Juicio en la Audiencia de Barcelona

Hasta un año de cárcel por falsificar y vender arte modernista

Los acusados llegan a un pacto con la fiscalía, que les rebaja considerablemente la pena y les evita ingresar en la cárcel

Juicio a la red que venía cuadros falsos de Casas, Nonell, Rusiñol y Sorolla, pintados por un vendedor de ropa usada de El Rastro de Madrid. AUTOR: MANU MITRU

Juicio a la red que venía cuadros falsos de Casas, Nonell, Rusiñol y Sorolla, pintados por un vendedor de ropa usada de El Rastro de Madrid. AUTOR: MANU MITRU / MANU MITRU

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Seis presuntos miembros de una red de falsificación de obras arte han aceptado este lunes penas de entre nueve meses y un año de cárcel por plagiar cuadros de artistas modernistas como Sorolla, Rusiñol, Nonell, Opisso o Casas y venderlos a coleccionistas y galerías de arte, entre los años 2011 y 2017.

La sección quinta de la Audiencia de Barcelona dictado este lunes una sentencia "in voce" que libra de entrar en prisión a los seis acusados, para quienes la fiscalía pedía inicialmente catorce años de cárcel, después de que hayan aceptado los hechos de que se le acusaban y comprometido a devolver los 53.700 euros estafados, según Efe.

El pacto con el ministerio público, que ha rebajado su petición de condena al aplicar las atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño, implica además la absolución de un séptimo acusado, Carles Xarrié, presidente del Gremio de Anticuarios de Catalunya que estaba acusado de poner a la venta obras distribuidas por la red en la sala de subastas que regenta.

El tribunal ha accedido a suspender la entrada en prisión de los seis condenados, después de que se hayan comprometido con un plan de pago de 150 euros mensuales durante cinco años para devolver los 53.700 euros defraudados con las obras falsas, a los que se suman otros 12.000 que ya han pagado a una de sus víctimas para que se retirara como acusación particular.

Trama estructurada

Según mantiene la fiscalía, desde el año 2011 los acusados formaron una trama "estructurada" que se dedicaba a vender pinturas falsificadas de reconocidos artistas, en ocasiones acompañándolas de certificados de autenticidad también mendaces. Uno de los condenados, A.M., un vendedor de ropa usada del Rastro de Madrid, era el encargado de pintar los cuadros en un taller, mientras que otro de los imputados, A.J., era quien elaboraba los certificados de autenticidad y en algunos casos añadía "retoques" a las pinturas.

De la trama formaba también parte A.F.V., quien se encargaba de buscar "potenciales clientes" en Barcelona, a sabiendas de que los cuadros eran falsos, y su nieto A.F.J., que lo trasladaba en coche a recoger a empresas de paquetería las obras plagiadas para repartirlas a los compradores. Otras dos personas se dedicaban a contactar con clientes para colocar las obras falsificadas y a distribuirlas las pinturas, desde Zaragoza.

Miles de euros

En concreto, la red vendió en julio de 2016 un cuadro falsificado de Ramon Casas, por el que cobró un adelanto de 7.000 euros, y en noviembre logró 11.000 euros al colocar otra obra de este pintor, así como de los artistas Joaquim Mir, Eliseu Meifren, Isidre Nonell, Joaquín Sorolla y Joaquín Balcells. Otro coleccionista les pagó 70.000 euros por obras falsificadas de Rusiñol, Mir, Meifren, Nonell, Serrassanta, Casas, Cecilio Pla, Ricard Opisso y Sorolla, mientras que en octubre de 2016 se hicieron con 1.000 euros tras vender un cuadro de Casas.

La trama se destapó a raíz de la operación Valentine, que los Mossos d'Esquadra y la Guardia civil desplegaron en febrero de 2017, una investigación que arrancó de la denuncia de un empresario barcelonés que había adquirido una obra falsa atribuida a Ramon Casas. Los investigadores comprobaron que en Madrid existían dos talleres de pintura donde se confeccionaban los cuadros, que incluían la firma del autor falsificada y eran envejecidos con un marco o lienzo adecuado para dar apariencia de autenticidad. En los registros practicados con orden judicial en las galerías de arte y domicilios de los procesados, los agentes intervinieron un centenar de obras falsificadas.