Entrevista al ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática

Félix Bolaños: "Somos partidarios de reformar la sedición, pero no hay mayoría hoy para abordarla"

Lee aquí la primera parte de la entrevista a Félix Bolaños: "Sánchez anunciará nuevas medidas el martes"

"Desjudicializar no es mirar para otro lado si hubiera un presunto delito, es apostar por la política. Judicializar cronifica los conflictos", defiende la mano derecha de Sánchez

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, posa para EL PERIÓDICO en el Passeig de Gràcia, delante de La Pedrera de Antoni Gaudi, este pasado 8 de julio de 2022.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, posa para EL PERIÓDICO en el Passeig de Gràcia, delante de La Pedrera de Antoni Gaudi, este pasado 8 de julio de 2022. / FERRAN NADEU

Juanma Romero

Juanma Romero

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Vivió hace exactamente dos décadas, en 2002, en Barcelona, una ciudad que le fascina, cuando trabajaba de abogado para el despacho de Uría Menéndez. Se alojaba en Les Corts, le encantaba pasear por el Barri Gòtic. Apenas residió un año allí, pero es una época, dice, que guarda con cariño. Este viernes regresó a la capital catalana para sellar el arranque de una nueva etapa en la siempre complicada relación con el Govern. Félix Bolaños (Madrid, 1975), ministro de la Presidencia, hombre de creciente poder y de la absoluta confianza de Pedro Sánchez, el depositario de sus encargos más delicados, cerró con la Generalitat el acuerdo marco para la negociación entre los dos gobiernos que encarrila la vía del diálogo y deja atrás el choque por el espionaje con Pegasus.

Recibe a EL PERIÓDICO en la sede de la Delegación del Gobierno en Catalunya, a un paso de Gràcia, unas horas después de su encuentro con la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, y se muestra satisfecho del camino recorrido. Pide no ansiarse con los "plazos", no adelantar pasos, insiste en que se trata de ir acercando posturas con el diálogo como "única vía" para restablecer confianzas. La salida, dice, serán soluciones "transversales", acuerdos "mayoritarios" que superen la dinámica de "bloques". Bolaños se siente cómodo con su cometido, aspira a ser el madrileño que contribuyó a apaciguar Catalunya.

Después de haber fijado con Vilagrà la reunión de los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès, el próximo 15 de julio en la Moncloa, ¿para cuándo se reunirá la mesa de diálogo? Han pactado que haya dos citas en lo que queda de año. ¿La habrá este mes?

No querría condicionar la fecha, porque lo importante es el contenido. Vamos a hacer lo mismo que hemos hecho con la reunión de este [pasado] viernes: trabajar intensa y discretamente, y cuando haya un acuerdo, hacerlo público a todos los ciudadanos, que es a lo que nos comprometimos hace un año. Nuestra voluntad es hacer dos reuniones de la mesa en lo que queda de año, pero no nos pongamos plazos, lo importante es que sigamos avanzando, que haya acuerdos, que haya diálogo, y cuando tengamos contenido para esas mesas, las convocaremos, las celebraremos y haremos públicos los acuerdos para que toda la ciudadanía los conozca. Es donde pongo el acento. Había una situación de tensión insoportable en Catalunya y hoy estamos superándola gracias al diálogo, que es la única vía para que la relación de Catalunya y el resto de España vaya poco a poco adonde nunca debió salir.

Nuestra voluntad es hacer dos reuniones de la mesa de diálogo en lo que queda de año, pero no nos pongamos plazos: lo importante es seguir avanzando

Félix Bolaños

— Ministro de la Presidencia

¿Sobre qué contenido están trabajando? Están intentando ganar tiempo, pero no sabemos los contenidos o materias concretas.

Hemos puesto el foco en cuestiones que vayan a ser soluciones y acuerdos transversales, que puedan recoger la voluntad y el acuerdo de la mayoría de la sociedad catalana. Creo que esa es la clave de lo que estamos haciendo.

Concréteme, póngame un ejemplo.

Estamos siendo discretos sobre los acuerdos en los que estamos trabajando, porque no queremos introducir ningún elemento de presión a la negociación. Por supuesto que partimos de posiciones muy diferentes en el Gobierno y en el Govern, pero estamos haciendo un esfuerzo a través del diálogo para hallar puntos de encuentro, que han de representar acuerdos que sean muy transversales, muy mayoritarios en la sociedad catalana, que superen de una vez por todas los bloques. Ese es el futuro de Catalunya, es atender a las necesidades de los ciudadanos de Catalunya. Es estar en línea con los fondos europeos, con el reforzamiento del Estado del bienestar que estamos haciendo en toda España, y que Catalunya sea una región, como ha sido siempre, motor de España y motor de la UE.

Entrevista con Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática

El Gobierno es partidario de reformar los delitos de rebelión y sedición, pero no hay mayoría parlamentaria en este momento para abordar esa reforma, asegura el ministro Félix Bolaños a EL PERIÓDICO en esta entrevista, el pasado 8 de julio de 2022 en Barcelona. / FERRAN NADEU

Dígame al menos si está muy maduro el acuerdo.

Se tiene que seguir trabajando. Todo en lo que estamos trabajando parte de posiciones diferentes y no pasa nada, es normal que así sea. Lo importante es ir acercándose, que las posturas acaben confluyendo y que acabemos logrando puntos de equilibrio como el acuerdo logrado este viernes, que es un acuerdo importante porque fortalece la apuesta de los dos gobiernos por el diálogo, por las soluciones políticas y transversales, muy mayoritarias.

La Generalitat dice que se está avanzando en medidas antirrepresivas. En el documento acordado [aquí en PDF] se habla de desjudicialización. ¿Qué supone eso para el Gobierno?

Supone apostar por la política. Cuando la política se judicializa, es verdad que no hace más que cronificar los conflictos.

¿Y si hay una sospecha de delito? Esta semana, Laura Borràs, presidenta del Parlament, contabilizó verbalmente el voto del diputado huido Lluís Puig, contra el criterio del Tribunal Constitucional. ¿Van a mirar para otro lado?

Por supuesto que la ley se ha de aplicar, y la Constitución también, como está ocurriendo desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno. Nadie está hablando de eso. Muy al contrario: la desjudicialización también es que se cumpla la ley y la Constitución, pero sobre todo es hacer política útil, que es la que los ciudadanos merecen, llegar a acuerdos. La judicialización de la política ha condicionado la vida y la sociedad catalana durante años. Ha cronificado los conflictos. Dos posturas irreconciliables que no se miraban de frente para intentar buscar un punto de conexión. Ahora lo que estamos haciendo es aparcar ese momento para pasar a una nueva fase, que es la de la política de verdad, en la que se sientan los diferentes para intentar llegar a acuerdos, y creo que es muy positivo para Catalunya que estemos abriendo esta etapa con una apuesta clarísima por el diálogo. Nosotros apostamos por la agenda del reencuentro. Era muy triste que casi un 40% de los catalanes en 2018 reconociera que había dejado de hablar de política con amigos y familiares, y en 2022, sin embargo, según algunos estudios muy recientes, Catalunya es hoy la comunidad con menor polarización partidista. Hemos avanzado mucho y tenemos que seguir avanzando.

¿Va a retomar el Gobierno la reforma de los delitos de sedición y rebelión o está definitivamente aparcada?

La posición del Gobierno no ha cambiado en esto. El presidente lo dijo hace poco. Somos absolutamente partidarios de que en nuestra legislación penal esté homogeneizada con el resto de legislaciones penales de países de nuestro entorno, que son democracias avanzadas, consolidadas, pero lo cierto es que la aritmética parlamentaria es la que es: no hay una mayoría en este momento para abordar esa reforma.

Estamos trabajando intensamente en la nueva ley de secretos oficiales. Es posible que el anteproyecto esté antes del parón veraniego

¿Para cuándo van a estar las dos leyes que prometió el presidente, la nueva de secretos oficiales y la reforma de la ley reguladora del CNI?

Estamos trabajando en la ley de secretos oficiales intensamente. Creo que podremos tener un anteproyecto muy avanzado en las próximas semanas

¿Antes del parón del verano?

Es posible. Son dos compromisos del presidente y se van a cumplir, y estamos intensificando el trabajo en la ley de secretos oficiales, que es la que depende directamente de mi ministerio, para poder tener un texto próximamente.

¿Y la del CNI?

Se está trabajando también en el Ministerio de Defensa y por tanto se cumplirá el compromiso del presidente de acometer una reforma de esa ley.

¿Cuál será la propuesta política del Gobierno, más allá de la agenda del reencuentro? Los independentistas plantean amnistía y referéndum y les preguntan a ustedes cuál es la suya, no les vale la agenda. ¿Va a haber una propuesta en firme del Gobierno, una reforma estatutaria para la que no habría mayoría? ¿Cuál es la salida política al conflicto?

Sobre la propuesta política del Gobierno: "Vayamos paso a paso, ha habido mucha tensión, ahora no podemos ponernos plazos"

Creo que es importante que vayamos paso a paso, que en un conflicto que se ha generado en una década, en la que ha habido mucha tensión y muchas diferencias, muchas decisiones que acabaron tensionando la sociedad, ahora no podemos ponernos plazos. Si en una década se rompieron afectos y se tensionó la sociedad catalana, necesitamos tiempo para ir trabajando y se tiene que ir generando confianza. Durante el camino, tienen que haber acuerdos como el que logramos hoy y tiene que haber diálogo. Claro que tiene que haber dificultades, no solo derivadas de las posiciones tan diferentes del Govern y del Gobierno. Pero no adelantemos acontecimientos. La posición del independentismo es conocida, y nosotros creemos que un referéndum solo cronificaría el conflicto, y lo que queremos son soluciones que sean transversales, en las que se pueda sentir cómoda una amplísima mayoría de la sociedad catalana.

¿Este deshielo ha servido para que se haya podido reconducir la relación con ERC en el Congreso, que vuelva a ser un socio clave de legislatura?

El Gobierno y ERC compartimos una agenda progresista para España y creo que las dificultades que puedan surgir no deberían afectar.

Pero han afectado.

No deberían afectar en el futuro, de ahora en adelante. La agenda progresista es proteger a las clases medias, a los trabajadores. Tenemos una inflación muy alta, provocada por la guerra de Vladímir Putin. Lo que tenemos que hacer desde el Gobierno es adoptar medidas para proteger y ayudar a la ciudadanía, sobre todo a las clases medias. Estamos bajando el litro de la gasolina, estamos congelando la bombona de butano, estamos elevando el ingreso mínimo vital, las pensiones no contributivas, dando ayudas directas, estamos bajando la factura de la luz bajando el IVA, anunciando que habrá un impuesto a las eléctricas, para que no paguen los de siempre, para que paguen las eléctricas que están teniendo beneficios derivados de los precios del gas y de las materias primas. Esas políticas, que son progresistas y que mejoran la vida de la mayoría de la gente, son políticas en las que coincidimos, porque eso es una agenda progresista de Gobierno.

Para mejorar la vida de la gente, buscamos apoyos debajo de las piedras. Con todos los grupos. También con ERC, especialmente con ERC

¿Es ERC de nuevo socio preferente de legislatura, también de cara a los Presupuestos de 2023? Esa posición ha sido reemplazada en los últimos meses por otros grupos o por la propia Bildu.

Yo no quisiera calificar de ninguna manera las relaciones con los grupos, creo que el Gobierno tiene la responsabilidad de tomar las decisiones y de hablar con los diferentes grupos para conseguir apoyos. Para mejorar la vida de la gente, buscamos apoyos debajo de las piedras, claro que sí. Con todos los grupos, también con ERC. Especialmente con ERC, con la que coincidimos en esa visión progresista. No tiene ningún sentido que no se vote a favor de medidas que mejoran las condiciones laborales o económicas de nuestros conciudadanos, y por esto estamos dispuestos a colaborar, como hemos hecho en otras épocas, para conseguir proteger la vida de nuestros ciudadanos. 

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