Laura Borràs asume el liderazgo de la negociación con los funcionarios del Parlament

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, toma la batuta de la negociación con los funcionarios de la Cámara catalana después del enésimo choque entre los miembros de la Mesa para consensuar un nuevo régimen general que sustituya a las licencias por edad, una suerte de prejubilación a la que podían acogerse los mayores de 60 años y con un historial de 15 años en la institución.

En la reunión de la Mesa celebrada este martes, Borràs ha anunciado que ella misma se hace cargo de las conversaciones con el consejo de personal y recupera así las funciones que delegó en Ferran Pedret (PSC) y Aurora Madaula (Junts), según fuentes parlamentarias. Todo esto, después de que Borràs ordenara retirar la ratificación de un acuerdo alcanzado con los empleados -y que ella misma avaló en la Mesa el pasado martes- del orden del día de la comisión de asuntos institucionales en la que debía quedar ratificado el pasado jueves.

La propuesta cerrada consistía en incluir en los estatutos de régimen y gobierno interior (ERGI) la posibilidad de que los empleados se acojan a excedencias incentivadas y reducciones de jornada, mientras se sigue negociando hasta el 11 de julio el futuro de las pagas que ya están siendo abonadas en concepto de licencia por edad, un régimen ya derogado sobre el papel.

Fuentes parlamentarias apuntan que Borràs contactó con el resto de miembros de la Mesa, de forma informal, y ordenó que no se llevara a votación la ratificación el acuerdo alegando que, el martes pasado, cuando se aprobó en la reunión en la que estaba presente, "entendió que [las excedencias y las reducciones] se referían solo a los que ya cobran las licencias" y no a un nuevo régimen general a disposición de todos los funcionarios al que poder alistarse ante la derogación de las licencias por edad. La medida, que ahora está en el aire, fue validada inicialmente con el voto a favor de PSC, ERC y Junts, la abstención de Cs y CUP y el voto en contra de los 'comuns', ya que PPC y Vox no acudieron a la reunión.

De hecho, los trabajadores ya han solicitado a la Mesa que dé explicaciones sobre esta nueva reculada, ya que el pacto estaba cerrado y finalmente no quedó ratificado. Ahora la plantilla deberá negociar con la propia presidenta hasta el 11 de julio, la fecha límite fijada tras varias prórrogas por la falta de entendimiento.

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