13 puntos menos que en 2005

Solo el 6,9% de las sentencias judiciales en Catalunya son en catalán

La Conselleria de Justícia negocia con la Escuela Judicial del CGPJ que se exija un nivel C1 y no un B2 como mérito para los aspirantes a jueces

Jueces durante un acto en el TSJC

Jueces durante un acto en el TSJC / Carlos Montanyés

Júlia Regué

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Barcelona
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El catalán también está en retroceso en la esfera judicial. El Departament de Justícia ha ofrecido este jueves una radiografía sobre el uso de la lengua catalana en todos los ámbitos de esta parte de la administración y ha revelado que el castellano predomina en las sentencias, en las demandas, en los estudios universitarios de Derecho y entre los trabajadores e internos de los centros penitenciarios.

Para revertirlo, la Conselleria ha lanzado un paquete de medidas de fomento del catalán que pasan por exigir el C1 y no el B2 como mérito para los que aspiran a jueces -un extremo que se está negociando con la Escuela Judicial del CGPJ-, por impulsar becas para opositar en Catalunya y reducir la rotación, por un Pacto Nacional por la Justicia y por un portal web a modo de buzón de quejas para canalizar posibles vulneraciones de derechos lingüísticos.

Uno de los datos más significativos del informe es que las sentencias judiciales en catalán se han reducido drásticamente desde 2005, cayendo en picado hasta la actualidad. En 2021, sólo un 6,9% de los fallos fueron redactados en lengua catalana, un porcentaje que supone un claro descenso respecto al 20,1% que se registraba 16 años atrás o teniendo en cuenta el 14,5% que representaba en 2010. En los documentos notariales se observa el mismo patrón: solo el 9,2% es en lengua catalana.

La situación se agrava si se tiene en cuenta que, en el 81,2% de los casos (lo que suponen 376.627 peticiones), los órganos judiciales no han atendido la elección en la casilla de opción lingüística en catalán de las resoluciones notificadas, si bien aquellos que lo reclamaron en castellano así las recibieron en el 97% de los casos. "Esto es muy grave y no ayuda a normalizar la lengua ni a sentir cercana la justicia", ha espetado la 'consellera' Lourdes Ciuró en una rueda de prensa en la que ha anunciado que ya ha comunicado este hecho al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) para que lo corrija.

Del mismo modo, los ciudadanos se dirigen mayoritariamente en castellano. Solo el 6,2% de las demandas iniciales, a través de e-justícia.cat, están escritas en catalán, aunque se observan grandes diferencias territoriales: en Girona, 13,1%; en Lleida, 12,5%; en Tarragona, 3,5; y en Barcelona, 4,2%. 

Pero lo cierto es que los jueces y magistrados, los letrados, los fiscales y los cuerpos de gestión sí tienen conocimiento de catalán, aunque de forma desigual, pese a que el empleo de esta lengua es reducido. Para fomentar su uso, la 'consellera' ha insistido en elevar de un B2 a un C1 el requerimiento para obtener méritos en la carrera judicial: "No es una utopía, en Valencia ya se hace", ha defendido Ciuró.

Si bien la información institucional es toda o mayoritariamente en catalán (97%) en los centros y servicios penitenciarios, cuando se dirige a los internos desciende hasta el 48%. Del mismo modo, en cuanto al uso oral, entre profesionales el catalán logra un 74%, pero cae a un 17% en la comunicación con los que cumplen condena penal, pese a que un 65,7% de los internos tiene conocimientos de catalán

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