Cita de JxCat en Argelers

Borràs y Turull lideran Junts tras un congreso de unidad pero con baja participación

El nuevo secretario general sale reforzado por el apoyo de la militancia en su tándem con la presidenta del Parlament

En un cónclave de autoafirmación frente al Estado y ERC, la nueva cúpula recibe el encargo de Puigdemont de mantener la vía combativa

Laura Borràs y Jordi Turull

Laura Borràs y Jordi Turull / EFE / QUIQUE GARCÍA

Fidel Masreal

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Laura Borràs y Jordi Turull son ya formalmente la nueva presidenta y secretario general de Junts. Pero lo son con solo el 29% y el 30% de apoyo respectivamente del total de los 6.000 posibles votantes del partido. Han logrado el 78,5% y el 92% de los votos emitidos en el congreso del partido, en un contexto de baja participación. Lo son tras un cónclave plácido y de autoafirmación pero con un nivel de participación en las votaciones alarmantemente bajo (no ha llegado ni al 40% del censo), que trata de aunar posiciones tras dos años de cierta zozobra interna y en un momento en el que ERC ostenta por primera vez la presidencia de la Generalitat y Junts se la juega en las próximas municipales. Ambos han participado en una jornada en Argelers (Francia) marcada por el mensaje combativo de Puigdemont que dibuja la línea de futuro: anclarse en la ejecución de la independencia con una estrategia opuesta a la de ERC. Eso sí, sin abandonar el Govern.

En las votaciones, que no tenían ningún misterio porque no había competición interna, Turull, con 1.854 apoyos, ha logrado superar en la estima de la militancia a Borràs, que se ha quedado en 1.776. También destaca, además de la baja participación (votaron algo más de 2.000 personas de un censo de 6.000), el bajo nivel de apoyo del nuevo secretario de organización, David Torrents (918 votos absolutos, un 15% del censo, 46% de los votos emitidos), así como de Aurora Madaula (919 votos), una de las nuevas cuatro vicepresidencias. En el caso de Torrents, pese a que por reglamento no alcanzaría el 50% mínimo requerido, un acuerdo político -para que entren todos los integrantes de la nueva ejecutiva- le hace lograr el cargo.

Turull: "O independencia o independencia"

Turull ha afirmado que quiere ser secretario general para ser útil y para culminar el proceso independentista e ir "a todas". También ha dibujado un partido que sea útil, todo en un mensaje optimista y de mano tendida. "Estamos aquí mas juntos y comprometidos que nunca", ha proclamado. "Ahora el objetivo es independencia o independencia", ha resumido en su intervención. "Es una urgencia pasar a la acción", ha rematado, insistiendo en la necesidad de "poner la directa" y pasar a los hechos. Un mensaje, como el matutino de Puigdemont, que no ha sido completado con concreciones respecto a esta propuesta. En cualquier caso, un discurso, como todos los del congreso de Argelers, dedicado a dar ánimo independentista frente a la "represión" del Estado. Y en cuanto a pactos, un mensaje de apertura -en un partido que firmó un texto contra cualquier alianza con el PSC, con el que gobierna la Diputación de Barcelona- a las alianzas: "Si para avanzar tenemos que pactar, pactaremos, pero al servicio de Catalunya, nunca Catalunya al servicio de los pactos”

Por su parte, Borràs ha hecho autocrítica asumiendo los "errores" cometidos, la falta de unidad independentista y por ello ha reclamado "recomenzar" con autoafirmación. Y si bien, como Turull, ha defendido que Junts es un partido de gobierno, ha añadido un encargo directo: "Hacer que el Govern sea más ambicioso nacionalmente, gestionar las necesidades pero también tener presente que hay que gobernar con una visión independentista”. Borràs ha asumido que "la represión ha hecho su efecto" y ha admitido desánimo, un mensaje en clave interna tras dos años de navegación interna compleja. Todo en un discurso en que ha evitado su situación judicial y no ha citado a Jordi Sànchez. Y que ha dejado una perla, en sus críticas al Estado y a la opción de un gobierno de derechas: "¿Qué hará la extrema derecha que no haya hecho la izquierda española?", se ha preguntado en relación a Catalunya.

Puigdemont marca el paso pese a dejar el cargo

Todo ello en un cónclave plácido en el que Carles Puigdemont ha dejado la presidencia pero no el liderazgo del partido. Y lo ha hecho mandando un recado clarísimo en la intervención central del congreso: cargar desacomplejadamente contra el pactismo de Esquerra y oponerse al Estado con un mensaje combativo para que su partido no caiga en la tentación de serenarse en el Govern. Pero ahí está la dificultad, porque pocas horas más tarde el 'exconseller' Toni Comín reclamaba convertir al Govern "de una santa vez" en una "herramienta de confrontación" con el Estado. "No hemos venido a calentar sillas, para eso ya hay otros partidos", ha zanjado.

Por su parte, el secretario general también saliente, Jordi Sànchez, ha preferido subrayar la necesidad de la unidad independentista y la unidad dentro de Junts, partido que ha vivido bajo su mandato momentos de zozobra. "Basta de buscar excusas externas porque del Estado no podemos esperar nada bueno, seamos capaces de asumir la responsabilidad que tenemos todos y la gente al frente de las instituciones". Y dirigiéndose al resto de partidos y entidades independentistas ha afirmado: "Volvamos a trabajar para buscar la unidad estratégica que hoy no tenemos". Sànchez ha arremetido, como Puigdemont, contra la vía del diálogo con el Estado, pero no ha cargado tanto las tintas en ello como en la cohesión interna.