En el Congreso

El PSOE tumba el impuesto a los ricos que proponía Unidas Podemos

Los morados pretendía gravar a las fortunas que superen los 10 millones de euros

Los socialistas argumenta que es una propuesta "no consensuada" y "de dudosa efectividad"

Héctor Gómez, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. FOTO JOSÉ LUIS ROCA

Héctor Gómez, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. FOTO JOSÉ LUIS ROCA / José Luis Roca

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

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Los intentos de Unidas Podemos por gravar a las grandes fortunas caen, una vez más, en saco roto ante el rechazo constante del PSOE a elevar los impuestos a quienes más tienen. Tras unas semanas convulsas en el seno del Ejecutivo, este martes, los socialistas se han opuesto a tramitar una proposición de ley de sus socios de Gobierno que pretendía crear una nueva figura fiscal para que las fortunas superiores a los 10 millones de euros tenga que tributar más. La razón esgrimida ha sido que no es el momento debido a la situación actual de crisis.

"Las familias no pueden pagar más que los que más tienen. Apoyar esta medida es una cuestión de patriotismo", le ha afeado la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, a la bancada socialista a través de Twitter. Desde la tribuna del Congreso, el secretario general del grupo parlamentario morado, Txema Guijarro, ha reconocido que la norma nace "ya condenada" por la cerrazón de sus socios, pero ha señalado que mandaría "un poderoso mensaje" a la ciudadanía. El 'no' del PSOE -junto al de PP, Vox, Cs, PNV y PDECat- impide que el texto pueda ser tan siquiera debatido. Los morados sí han cosechado el apoyo del resto de formaciones de la izquierda.

La propuesta morada

Guijarro ha explicado que la intención era crear un tributo complementario al Impuesto sobre el Patrimonio que grava con un 3,5% las bases liquidables superiores a los 10.700.000 euros. En este sentido, los morados planteaban introducir más tramos para seguir incrementando de manera progresiva. En su proposición de ley se establecen nuevos escalones, que van desde el 3,6% para los que superen los 10 millones -menos de 10.000 personas, según el INE- y un 0,2% más cada 20 millones hasta alcanzar el 5% para las fortunas que que sobrepasen los 150 millones. El dirigente morado ha puesto el foco en la necesidad de obtener mayores ingresos para sustentar los servicios públicos en momentos de crisis.

Además, ha denunciado el 'dumping fiscal' que llevan a cabo algunas autonomías, como Madrid. Actualmente, el Impuesto sobre el Patrimonio supone un tributo estatal, pero su gestión está cedida a las comunidades, lo que permite que algunos territorios bonifiquen una parte o la totalidad del mismo. La intención de los morados era eliminar esta posibilidad, dado que sería el Estado central de quien dependería este nuevo tributo. De esta forma, se establecería un mínimo para las grandes fortunas en todo el territorio.

Las críticas

La diputada socialista Patricia Blanquer ha asegurado que se trata de una "propuesta no consensuada, con riesgo de solapamiento y con dudosa eficacia recaudativa". Estas tres razones son las que han llevado a los socialistas ha oponerse a la propuesta de los morados, aunque ya han votado en contra de otras iniciativas de Unidas Podemos para reformar los impuestos. Blanquer ha defendido que el Ejecutivo de coalición sí que ha impulsado a lo largo de la legislatura distintas medidas para redistribuir la riqueza y ha sostenido que actualmente están evaluando el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria que redactó un comité de expertos a petición del Ministerio de Hacienda. El portavoz de los socialistas en el Congreso, Héctor Gómez, recalcó que la intención es realizar un "trabajo minucioso, detallado y con rigurosidad" siguiendo las recomendaciones de los expertos.

Esta nueva diferencia entre los dos socios de coalición ha sido señalada por distintos grupos de la Cámara que han reclamado a los morados que consensuen las iniciativas en el seno del Ejecutivo de coalición antes de llevarlas al Congreso. La diputada del PNV Idoia Sagastizabal ha afirmado que estas "desavenencias" causan desafección en la población y el parlamentario del BNG Nestor Rego ha hablado de la "guerrilla" en el Gobierno.