Estrategia electoral

Las previsiones electorales en Andalucía fuerzan la 'reconciliación' (pública) de la izquierda estatal

Díaz, Belarra, Errejón e Iglesias cierran filas y muestran unidad para evitar el descontento de la ciudadanía por las peleas internas

díaz nieto

díaz nieto / Rafael Madero / Europa Press

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En los últimos tres días, la campaña electoral andaluza ha dejado imágenes prácticamente impensables hace una semana. Yolanda Díaz e Ione Belarra fundidas en un abrazo, ambas sonrientes; Pablo Iglesias mandando su cariño a Íñigo Errejón; y a este último, líder de Más País, volviendo a compartir escenario con una candidato de Podemos, el partido que ayudó a fundar y que después abandonó. Las previsiones electorales, poco halagüeñas para Por Andalucía, han forzado esta 'reconciliación'. Al menos, de cara a la galería y aún no se sabe si con fecha de caducidad. Lo único cierto es la necesidad de cerrar filas en torno a su candidata, Inma Nieto, de IU y confiarse a la unidad.

La andadura andaluza para la izquierda a la izquierda del PSOE arrancó con mal pie. Enturbiada por las dinámicas nacionales y las relaciones desgastadas entre sus dirigentes, la alianza de Podemos, IU, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa tardó en fraguarse. Había puentes que construir por primera vez y exigencias que acatar. El pacto se logró -'in extremis' y con errores-, pero no sin tensar hasta el máximo unas costuras que ahora se esfuerzan todos en remendar.

Tanto en Madrid como en Andalucía, los dos territorios desde los que se negoció la coalición, se extendió la idea de que la enésima disensión que sufría el llamado espacio del cambio podría tener un duro impacto en los resultados electorales. Hubo quien vio las orejas al lobo. La decisión unánime, aunque no pactada, fue reforzar la imagen de unidad. Que no quedase resquicio alguno a posibles críticas sobre la fragmentación interna o dudas sobre la implicación de cada formación.

Y durante tres días -y los que aún quedan- los dirigentes estatales de todas las formaciones han saltado a la arena electoral con ese propósito, espoleados por unas perspectivas a la baja. La encuesta ‘Flash’ publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) da a Por Andalucía entre un 9,4% y un 11,4% de los votos. En 2018 lograron superar el 16%.

Reunificación en tres actos

Díaz y Belarra protagonizaron la primera de las imágenes de la 'reconciliación'. La vicepresidenta segunda y la ministra de Derechos Sociales llevan meses envueltas en una tensa relación, con escaso contacto y algún que otro roce, pese a que son dos de los pilares que sustentan al ala morada del Gobierno. En un acto celebrado en Córdoba el pasado sábado ambas dirigentes quisieron escenificar su reencuentro y compartieron besos y abrazos. Llevaban más de medio año sin compartir un escenario fuera del foco institucional.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, en un acto en Córdoba

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, en un acto en Córdoba / Rafa Alcaide / EFE

Al día siguiente, toco fortalecer los lazos que Díaz lleva meses construyendo con Errejón. La simple alianza de Más País con Podemos implicaba ya un paso significativo. Errejón abandonó la formación morada en enero de 2019, tras años de discrepancias con la dirección que Pablo Iglesias imprimió al partido, y las elecciones andaluzas serán la primera ocasión en la que su nueva formación se presente en coalición con Podemos. La sintonía entre la vicepresidenta y el líder de Más País fue clara. Ella le aseguró que "lo mejor está por llegar" y él mostró su compromiso con el frente amplio de Díaz compartiendo el escenario con José Piña, candidato de Podemos por Málaga.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el líder de Más País, Íñigo Errejón, en un acto en Málaga

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el líder de Más País, Íñigo Errejón, en un acto en Málaga / Álex Zea /Europa Press

Y, en paralelo, se producía la tercera imagen inesperada. Iglesias, que en los últimos meses ha dejado patente su malestar con la gestión del espacio morado por parte de Díaz, mandó su "apoyo y cariño" a la vicepresidenta segunda. Y también a Errejón, años después de asegurar que su salida del partido le había dejado "triste" y "tocado". El círculo quedaba, así, prácticamente cerrado. Faltará ver a la vicepresidenta junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Suscríbete para seguir leyendo