El TSJC archiva la causa contra el diputado Daniel Serrano por agresión sexual

El juez del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Carlos Ramos, ha acordado archivar provisionalmente la causa abierta contra el diputado del Parlament Daniel Serrano, exnúmero dos del PP catalán, por los supuestos delitos de agresión sexual y lesiones, al "no haber quedado debidamente justificada la comisión" de los mismo. En su resolución, el magistrado detalla que desde noviembre del 2019 la investigación se ha realizado en diferentes juzgados y, posteriormente, se hizo cargo de ella el alto tribunal catalán. El togado subraya que las relaciones íntimas fueron consentidas, "sin perjuicio de que alguna de ellas se produjera con un cierto ímpetu y con una reprobable desconsideración por parte de él que dieran lugar a la aparición de algunos hematomas bajo la piel" de la mujer.

La denuncia contra Serrano fue presentada por una compañera del partido, en concreto, la secretaria de Mujeres en Igualdad y miembro de ejecutiva de la formación, M. R. La mujer sostenía que en marzo de 2015 empezó una relación con político, que era entonces candidato del PPC a la alcaldía de Cornellà de Llobregat, y ella, coordinadora de organización del partido. Al poco tiempo, según su versión, empezaron las actitudes violentas del imputado durante los actos sexuales. Así, en marzo de 2015, detalla la mujer, sufrió unas lesiones que le causaron hematomas en los brazos y en el pómulo. Después, ella le pidió explicaciones y Serrano le contestó que los moratones habían sido provocados por el casco de la moto.

Episodios "excepcionales"

En otro encuentro sexual, según la víctima, la actitud “tan violenta” del dirigente del PP le produjo fuertes dolores en la espalda. La mujer creyó en un primer momento que esos episodios violentos eran “excepcionales” por la relación personal y política que mantenían, ya que, en público, el político no tenía ese comportamiento agresivo que mostraba en privado, y “del que luego no se responsabilizaba” Sin embargo, el 13 de noviembre de 2016, su opinión, “sin consentimiento ni acuerdo previo”, describe la denuncia, la “forzó de forma violenta manteniendo una relación no consentida de sexo violento y agresivo” en el domicilio de ella, lo que le produjo lesiones.

El alto tribunal deja constancia que la denunciante y Serrano eran compañeros de partido, no convivieron ni tuvieron nunca un proyecto de vida en común y que "sus relaciones íntimas consensuadas" eran esporádicas. El juez cuestiona que la mujer tardara tiempo en denunciar, más cuando es "una persona emocionalmente madura, con formación profesional, sin dependencia respecto de su supuesto agresor y que "se dedicaba al partido político por vocación y sin cobrar por ello".

Por otra parte, subraya que del lenguaje usado en los mensajes de móvil por la denunciante y de las respuestas del diputado "no se desprende en absoluto que las relaciones sexuales que ambos mantuvieron en aquella época no hubieran sido consensuadas, sino todo lo contrario". Y agrega: "la petición jocosa de explicaciones por parte de ella y las respuestas al mismo nivel por parte de él en los episodios de marzo y junio de 2015 no sugieren en absoluto que se trate de agresiones"