacto en Navarra que hizo presidenta de la comunidad a María Chivite, para cuya investidura se necesitaba la abstención de Bildu.

El líder socialista llama para su dirección a otro de los ministros más políticos de su Gabinete, Miquel Iceta Llorens (Barcelona, 1960), experimentadísimo político (ya formó parte del Gabinete de Felipe González en la Moncloa) que, en el momento más difícil del PSC, cogió las riendas. Como primer secretario, entre 2014 y 2021, reconstruyó la formación y le cedió el testigo al exministro Salvador Illa. El presidente le designó primero responsable de Política Territorial y Función Pública de su Gabinete y, con la remodelación del año pasado, lo ubicó en Cultura y Deporte, a su pesar. Su protagonismo había caído, pero ahora pasa a formar parte de la ejecutiva federal en una cartera simbólica para los socialistas, Memoria Democrática, y sobre todo lo suma a su núcleo duro.

Los nuevos nombres de la cúpula del PSOE

Vicesecretaria general: María Jesús Montero, ministra de Hacienda

Secretario de Organización: Santos Cerdán (continúa)

Portavoz de la ejecutiva: Pilar Alegría, ministra de Educación y FP

Portavoz en el Congreso de los Diputados (miembro nato): Patxi López

Secretario de Memoria Democrática y Laicidad: Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte

Secretario de Pacto de Toledo e Inclusión Social: Iván Fernández

Adjunto a Organización: Juanfran Serrano

Y además, se monta un grupo de decisión al máximo nivel, que integran los ministros María Jesús Montero, Félix Bolaños, Pilar Alegría, Isabel Rodríguez y Miquel Iceta, más Santos Cerdán, Patxi López, Eva Granados y Óscar López.