Despachan durante casi dos horas en la Moncloa

Sánchez y Aragonès pactan reunir la mesa de diálogo la última semana de julio

La cita, la tercera desde la creación del órgano, será en Madrid, después de que la pasada fuera en Barcelona el 15 de septiembre

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Reunión de Pedro Sánchez y Pere Aragonès

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, en el palacio de la Moncloa, este 15 de julio de 2022. / David Castro

David Castro

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Reconducidas las relaciones entre Gobierno y Generalitat tras la crisis por Pegasus, ya está claro el siguiente paso: la mesa de diálogo. Se reunirá en la última semana de julio, y será en Madrid, después de que el último encuentro de este órgano se celebrara en Barcelona, el pasado 15 de septiembre.

Este fue el principal acuerdo que alcanzaron Pedro Sánchez y Pere Aragonès en su reunión de una hora y 45 minutos en la Moncloa, este viernes, la primera en diez meses y la que supone la vía de salida de las tensiones producidas por el 'Catalangate'. En las horas previas, en el entorno del jefe del Ejecutivo se habían rebajado expectativas y apuntaban que de la cita de los dos presidentes no saldría una convocatoria de la mesa de diálogo, que ya la trabajarían previamente sus respectivos equipos. Pero el hecho de que Sánchez y Aragonès hayan cerrado la cita era síntoma claro de que su encuentro había ido bien. Se espera que para la cumbre de los dos gobiernos se sellen acuerdos, aunque la discreción hasta ahora ha sido total y no se han conocido los temas sobre los que las dos delegaciones estaban avanzando. Tampoco dio pistas la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que compareció en la Moncloa para ofrecer la valoración del Ejecutivo de una entrevista que se había desarrollado en un "ambiente positivo" y que había sido "correcta desde el punto de vista institucional" y de "recuperación de la normalidad".

Sí anticipó la titular de Política Territorial que a la próxima reunión de la mesa de diálogo no acudirán los dos presidentes. Ambos ya "han hecho su trabajo" con el encuentro de este viernes, han tenido la oportunidad de conversar sobre las cuestiones más importantes, justificó, y no es necesario que ellos dos estén. La delegación del Ejecutivo, pues, estará encabezada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, también irán ministros de Unidas Podemos (hace casi un año viajó a Barcelona la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz) y se ajustará en función de quiénes se sienten enfrente, según indicaron fuentes gubernamentales.

A la próxima reunión del foro entre gobiernos no irán los dos presidentes. Sería "muy deseable" que participaran las formaciones que integran los dos ejecutivos: todo un mensaje a Junts

Y es que con toda probabilidad por parte del Govern no acudirán los miembros de Junts, que desprecia un instrumento que fue empeño de ERC en las negociaciones para la investidura de Sánchez. Rodríguez apuntó que los dos presidentes convinieron este 15 de julio que para el buen desarrollo de los trabajos de la mesa, sería "muy deseable" que se sentaran en ella las distintas formaciones que representan a los dos gobiernos, pero "quien no esté deberá explicárselo a los catalanes", señaló, dejando claro que, como ocurriera en septiembre, cuando tampoco participaron de la cita los posconvergentes, Sánchez y Aragonès se han conjurado para celebrar la reunión pase lo que pase. Con Junts o sin ellos.

La portavoz señaló que los dos presidentes no conversaron este viernes sobre el dictamen del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, conocido este jueves, que despeja el camino para una nueva euroorden contra Carles Puigdemont. La respuesta del Gobierno es la del "respeto" a todas las administraciones de Justicia. Tampoco abordaron, dijo, una posible reforma del delito de sedición, por el que fueron condenados los líderes del 'procés'. El Ejecutivo es partidario de "homologar" la legislación penal española a la de otros países europeos, pero considera que no tiene mayoría parlamentaria suficiente para llevar a cabo los cambios, tal y como aseguraba Bolaños hace una semana en una entrevista con este diario. Y, según el relato de Rodríguez, tampoco se departió sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2023, en los que ERC es, de nuevo, una figura clave.

Posiciones de origen "muy distintas

Sánchez y Aragonès cerraron, pues, la reunión de la próxima mesa de diálogo —a falta de perfilar el día exacto—, de la situación económica derivada por la guerra de Ucrania, del plan de recuperación, del despliegue de los fondos europeos en Catalunya y de la ejecución de las inversiones en infraestructuras. El Gobierno da valor a la foto en sí misma del reencuentro, al uso del "diálogo como herramienta" de resolución de los conflictos.

Los dos presidentes no charlan sobre Puigdemont o sobre la reforma del delito de sedición. La portavoz no avanza sobre qué materias puede trenzarse el acuerdo

La portavoz sí que no adelantó en qué materias podrían alcanzarse acuerdos en apenas dos semanas. Indicó que ambas administraciones han estado trabajando en distintas cuestiones en este último año, y hay asuntos "avanzados" y resaltó el acuerdo metodológico alcanzado el viernes pasado en Barcelona entre Bolaños y la 'consellera' Laura Vilagrà. Además, puso en valor que, con ella de ministra, se han celebrado dos reuniones de la comisión bilateral Generalitat-Estado, dos de la comisión de infraestructuras, una de la mixta de asuntos económicos y fiscales y cinco reuniones de los equipos técnicos de trabajo.

Rodríguez recordó que la posición de partida de las dos partes es "muy distinta" y ahí jamás habrá acuerdo. Si la Generalitat defiende la amnistía y el referéndum, el Gobierno se sitúa en la defensa del Título VIII de la Constitución (el que aborda la organización territorial del Estado) y del Estatut, y subrayó que la "única manera" de escapar del conflicto es el diálogo. Y frente a las críticas de la derecha, la ministra remarcó el compromiso del Ejecutivo en el "perfeccionamiento del Estado autonómico", con Catalunya y con el resto de las autonomías. Añadió que Sánchez también tiene la pretensión de entrevistarse con los presidentes que se han visto refrendados recientemente en las urnas, caso del castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco o del andaluz Juanma Moreno.

Agenda apretada

La que se celebre a finales de julio será la tercera convocatoria de la mesa de diálogo. En febrero de 2020, en la Moncloa, cuando Quim Torra estaba al frente del Govern y no había estallado la pandemia, tuvo lugar la primera cita. La segunda llegó el pasado 15 de septiembre, ya con Aragonès al frente de la Generalitat. En ambas estuvieron presentes los dos presidentes, cosa que no ocurrirá en dos semanas. Sánchez, no obstante, sí había expresado en una entrevista en 'El País' que quería que este encuentro se produjera este mismo mes de julio.

Quedan dos semanas de intensa actividad para el Gobierno. El lunes 18 y el jueves 21, Sánchez acompañará al Rey a la inauguración de las líneas de alta velocidad Plasencia-Badajoz y Madrid-Burgos. Los martes 19 y 26 habrá Consejo de Ministros. El miércoles 27, el presidente y parte de su Gabinete asistirán en Varsovia a la Reunión de Alto Nivel (RAN) España-Polonia, y el viernes 29 hará balance del curso político ante los medios y, probablemente, emprenda una minigira internacional por los Balcanes.