Congreso de los Diputados

El PSOE ata los apoyos y propulsa la ley de memoria democrática dos días después del 19-J

PNV y PDeCAT se vislumbran como aliados fundamentales de los socialistas en una tramitación que se ha desbloqueado súbitamente

Fuentes parlamentarias creen que EH Bildu se abstendrá y facilitará la ley de memoria democrática

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, y el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaño, en el Congreso de los Diputados, a 11 de mayo de 2022.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, y el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaño, en el Congreso de los Diputados, a 11 de mayo de 2022. / EP

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Decía un diputado este martes con semblante cansado, alrededor de las 16.30 horas: “El Gobierno quiere sacar un montón de leyes a toda prisa este mes, así que no paramos con enmiendas que van y vienen”. El diputado había estado en su escaño, en el debate sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, y se iba a toda prisa al despacho para analizar propuestas de otros grupos y sopesar posibles acuerdos.

Así están las cosas en la Cámara: enmiendas que van y vienen para leyes que empiezan a llegar a mansalva. Un repaso rápido: la ley concursal, la ley de creación de empresas, la ley de ciencia, la ley de regulación del juego, la ley de precursores de explosivos, la ley de información financiera contra el crimen organizado, la ley sobre el fondo de sostenibilidad del sistema eléctrico, la ley del deporte, la ley sobre la retribución del CO2…

El calendario hasta el 30 de junio, fin del periodo ordinario, está más que apretado. Una diputada comentaba la semana pasada que resultaba difícil encontrar huecos para programar ponencias y comisiones, básicamente porque ya están todos ocupados. O casi todos. La agenda, de hecho, no para de moverse, oscilar y cambiar. En este contexto cambiante por las apreturas de los plazos, saltó una sorpresa: la ley de memoria democrática, atascada desde hace meses porque no había manera de encontrar camino político por el que pudiera circular, de pronto se desbloqueó.

Fuentes de la dirección socialista, preguntadas por ello, explicaron que si se ha desatascado el trámite, es porque tiene visos sólidos de terminar bien, y no sólo eso, sino además de que sea rápido. Este medio preguntó a diversas fuentes parlamentarias dónde están las claves, en qué partidos. Esas fuentes apuntaron al PNV y el PDeCAT. “Está muy avanzado”, sentenciaba una de ellas. "Las posiciones están muy próximas", ahondaba otra.

Pero con el concurso de ambos no es suficiente. Es necesaria la participación de un tercer grupo. Las miradas se dirigen a ERC y a EH Bildu, por tanto. Preguntada por ello, una fuente de la dirección catalana señala que están fuera de cualquier acuerdo. Reconocía incluso que ignoran por qué el PSOE ha pisado el acelerador de una norma que desde hace casi un año dormitaba en el Congreso, en la Comisión Constitucional concretamente. “Supongo que el camino irá por la derecha”, añadía. 

En EH Bildu, por su parte, matizan que tampoco hay nada acordado. “Nos han comunicado que la ponencia se crea ya; no sabemos qué ha pasado para que de pronto haya tanta prisa”. Las fuentes de esta formación reconocen los contactos con el Gobierno, pero no precisan que hayan sido, entre otras materias, acerca de la ley de memoria democrática

Pero una fuente de uno de los grupos que sostienen al Gobierno de coalición explicaba que con la formación abertzale ha habido y hay contactos de calado, dirigidos a lograr al menos su abstención. La fuente de EH Bildu ha indicado a este medio que no hay nada cerrado y que ignora qué puede proponer el PSOE para sacar del rechazo a su organización política. 

Así que con EH Bildu conviene mantener la prudencia. Unas fuentes apuestan por qué efectivamente estarán en la solución. Otras piden esperar.

Trámite veloz

En cualquier caso, todas las fuentes ven cerca el fin de la tramitación de una norma por la que nadie en el Congreso, o casi nadie, daba un duro. Estaba dormida, al fondo de un cajón, porque el Gobierno no encontró una salida ni por la izquierda ni por el centroderecha. Creyeron verla porque PSOE y Unidas Podemos pactaron las enmiendas y decidieron impulsarla, allá por finales de 2021. Constataron que no había más votos y decidieron aparcar el trámite. 

El ciclo electoral imprevisto no ayudó. El adelanto electoral en Castilla y León provocó que sobre la ley se echara una capa de polvo. El de Andalucía, que se intuía desde hace mucho, echó una capita más. Ya se ha celebrado el 19-J en las ocho provincias andaluzas y el resultado, desastroso para la izquierda, ha dejado una lectura que habla de revulsivos. Se trata de dar con la tecla, o las teclas, que permitan que la ciudadanía progresista encuentre un motivo por el que ir a votar, y además, votar a una opción de ese espectro.

El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha abogado por “una reflexión seria y pausada” sobre lo sucedido el domingo pasado, el día en que Juanma Moreno, del PP, se hizo con la mayoría absoluta de una comunidad que nunca ha gobernado este partido. Ha afirmado que el Ejecutivo “no lleva buen rumbo porque la vida cotidiana de la gente es más difícil, y lo normal es que se enfade”. La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha recalcado que “la percepción de la gente”, a su entender, es que “las medidas aprobadas no son suficientemente audaces” por cuanto “no tienen repercusión en el día a día”.

Las reflexiones de las que hablaba Errejón se han sucedido durante el martes en el Congreso, aunque quizá no con la pausa y calma que defendía. En medio de este paisaje de preocupaciones verbalizadas, apareció en la agenda del Congreso que la Comisión Constitucional se reunirá este miércoles para crear la ponencia de la ley de memoria democrática y, casi con seguridad, empezar a ver enmiendas. Puede que haya novedades de envergadura antes de que acabe el mes. En julio se prevé un debate sobre el estado de la nación, al que Pedro Sánchez puede que le interese ir con esa baza en la mochila.

En esa norma, el Gobierno pretende que "todas las leyes del Estado español, incluida la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía, se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho internacional convencional y consuetudinario y, en particular, con el Derecho Internacional Humanitario, según el cual los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables".

Para ERC, mientras no se derogue la ley de amnistía de 1977, no hay opciones para el respaldo. También pide reparación económica a las víctimas, al igual que EH Bildu. PSOE y Unidas Podemos, al respecto, son más suaves.