Partido Popular

Feijóo remarcará la debilidad económica y la división del Gobierno en su estreno en el Senado

En el PP reconocen que Feijóo tiene muchas "desventajas" y debilidades: ni conoce el Senado, ni la escenografía, ni el manejo de los tiempos

Alberto Núñez Feijóo y Javier Maroto en el Senado.

Alberto Núñez Feijóo y Javier Maroto en el Senado. / EP

Paloma Esteban

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Alberto Núñez Feijóo afronta este martes su primer cara a cara parlamentario con Pedro Sánchez, justo cuando se cumplen dos meses desde que accedió a la presidencia del PP nacional y en plena campaña electoral andaluza. Las expectativas generadas son altas porque será la escenificación real como líder de la oposición y la oportunidad, es lo que buscan en la formación conservadora, de demostrar la moderación que lleva por bandera y hacer visible su alternativa política.

En el primer duelo con el presidente del Gobierno insistirá en la debilidad de la economía española y remarcará la crisis inflacionista que ya encadena varios meses al alza. La pregunta está formulada en términos generales para hablar de economía y familias, pero tendrá mucho protagonismo el empeoramiento de las previsiones que avanzan todos los organismos, incluido el Banco de España.

Como viene haciendo desde que se debatió el primer decreto con medidas anticrisis para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, el líder del PP volverá a poner a disposición del Ejecutivo el plan económico de su formación. Si el Gobierno aceptara alguna de las medidas de su propuesta, podría haber un acercamiento para aprobar la prórroga de esas medidas extraordinarias. Los populares, sin embargo, dan por hecho que no ocurrirá. Aun así, Feijóo planea ofrecer algunos de los puntos clave, rechazando las recetas del Gobierno, como la subvención de 20 céntimos para el litro de gasolina.

En el cara a cara con Sánchez, el líder del PP también planea ahondar en las divisiones que existen dentro del Gobierno y que tiene ejemplos muy recientes: desde la postura en la cumbre de la OTAN (el dirigente gallego hará una propuesta al Ejecutivo con la idea de avanzar en una posición de Estado) a la ley del solo sí es sí en la que la imposibilidad para llegar a un acuerdo sobre el abolicionismo obligó al PSOE a registrar una proposición de ley nueva, cuya toma en consideración se debate este martes en el Congreso.

En realidad, además de mostrar una alternativa a la actual coalición del Gobierno, Feijóo pretende insistir en la idea que llevó hace días a su encuentro con el resto de líderes del PP europeo, cuando acusó a Sánchez de "no tener un rumbo" para España, en parte por las dos almas (ya son tres) que conviven en el Consejo de Ministros.

La batalla de las formas

Más allá del contenido, la batalla de las formas es la cuestión a la que más tiempo ha dedicado Feijóo en la preparación de su estreno. “Queremos quitar carga semántica a las palabras. Demostrar que la cordialidad no es antagónica a la dureza a la hora de hacer oposición. Menos histrionismo y un trato desde la oposición diferente”, explican en la cúpula de Génova donde trabajan la intervención del líder nacional.

Precisamente hace una semana, Feijóo reunía a los grupos parlamentarios de Congreso y Senado, donde exigió con total claridad “más educación” a la hora de hacer oposición, garantizando que premiaría más una “enmienda sería a unos Presupuestos Generales que un tuit ingenioso”.

Un recado en toda regla a la anterior forma de trabajar (bajo la dirección de Pablo Casado y Teodoro García Egea) que pretende poner en práctica en su debut en la Cámara Alta. En el PP reconocen que Feijóo “tiene poco que ganar” en este primer duelo. Las debilidades están claras: el manejo de los tiempos, la escenografía y los debates en el Senado es algo completamente nuevo para el dirigente gallego. "Jugamos fuera de casa y eso solo nos lo irá dando la experiencia”, reconocen algunos dirigentes populares.

Recuerdan que Feijóo lleva 13 años cerrando los debates en calidad de presidente autonómico y que se enfrenta a un formato “completamente desconocido”, a lo que hay que sumar la práctica de ejercer como gobernante y no como oposición.

Por eso, el líder popular se centrará en la “batalla que puede ganar”, asumen, que es la de las formas. Después de hacer bandera de la moderación, este martes llega la hora de la verdad. En su equipo aseguran que el objetivo es demostrar “una oposición educada” y enviar el mensaje de que la polarización actual y la falta de educación y sentido de Estado en las instituciones “es un mal que no será para siempre”. Insisten en que hará una intervención “sosegada”, de “sentido común” y mostrando una alternativa política clara.

El objetivo del PP es que a partir de ahora el presidente deje de “ningunear” a la Cámara Alta, y acuda todos los meses a un cara a cara con Feijóo. Es a lo que también le instará el líder de la oposición. El resultado de este primer debate puede tener mucha afectación en el futuro más inmediato. Sobre todo, porque llega en plena campaña andaluza y con todas las miradas puestas en el encuentro nacional. Feijóo pretende emplear un tono y un estilo muy similar al de Juanma Moreno Bonilla y lo hará en un momento de mucha debilidad para el PSOE: con todas las encuestas advirtiendo que el candidato Juan Espadas es incapaz de movilizar a sus electores.